Cronica de un corte 2 parte by Esteban

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Mientras se veia reflejado en el espejo envuelto por esa capa blanca, sus ojos se volcaron a la encimera del mueble.
Alli, casi en un orden perfecto, se encontraban las herramientas de trabajo del peluquero. Se le antojo que asi habia sido desde la apertura del local mucho tiempo atras.
Algunas tijeras, peines, la vieja talquera metalica con el pompon blanco casi gastado, el no menos viejo rociador de agua perfumada con forma de anfora y con el bombin cuarteado por los años, un cepillo de madera con cerdas blancas para barrer los restos de la masacre, un par de navajas rectas en lo que parecia un portalapices y tres maquinas manuales para cortar el pelo perfectamente alineadas,segun el nivel de corte, a la espera de cumplir con su impiadosa tarea.
Todo le parecio dormido en el tiempo. La misma imagen de cuando era niño.
Se imagino que, en los proximos minutos, su aspecto seria el mismo que el de años atras cuando en el mismo sillon, pero bajo la estricta y complaciente mirada de su padre, el mismo peluquero lo pelaba, sin misericordia, siguiendo las instrucciones de aquel.

Peine en mano y una tijera que sobresalia del bolsillito superior de su chaqueta, empezo a alisarle el pelo estirandolo en toda su longitud sobre las orejas y por sobre el paño blanco que le cubria el cuello debajo de la nuca, como queriendo hacer notar lo crecido que estaba.
Antes de dar el primer tijeretazo volvio a preguntar:

- entonces lo dejamos cortito, no?. Tenes algo pensado?

-No -, contesto. - que quede cortito.
- Bueno pibe, yo te empiezo a cortar y vos me decis.

Comenzo a despojarlo del pelo de la parte superior. Largos mechones caian sobre la tela y otros quedaban sobre los hombros para que el peluquero, con un golpecito de peine, los enviara a su regazo. Corto durante un tiempo que le parecio infinito.

- arriba te dejo algo para que puedas peinarte, esta bien?....- le dijo sin parar de cortar.

- Si, pero no mucho - contesto.

Sabia que la orden habia sido corto, corto.

- Viniste decidido pibe, eh?- le dijo casi con una sonrisa casi burlona.

Mientras lo despojaba del pelo sobre las orejas, estas se dejaron ver despues de mucho tiempo. Le hizo grandes arcos sobre ellas y le rebajo todo el pelo hasta las sienes.
Cuando fue el turno de desplobar la nuca le pidio que bajara un poco la cabeza. Asi lo hizo.
Empezo a sentir como llegaban las tijeras hasta rozar su cuero cabelludo.
En ese momento, para su desazon, sintio el llamador de la puerta. Escucho el saludo de una persona mayor que ocupo una silla de espera e inicio, casi de inmediato, una charla con el peluquero. Parecia ser un cliente habitual.
El "verdugo" iba y venia con la tijera dejando el pelo de la nuca bastante corto.
Cuando pudo levantar la cabeza vio al "testigo" a traves del espejo. No lo reconocio como un vecino del barrio.

El peluquero, cepillito en mano, quito el resto de pelo cortado. El monticulo de cabello en su regazo habia
alcanzado gran volumen.
Se vio en el espejo y las orejas al descubierto le resultaron insoportables.
Le desabrocho la tela y la sacudio con fuerza para liberarla por completo del pelo cortado. Se la volvio a colocar para dar inicio a la segunda y terrorifica parte del corte.

La charla iba cambiando de tema pero continuaba sin interrupciones.
Se puso tenso y sus manos se aferraron a los apoyabrazos cuando el peluquero tomo una de las maquinitas y la hizo funcionar en el aire con un rapido movimiento de apertura y cierre de su puño derecho.
Cuando estuvo a su espalda le bajo con firmeza la cabeza con su mano izquierda sobre la cima , sosteniendola con firmeza, hasta que su menton se estrello contra el pecho.

Se imaginó el final.....

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