Por Fin Rapado by Marc

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Desde siempre me ha llamado mucho la atención de los cortes de pelo extremadamente corto. Me encanta ver vídeos sobre rapados al cero y cabezas afeitadas y desde que descubrí esta página he disfrutado leyendo sus historias.

Era verano, hacía demasiada calor y llevaba varios días dándole vueltas a cómo pedirle al barbero un rapado de verdad. Me armé de valor y me acerqué a la barbería, había solo un señor, por lo que el barbero me dijo que esperara que enseguida estaba conmigo. Una vez me hube sentado en el sillón, mi corazón iba a mil por hora y no sabía cómo iba a decirle que quería un rapado extremo. Fue entonces cuando el barbero me preguntó que cómo lo quería cortar, a lo que respondí casi involuntariamente, estoy harto de este pelo quiero que rapes la cabeza entera con el #0.

Lejos de quitarme la idea, me dijo: ¡Menos mal que por fin te has decidido tío! Después de llevarte haciéndote cortes degradados bastante tiempo, se notaba en tu cara que disfrutabas cuando de pasaba la cero por las patillas y la nuca.
Yo no supe qué responder por lo que me limité a asentir. -¿Estás listo?. – preguntó. ¡Por supuesto! Le respondí. Cogió la máquina sin peine y empezó a pasarme la por la nuca, cuando me di cuenta, con la primera pasada había llegado a la coronilla. Siguió pasándola por la parte trasera y después por los laterales todavía no me creía que había sido capaz de pedir este corte. Cuando empezó en la parte superior, supe que ya no había vuelta atrás y me encontraba bastante excitado. En varias pasadas me dejo la cabeza sin apenas pelo. Mi cara debería de reflejar la excitación del momento ya que me preguntó si quería que me pasara la navaja. Esa pregunta no me la esperaba para nada, no sabía que responder pero dentro de mi sentía un inmenso deseo de poder sentir mi cabeza suave y sin un solo pelo. Por lo que le respondí : ¡Hazlo! Entonces me puso una toalla caliente en la cabeza y posteriormente me puso espuma de afeitar y comenzó el afeitado. Posteriormente me arreglo la barba.
No tengo palabras para describir esa sensación, solo puedo decir que todo hombre debería de sentirla alguna vez en su vida. Una vez hubo terminado, me puso un hidratante y me recomendó que me pusiera protector solar. Antes de levantarme de la silla me dijo: te queda fenomenal la cabeza afeitada y la barba, deberías mantener este look.
Ha pasado ya varios meses y desde entonces no he vuelto a dejarme el pelo crecer ¡Me encanta ser calvo!

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