Peluquero de barrio by Java

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Cada vez que debo cortarme el pelo, es una lucha lograr el corte que me gusta. Pruebo diferentes peluqueros, para luego terminar en el mismo peluquero de barrio.
Asi fue que esta vez no di vueltas y fui directamente a la peluquería del barrio. Como toda peluquería de barrio, sillones antiguos, capas color blancas y negras , clipper Oster 76 y marca Andis.
Llegue, casi al mismo tiempo que un señor de unos 40 años, a lo cual me cedió el lugar para ingresar a la peluquería primero. Adentro había otro hombre de unos 30 y pico haciéndole cortar el pelo a un niño de unos 5 años. Lo bueno de tener cinco años es que te pelan rapadito y no hay mucha ciencia, te guste o no te guste, te rapan.
Salude con un buenas tardes, Jorge el peluquero me saludo guiñándome un ojo como es su costumbre.
Rapado el nenito, era mi turno. Mientras Jorge le cobraba al padre del ñino, me hizo seña que me sentara en el sillón de los años 40 que tiene esa peluquería.
El padre del niño me miró, y me dice, te vendría bien imitar a mi hijo en el cortecito, no te parece? Solo me sonreí y dije, no, no lo creo, ya estoy grandecito para ese corte jajaa!
Jorge se volvió hacia mi, me puso la capa, adivinen que color, era obvio me toco la blanca. Siempre me dieron mal presagio las capas blancas, hacen que los peluqueros te corten mas corto el pelo que lo de costumbre.
El señor que había dejado que pasara antes que el, resulto ser un policía de civil. Sus anécdotas de como esta el barrio y la delincuencia daba miedo. Jorge había empezado a peinarme, aun no me lo cortaba y me dice, bueno, que hacemos? Le respondi: cortito. Fue lo único que dije en todo el tiempo que demoró en cortarme el pelo Jorge, unos quince minutos. Sin que medie palabra entre el y Yo, y mientras el conversaba con el policía, que estaba a mi lado como si el indicara que corte hacerme, Jorge se dedico a pelarme la nuca y los costados como si fuera un soldado. Siempre me pasaba la dos, pero se ve que el calor y al no decir mucho detalle de como cortármelo, tomo iniciativa y me hizo un corte bien militar. Arriba paso la numero tres y emparejo con tijera para no dejar marca entre los costados y la parte de arriba. Me puso crema de afeitar en la parte baja de la nuca y con la navaja quito la pelusa.
Al verme, quede impactado, paso el cepillo para quitarme los pelitos de la nuca y la frente, ese cepillo entalcado que odio, y listo. El policía me miró y me dice, bueno, cuando quieras tenes lugar en las filas para darnos una mano, risas de por medio, Jorge quito la capa, me paré para pagarle y para mi sorpresa me cobro mas barato que le precio regular. Froto su mano por mi nuca y me dice, te veo en un mes campeón!
Lo bueno de las peluquerías de barrio es eso, que te pelan como si nada y es algo muy natural que los varones tengamos el pelo bien a lo militar. Por cierto, el corte quedo buenísimo! ;)

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