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de crecido a rapado sin querer by julito


Viernes pasado a la nochecita me decidí ir a cortarme el pelo. LLegué y ya estaba cerrada la peluquería. Era probable porque mi peluquero vive en Merlo y como tiene como dos horas de viaje hay veces que a las 7 ya cierra. Como mi corte de pelo es de lo más común supuse que cualquier otro peluquero me lo podía cortar. Recordé una peluquería cerca de la estación de subte de Congreso. Fui para allá y estaba abierta y sin clientes así que entré tranquilo. El peluquero , un tipo de unos 60 me invitó a sentarme y mientras me envolvía con una tela celeste me preguntó que corte me hacía. Le dije media americana. Sin más palabras, tomó una máquina de arriba del mueble, me bajó la cabeza y me empezó a pelar la nuca hasta la mitad de la cabeza. Hasta ahí todo normal, me pasó por las patillas hasta abajo de las sienes y me limpió con un cepillo. Con tijera me rebajó todo el pelo de arriba y en la parte de la coronilla. Una pasada más con otra maquinita y , en 20 ya estaba peladito. El drama apareció cuando me puso el espejito atras. La nuca estaba pelada pero era evidente la marca hasta donde había llegado con la máquina. Se veía todo escalonado. Un verdadero desastre. Por miedo a que me terminara rapando por completo le dije que estaba bien. Me liberó de la tela , pagué y salí puteando. Me pasaba la mano por la nuca y se notaba la diferencia de largos en el pelo. Alguien me lo tenía que arreglar, no podía estar así. Tenía presente la imagen del espejito y sabía que estaba horrible. Por la hora, tenía que buscar otra peluquería y para no caminar al pedo pregunté en un quiosco. El quiosquero, muy amable, me dijo que en Av. de Mayo casi Santiago del Estero había una pero que por la hora no sabía si estaría abierta. Me tiré un lance y fuí. Casi al llegar noté la vereda iluminada por la luz que salía del local. Respiré tranquilo y ya en la puerta ví el interior. Dos peluqueros atendiendo a sendos clientes y otro en espera. Entré y el que atendía el sillón más cercano a la puerta me miró y, como me habrá visto con el pelo corto me preguntó si buscaba a alguien. Aproveché su pregunta y le pregunté si me podía arreglar el corte que recién había tenido. Giré y le mostyré la nuca. El tipo me dijo que estaba bastante mal cortado , que se podía arreglar pero que me hiciera a la idea de que me tendría que rapar un poco más. Cuando dijo ésto, todos dirigieron sus miradas hacia mí, y hubo alguno que dibujó una sonrisa en su cara. Me dijo que lo esperara que ya me atendía. El otro peluquero terminó con su cliente y llamó al que esperaba. Yo ya me estaba imaginando que saldría de allí rapado por completo. Cuando se desocupó me llamó a ocupar el sillón. Me cubrió con la tela blanca y la anudó por detras. Me pasó los dedos por la nuca y me dijo que ahí estaba casi al ras y que ese sería el nivel que el tenía que seguir para disimular las escaleras, así que me tendría que pelar hasta la coronilla y que iba a tratar de salvar algo del pelo de arriba. Yo , para mis adentros, puteaba al peluquero anterior pero me entregué mansamente como un cordero a este otro que me iba a rapar sin vueltas. Agarró una máquina y me la empezó a levantar desde la base de la nuca hasta la cima. Me peló toda la parte de atras. Habrá visto mi cara desencajada en el espejo porque me dijo que me estaba pasando la CERO, para emparejar el corte. Me peló las patillas , ahora sí hasta las sienes . El espejo me devolvía mi imagen transformada, solo tenía algo de pelo en la parte superior. Con tijera me fue emparejando el pelo de arriba. El otro peluquero terminó su trabajo y se sentó detras de mi sillón en una silla de espera. Me miraba por el espejo y en un momento me dijo:- Qué cortecito pibe, tuviste suerte que te agarró este porque yo te hubiera pasado la doble 00. Los dos rieron y yo sonreí sólo de compromiso. Cuando me terminó de cortar arriba, me rasuró con la navaja la base de la nuca , detras de las orejas y donde estaban mis patillas. Me mostró con un espejo su trabajo y me dijo que era lo unico que se podía hacer. Desabrochó la tela , pagué y salí tocándome la cabeza totalmente pelada. Con los días se me pasó la bronca después de soportar las bromas de mis amigos.



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