Cronica de un corte1 parte by Esteban

---

Cuando salio de la casa ese sabado por la mañana temprano todavia retumbaba en su cabeza la orden del padre durante la cena de la noche anterior:

- Mañana, sin falta, se me va a lo de Don Alfredo a cortarse esa melena.
Mientras esté en esta casa, y yo viva, acá se sigue usando el pelo corto y cuando digo corto, es bien corto....me escuchó?....porque si quiere lo llevo yo y la cosa va a ser mucho peor."

Don Alfredo era el peluquero de su padre y quien le corto el pelo hasta los 13 años cuando su padre lo llevaba , mes a mes, para hacerlo pelar sin piedad por el viejo barbero.

La peluqueria era una tradicional peluqueria de barrio, tipica de los años '60. Alli habia atendido el padre del peluquero hasta que fallecio y se hizo cargo del local Alfredo, alla por los inicios de los '70 cuando tendria veintipico de años. Ahora andaria proximo a los 70 años y tenia mas oficio que estilo.

Hacia casi 3 años que él se arreglaba el cabello en un salon de moda y asi venia esquivando el control de su padre, pero hasta aca habia llegado.
Durante mas de una semana se le habia recordado que era hora de un corte, pero trataba de estirar la situacion, pero ese viernes por la noche su padre estalló.

Ahora estaba recorriendo las tres cuadras que separaban su casa de la peluqueria.
El frio pegaba fuerte y ya se imaginaba como se sentiria con su cabeza rapada, mas alla de las burlas que le jugarian sus amigos y compañeros de colegio.
Con su suerte ya echada solo esperaba no tener testigos al momento en que el viejo peluquero diera cuenta de su pelo ya crecido. Sabia que Don Alfredo era de disfrutar esos momentos en los que un joven o niño caia obligado en su sillon de torturas.

Ya desde la esquina diviso el polo barbero encendido y su imagen tricolor serpenteante parecia atraerlo.
Cuando llegó a la puerta observo al peluquero en el sillon leyendo el diario.
Sintio como una piedra su estomago al girar el picaporte de la puerta vidriada donde podia leerse , en letras cursivas negras PELUQUERIA.

Entro y lo recibio el tintinear del llamador que tanto recordaba de cuando era niño.
El viejo Alfredo giró su vista a la puerta y, dejando el diario sobre el mueble, respondio el "buen dia" y se puso de pie.
Se dio cuenta que el peluquero no lo habia reconocido.

- Te vas a cortar? - le dijo...como si pudiera ocurrir otra cosa.
- Si - contesto con un hilo de voz.
- Sentate.- fue la respuesta indicandole el viejo sillon.

Mientras lo hacia, el peluquero descolgo, de un perchero de pie que habia en un rincon, la temida tela blanca que de inmediato le paso por delante y lo cubrio casi por completo.
Se veia frente al espejo y ya se sentia a merced del peluquero. La tela fue ajustada a su cuello y, por detras, le coloco otro paño pequeño que doblo hacia adentro formando parte de la maldita capa blanca.
Mientras el peluquero se ponia la chaqueta , tambien blanca, le pregunto por el corte:

- Como lo queres?
Recordo la orden de su padre y le dijo:

- De atras, bien cortito. - y le parecio ver una sonrisa maliciosa dibujada en sus labios.....

Se dio cuenta que le estaba dando via libre a un viejo esquilador...

---