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Navidad #00 by kike65
Navidad en el campo.
Habia conseguido una semana de vacaciones en mi trabajo para ir a pasar Nochebuena y Navidad en casa de mis suegros que viven en la localidad de Gral Belgrano , en la provincia de Buenos Aires.
Es un pueblo tranquilo a 140 Km de la Capital.
Ellos viven en el casco de la ciudad donde, de todos modos, no hay grandes cosas.
Llegamos el 24 temprano y en pocos minutos habiamos vaciado el auto con lo que llevabamos. Solo dos bolsitos de mano y algo de bebidas para la noche. No vi los autos de mi cuñado y el de mi cuñada asi que imagine que eramos los primeros en llegar.
Estire un poco las piernas aunque el viaje no habia sido muy cansador.
Desayunamos todos juntos y despues de charlar un rato, mi suegro me pidio si lo acompañaba a buscar unas barras de hielo para poner las bebidas en la pileta del lavadero.
Cuando estabamos por salir, mi mujer pregunto donde ibamos y le pregunto al padre si habia una peluqueria cerca para llevar a Nicolas, nuestro hijo.
Claro, el 23 habia sido lunes y en Buenos Aires las peluquerias estaban cerradas y no habia habido tiempo de llevarlo. Nico tiene 10 años y su pelo habia crecido bastante.
Mi suegro le dijo que habia una frente a la municipalidad. Mi mujer aprovecho y me dijo que yo tambien podia hacerme un recorte. Lo pense y creo que tenia razon.
Salimos con el auto y en algunos minutos estabamos en el centro. Ahi no mas estaba la peluqueria. Pero en realidad era uno de los nuevos locales que tanto han aparecido en este ultimo tiempo, los llamados Barberias.
Debo recocer que no es lo que mas me gusta, entonces le pregunte a mi suegro si él se cortaba ahi. Despues de reirse y hacer alguna broma, me dijo que no ( y era logico ).
Comento que el iba a una peluqueria clasica de caballeros que estaba cruzando las vias. Le dije si podiamos ir para alla porque yo en estos salones me encontraba incomodo.
Nico puso el grito en el cielo , y para hacerle una broma, mi suegro le dijo que cuando lo agarrara Don Humberto no lo iba a conocer ni la madre...
Cuando llegamos pude comprobar que se trataba de un local casi tan antiguo como el pueblo.
En el ventanal se leia , ya casi borrado por el tiempo, PELUQUERIA HUMBERTO. En el interior se podia ver un sillon de cuero rojo frente a un mueble de madera espejado.
Mi suegro fue el primero en bajar. Nosotros lo seguimos.
Un llamador en la puerta aviso de nuestra llegada.
Desde la trastienda salio el peluquero. Una persona de mas de 60 años vestido con una chaqueta blanca y corta, con un peine y una tijera que asomaban en el bolsillito superior.
Mi suegro saludo y le dijo, con una sonrisa, que le traia dos nuevos clientes. El peluquero parecia bastante hosco, porque ni siquiera sonrio.
Tomo del respaldo del sillon la tela blanca clasica de las viejas peluquerias y pregunto quien iba primero.
Lo mande a Nicolas y el peluquero tuvo que poner un suplemento en el sillon para que diera una altura razonable.
Nico se sento , al borde del llanto, y de inmediato fue envuelto con la tela.
Lo dejo de frente al espejo y , mientras le estiraba el pelo con un peine blanco, pregunto:
- Como lo dejamos?..corto?
Mi suegro me miro como esperando mi respuesta. Yo lo mire y le dije que si, entonces él tomo la iniciativa y le dijo al peluquero:
- Dejaselo cortito , Humberto, que ya empieza a hacer calor. Pelale bien la nuca hasta arriba.
Yo lo mire y me dijo - quedate tranquilo, esta todo bien.
Nico ya era un mar de lagrimas en silencio.
El peluquero ni se inmuto. Selecciono una maquina de arriba del mueble, la enchufo , le saco el peine adicional que tenia y le dejo las cuchillas al aire.
Lo iba a dejar al cero.
Se la apoyo debajo de la patilla derecha y la subio hasta la sien. Le dejo una franja blanca absolutamente rapada. Le doblo la oreja hacia abajo y lo pelo detras de ella subiendo la maquina hasta la linea de la sien.
Apoyo la maquina en la base de la nuca y le bajo la cabeza con firmeza .En cinco o seis pasadas se la dejo en blanco.
En menos de cinco minutos ya tenia media cabeza rapada al #0. Yo no lo podia creer. Mi mujer me iba a matar.
Termino de pelarlo en el lado izquierdo y dejo descansar la maquina. Con un cepillo de madera barrio con todo el pelo cortado. La tela mostraba los signos de la masacre.
Con tijera le corto todo el pelo de arriba hasta dejarlo muy corto tambien.
Le dio otra pasada con la cero y luego, afilando una navaja con un cuero que colgaba del sillon le rasuro todo el borde. Le mojo el poco pelo de arriba e intento peinarlo.
Le pidio a mi suegro la aprobacion y dijo : - ahora si es mi nieto.-
Nico se bajo llorando y se sento junto al abuelo y no paraba de acariciarse la nuca rapada.
El viejo sacudio la tela en el aire y me invito a sentsrme luego de sacar el suplemento. Me revoleo por delante la tela y la ajusto con fuerza por detras.
Yo me miraba en el espejo presagiando lo peor. Tenia en mi imaginacion la cabeza rapada de Nico. Mi suegro, desde la silla le dijo al peluquero:
- Este ya esta grandecito , pero hacele lo mismo Humberto.
Yo alcance a decirle que no queria la maquina electrica, pensando que me iba a cortar todo a tijera. Me quede sin habla cuando lo vi agarrar una cortapelo manual , la hizo funcionar en el aire y , antes de que pudiera decir algo, me la apoyo en la nuca y me hizo un zurco hasta la coronilla como para demostrarme que ya no habia marcha atras. Me quise morir.
Sin otra alternativa me siguio pelando sin contemplaciones. Subia y bajaba la maquina casi obsesivamente. Me pelo toda la nuca.
Me limpio por completo los laterales bien hasta arriba.
Me corto con tijera todo el pelo de arriba.
Saco de un cajoncito otra maquinita mas pequeña (la #00 ?) y me pelo sobre lo ya rapado. Ya no caia pelo.
Me peino como pudo y me puso un espejito de mano en la nuca. Me vi absolutamente pelado y no lo podia creer. Me cepillo y me desbrocho la capa. Baje del sillon completamente aturdido por lo que habia pasado en no mas de 15 o 20 minutos.
Pague por los cortes y salimos.
Pasamos a buscar el hielo y fuimos para la casa.
Contra todos los pronosticos, mi mujer quedo encantada . Yo me tuve que bancar las cargadas de mis cuñados y Nico la de sus primos. Pero él pudo vengarse porque los dos varones de mi cuñado corrieron la misma suerte porque mi suegro se los llevo a Don Humberto y al rato los trajo peladitos como Nico. Fue un 24 a pura maquinita.