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un dia de pesca que termino mal by tito70


Hasta mis 8 años mi padre fue quien controló el largo de mi pelo y era quien decidia cuando era hora de ir a la peluqueria de su amigo Mario.
Era amigo de la infancia de mi viejo y atendia un local junto con su padre, que ya estaba en la edad de su jubilación.
Casi siempre me pelaba Mario, aunque en varias opoftunidades en las que no estaba, entonces me tocaba el padre de Mario. Con uno o con otro yo salia de alli igual de rapado (clasica americana) porque las indicaciones de mi viejo eran siempre las mismas.
A mis 8 años mis padres se separaron y con mi vieja nos mudamos a la casa de mi abuelo.
Mi vieja se hizo cargo de todo, incluso de mis cortes de pelo.Cuando ella iba a su salón y yo precisaba mi corte, me llevaba y yo solo recibia ajustes. Se habian terminado esas rapadas brutales que me daban Mario y su padre, aunque hubo veces que por razones de trabajo mi vieja no me podia llevar entonces le pedia a mi abuelo si se podia encargar de mi.
Obvio que mi abuelo no me iba a llevar al salón, él de buena gana me llevaba a su peluquero y me hacia pelar a rigurosa maquinita ( como decia él: bien como un hombre).
Mas allá de la separación, mi viejo siempre estuvo presente en mi vida, aunque claro, como ya no viviamos juntos es como que habia perdido cierto terreno en algunas .cuestiones mias pero la que mas le dolia era la de mi cabello. Nunca me dijo nada en forma directa pero yo me daba cuenta de sus miradas desencantadas y de alguna indirecta que me tiraba al pasar. Debo aclarar que mi pelo nunca crecio en demasia, pero para el modo de vida suyo lo mio era signo de desprolijidad.
Recuerdo que fin de semana por medio me pasaba a buscar los viernes a la nochecita y estabamos juntos hasta el domingo a la noche. Algunos de esos fines de semana ibamos a pescar ya que él era aficionado, aunque a mi me aburria un poco, pero la pasabamos bien.
Esto que voy a recordar ocurrio en una de esas jornadas de pesca en el Rio Salado.
Yo tendria 12 o 13 años y estaba en el inicio de la escuela secundaria.Seria por la mitad de los años 70.
Un viernes de verano me pasó a buscar como siempre. Cuando me hacia preparar un bolsito con un atado de ropa comoda yo sabia que habia pesca.
Pasamos la noche en su casa y a la mañana temprano saliamos. Ya la noche anterior habia cargado la camioneta con los articulos de pesca.
El viaje era relativamente corto. En un par de horas llegabamos.
Lo primero era encontrar un lugar en el camping. El guardia ya lo conocia de todas las veces que habiamos ido.
Desayunamos en un barcito que habia enfrente y sacó la camioneta para ir a buscar un lugar junto al rio. Estuvo unos minutos de charla con el guardia del camping.
Esa mañana no pescamos nada ( nada!!!, como decia él " bañamos lombrices" ).
Cerca del mediodia , cuando el sol picaba bastante nos pegamos un remojon en el rio y me propuso guardar las cañas para ir hasta el centro del pueblo a comer algo y ponernos a resguardo del solazo que habia.
El pueblo era muy chico, sin embargo encontramos un lugar de comidas rapidas ( algo parecido a un Mc ).
Pedimos y nos sentamos a comer. Estuvimos charlando de la pesca, del rio, y de todo ese dia al aire libre.
La charla se desvió luego a cómo me preparaba para el inicio escolar, si ya tenia todo comprado, y todas esas cosas. En un momento me miró y enfocándose en mi cabeza mojada y desordenada me preguntó como andaba con el pelo todo desprolijo....si mi madre me lo permitía y que cuanto hacia que no me lo cortaba. No era un tema que a mi me gustaba tocar, pero para no hacer quedar mal a mi vieja, le dije que ella ya me habia dicho de ir a cortarlo y que antes de las clases lo iba a hacer. Me dio la impresión de que todo habia quedado aclarado.
Seguimos comiendo hablando ahora de futbol y otras cosas.
Cuando nos levantamos de la mesa mi viejo fue a pagar y hablaba con quien le estaba cobrando. Lo vi hacer unas señas hacia afuera , mi viejo le dio la mano saludando, y salimos a la camioneta.
Pensé que volveriamos al rio aunque el sol estaba fortisimo aun. Mire el reloj y eran las tres y 10.
Vi que mi viejo no agarro la ruta que llevaba al rio sino que dio algunas vueltas por el pueblo como si estuviera buscando algo. Le pregunte si estaba todo bien y me dijo que si.
Le dije donde estabamos yendo y, mirandome con una sonrisa picara, me dijo que buscaba la peluqueria que le habia dicho el del bar. Yo me quise morir porque me imagine lo que me esperaba.
Me dijo que todavia hacia mucho sol para volver al rio y que ibamos a aprovechar esa tarde para que me cortara el pelo. Le dije que ya iba a ir en la semana pero no me dio mucha bola.
Al doblar en una esquina lo vio y sonrio. Ahi, a mitad de cuadra se divisaba un polo tricolor que ,si bien no funcionaba, indicaba la presencia de una peluqueria. Se me hizo un nudo en la garganta. Mi pelo ya se habia secado y me caia sobre los ojos.
Era una peluqueria tradicional, bien de pueblo, con un solo sillon que podía verse desde afuera. No parecia haber movimiento adentro , pero era evidente que el local estaba abierto.La cortina metalica estaba levantada. Sobre la puerta de vidrio se dejana ver un cartelito que no se alcanzaba a leer. Mi viejo bajó de la camioneta y se arrimo a la puerta para ver el cartel. Volvio contento a la camioneta y me dijo que esperaramos un ratito que 3 y media abria. Yo mire el reloj y eran y 20. Traté de convencerlo de Que en la semana iria pero no hubo forma.
A medida que se acercaba la hora yo me ponia mas nervioso.
Pasadas las tres y media , una persona mayor abrio la puerta. Inmediatmente mi viejo se bajó y habló con quien seguro era el peluquero. Tenia como 60 años largos, anteojos de marco negro y el pelo casi al ras.
Mi viejo me hizo una seña para que bajara. Cumpli muy a mi pesar. Cuando entre al local mi viejo hablaba con el peluquero mientras este se calzaba una chaqueta blanca y cotta. Me saludo y de inmediato me hizo sentar en el sillón. Yo ya no necesitaba ningun suplemento.
Mi viejo paradito como un soldado junto a mi.
De un cajoncito rl viejo peluquero saca una tela blanca que estiro en el aire y , sacudiendola, me la revoleo por delante ajustandola por detras con fuerza. Me puso otro paño mas chiquito por detras doblandolo hacia adentro sobre el cuello de mi remera.
Yo habia quedado de frente al espejo.
Cuando el peluquero le pregunto a mi padre por el corte, me paso la mano por lanuca a contrpelo hasta la cima y le dijo: - todo esto se lo deja bien rapadito , igual que los costados y aca arriba se lo deja cortito a tijera.
Al peluquero me parecio que se le iluminaba el rostro. Me tenia a su merced para un corte extremo.

- eso seria una americana, entonces? Mientras me pasaba la mano por mis pelos por ultima vez.

- exactamente, dijo mi padre....la nuca cortita hasta arriba.

Mis ojos se enrojecieron y me asaltaron ganas de llorar de la bronca e impotencia que tenia.
Mi viejo se sento en una silla de espera para disfrutar de su victoria.
El peluquero abria y cerraba cajoncitos. En un momento lo vi sacar de uno de ellos unas tijeras que parecian inmensas y dos maquinas cortapelos antiguas como piezas de museo. Dejo todas las herramientas sobre el mueble y volvio a mi con un peine blanco. Me empezo a alisar el pelo extendiendolo en toda su longitud. Sobre las orejas monto una buena cantidad de pelo que las cubrian por completo y se anmo a comentar que largo tenia el pelo. Mi viejo asintio desde su silla, agregando que no sabia como aguantabamos tanto calor.

Eligiendo una de las maquinitas le dijo a mi padre: - entonces, atras al cero, no?......la respuesta no se hizo esperar: - Si, bien subida.
El viejo me inclino la cabeza hacia un costado y apoyo la maquina debajo de mi patilla. Con movimientos lentos de su puño fue llevando la cortapelos hasta mas arriba de la sien. Me doblo la preja con un dedo y me pelo detras de ella hasta la cima de la cabeza. Otra vez la maquina abajo y otra franja rapada. Asi hasta llegar a labase de la nuca. En ese momento me empujo la cabeza hacia adelante y , con firmeza me la sujeto hacia abajo. Solo podia ver la tela blanca donde descansaban algunos mechones ya esquilados. Sube y baja , la maquina por la nuca. Escuche a mi padre con un "wow"....asi esta mejor!!! Esa no es la cero , verdad?
- es la #2, dijo el peluquero.
Ya sentia mi cabeza despojada de mi pelo, pero el peluquero era implacable. Si esa era la 2, ni me queria imaginar la cero.
Ahora del otro costado repitio los movimientos. En un momento le dio descanso a la maquina y con un cepillo barrio todo el pelo cortado. Frente al espejo tenia la imagen de la desolacion. El cambio era brutal. Pensaba por que mi viejo habia tomado esa decision.
El peluquero volvio a mi con peine y tijera para devastar la cima de mi cabeza. Chic, chic, chic, erade nunca acabar. Cantidades de pelo caian sobre mis ojos, en la tela y a los pies del sillon.
Ya tendria el pelo a dos centimetros, ni siquiera servia para peinarlo.
Por momentos mi viejo me sonreia a traves del espejo.
Otra vez el cepillo esta vez cargado de talco para sacar todo resto de pelo. Me empezo a desabrochar la tela pero antes de que pudiera amagar a bajar, ya la tenia otra vez en el cuello. Yo presagiaba lo peor.....ahora era el turno de la cero.
Vi cuando la tomaba de arriba del mueble y otra vez detras mio. La cabeza hacia abajo y mi nuca casi horizontal. Hizo correr la maquina hacia arriba lentamente hasta llegar a la corona. Repitio en varias franjas.
Parecia de nunca acabar. Apretaba el acero contra mi cuero cabelludo . Pelo nuevamente los laterales haciendo arcos sobre las orejas.
Cuando dejo la maquina me froto la nuca pelada como para desprender pelitos sueltos.
Preparo un poco de jabon para rasurarme los bordes para lo que afilo una navaja en un alisador de cuero que tenia sobre el mueble.
Viendo que se acercaba el final mi viejo se arrimo al sillon y me paso la mano a contrspelo por la nuca.
El peluquero saco del cajoncito otra maquinita y me refino la base de la nuca hasta dejarla casi afeitada. Me cepillo, no hubo espejito por detras porque con la aprobacion de mi viejo era suficiente. Me saco la tela y me lance hacia abajo acariciandome la nuca que se sentia al ras. Me afloje y no pude contener el llanto. Salimos y en la camioneta vi el reloj : solo habia pasado algo mas de media hora , lo que para mi fue un siglo.
Mi viejo me miraba y sonriendo me dijo:- ves que asi te queda mejor....
Volvimos al rio pero para mi la aventura ya habia llegado a su fin.




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