Aventuras en Medellín by David R.

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Quise hacer esta historia traducida al inglés (como muchas de las historias ya punlicadas) pero al traducirlas hubiesen perdido la emoción de narrarla tal cual las tengo en la mete, en algún momento haré una de estas historias en inglés... lo prometo.

Supongo que han oido hablar de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, con un clima que la hace llamar la cudad de la eterna primavera, con temperatura promedio de 20 a 25 grados centigrados; con muchos atractivos para visitar pero uno que pocos detallan a simple vista. Al ser una ciudad tropical es muy comun que los hombres tengan cabello corto, pero además de eso Medellín también es la captal de la moda en Colombia así que la gente se preocupa demasiado por su apariencia, al menos los hombres por su corte de cabello.

Así que si estás en el metro verás un desfie de cortes de todas las variedades, fade, crew, H&T, completamente rapado e incluso flatop que pensé no era popular por esta parte del mundo. Muchos hombres con distintos cortes de cabello tan cerca de ti que si tienes suerte puedes "rozarlos" por error mientras el tren se mueve.

De hecho sí fue como inició esta historia, en la fila para entrar al metro delante mio había un hombe con la cabeza totalmente rapada, me dio curiosidad por verlo pero no estaba lo suficientemente cerca para poderlo detallar, sin embargo, dada la casualidad terminamos en el mimso vagón él delante mio.

Para quienes tienen fjación por los cortes de cabellos entenderán lo importante que son los detalles, este hombre no tenía un solo rastro de cabello, en su corona se apreciaba que sufría de calvicie pero a los lados se veía una sombra muy fina que indicaba que se afeitaba constantemente, al acercarme pude ver que su piel ya se había adaptado a estar expuesta porque tenía pequeños surcos y su tonalidad era igual a la de sus brazos o cara.

Eran las 5 de la tarde a esa hora debía haber tenido algo de sombra o al menos sentirse la rugosidad como la barba de medio día pero en algún momento en el que l tren frenó aproveché para tocar su cabeza, fue un roce minimo pero sentí su piel lisa, suave sin un solo rastro que hubiese cabello. Concluí que este hombre acababa de afeitarse la cabeza y yo estaba apreciando una cabeza recién afeitada con mucha dedicación.

Me imaginé la escena de este hombre llegando a una de las tantas barberías que hay en a ciudad, con su cabeza llena de rastrojo de pelo y pidiendo que lo afeitaran, ¿le gustrá la sensación de tener crema en la caebza y ser despojado del poco cabello que tiene? ¿sentirá emoción de ver su cabeza brillando sin ningún cabello? apuesto que sí, este hombre seguramente lleva años haciendo este ritual, para él llevar cabello debe ser tan raro como salir sin pantalones a la calle.

Quise explorar cada sensación on este hombre de cabeza rapada, lo pude observar con mucho detalle, pude tocar lo suficiente para sentir su recién afeitada pero ¿cómo huele una cabeza recién rapada? sonará loco, lo sé pero estaba tan cerca de él que podía sentir el aroma mentolado de la loción para después del afeitado; ese aroma mezclado al calor que desprende la piel con el calor... una sensación muy distinta.

Al final el hombre se bajó una estación antes que yo, pero logré apreciarlo en el trayecto que estuvo en frente mio.

Soy nuevo en esta ciudad y quería relatar esta serie de historias de lo que irá pasandome respecto a los cortes de cabello, estoy seguro que habrán más historias porque en algún momento conoceré a alguien con quien pueda experimentar un corte de cabello o también encontrar una barberí donde me dejen trabajar en la caja o barriendo el pelo del suelo, tengo tiempo los fines de semana así que ya les iré contando que más ha pasado.

PS. Mientras tanto del otro lado del mundo en España un amigo recién se acaba de rapar por el verano y porque lo connvencí que lo hiciera, si quieren leer esa historia o conocen Medellín y vivieron lo mismo que yo dejemenlo saber.

Hasta la proxima.

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