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flor de cuñado by juan manuel


Mucho calor en Buenos Aires. Los dias son bastante insoportables.
Habian pasado casi tres meses desde mi ultimo corte de pelo y ya estaba bastante crecido y se hacia poco menos que ingobernable. Mucho gel para mantenerlo acomodado y ya se imponia una visita a la peluqueria.

No soy de cortes de pelo drasticos. Siempre bien recortado pero poca maquina.
Cada vez que iba por mi corte sentia una extraña sensacion donde se mezclaban el placer y la bronca.
El placer, porque me gustaba todo el ambiente que rodea a un corte de pelo y bronca porque , despues de cada corte sentia que me habian cortado mas de lo que habia ido a buscar.

Ahora habia llegado el momento de otro corte entonces me fui a la peluqueria.
Ya cuando doble la esquina me di cuenta que no iba a tener suerte. La cortina ciega estaba baja y se veia un papel pegado sobre ella. Me dije, "vacaciones" o "un cierre por motivos de salud". Igual me llegue hasta alli. Cerrado por vacaciones hasta el 2 de marzo.
No estaba dispuesto a esperar hasta esa fecha. Ya no aguantaba el pelo crecido.

Como mi cuñado vive cerquita me fui para su casa.
En la vereda lo encontre lavando el auto. Me pregunto que hacia por ahi y le conte.
Me dijo que el iba a tener su corte el martes, que si yo queria podiamos ir juntos y me presentaba a su peluquero.
Él es de cortarse el pelo muy cortito porque tiene algunas "entradas" , entonces para disimularlas, se hace pelar bastante. No le queda mal, pero para mi gusto es mucho.
La pense un poco y le dije que si, que me avisara para ir juntos.
Le pedi algunas referencias de su peluquero y me dijo: "todo bien...quedate tranqui" y se rio.
Tomamos unos mates y me fui.


Cuando llego el martes , a eso de las 7 y media me toco bocina. Yo ya estaba listo. Sali y nos fuimos.
La verdad, estaba un poquito nervioso. Era un nuevo peluquero y siempre da una sensacion de inseguridad.
Hablamos en el auto y me tiro la onda de cambiar un poco el estilo de mi corte, buscar algo distinto, algo mas corto teniendo en cuenta el calor sofocante que hacia. Le dije que era la primera vez que me iba a cortar con ese peluquero y que queria probarlo. Despues se veria.


Cuando llegamos estaciono en la puerta.
Tipica peluqueria de caballeros de los años '60 o '70. El ventanal desnudo dejaba ver el interior.
Un sillon de peluqueria antiguo (ocupado por un cliente) frente a un gran espejo sobre un mueble claro de formica. No habia gente en espera.
El peluquero, enfundado en una chaqueta cruzada blanca, parecia de mas de la edad jubilatoria. Mire a mi cuñado como para decirle que yo no entraba. Se sonrio y abrio la puerta vidriada. Un llamador anunció nuestra llegada.
El se arrimo para saludar al peluquero y de paso me presento:

- Aca le traigo un nuevo cliente, Don Pedro. A ver si lo pone lindo.

Todos se rieron.
Nos sentamos a esperar mientras el figaro seguia cortandole el pelo a quien estaba en el sillon.
Daba la sensacion de que el corte estaba por terminar. Se notaba ya bastante cortito y le estaba afeitando el contorno de la nuca.

Cuando lo libero de la capa se desocupo el sillon.
El peluquero sacudio la tela y pregunto quien iba primero.
Le hice una seña a mi cuñado para que pasara él.

Se sento y de inmediato le paso la inmensa tela blanca por delante para ajustarsela con fuerza atras, debajo del nacimiento del pelo de la nuca.
Le puso otro paño tambien blanco en la parte trasera y lo empezo a peinar mientras le pregunto:

- cortito, como siempre, no?
- si, peladito- fue la respuesta.

Sobre el mueble, mas alla de peines y tijeras, descansaba una maquinilla de mano de puas anchas, no obstante , de un cajoncito el peluquero saco otras dos maquinas de numeros inferiores (me imaginé la #1 y la #0). Se me endurecio el estomago.

Tomo una de las de puas estrechas y apoyandole su mano izquierda en la cima de la cabeza se la bajó con firmeza, casi como un acto de dominacion y autoridad.
Le apoyo la cortapelos en la base de la nuca y la empezo a subir con movimientos lentos pero sin pausa.
Yo tenia frente a mis ojos la nuca que iba mostrando el blanco del cuero cabelludo.
Lo pelo todo lo que quiso, mientras ellos hablaban de politica.

Juro que dude en ser el proximo cliente, pero trate de tranquilizarme teniendo en cuenta que le iba a pedir solo un ajuste.

Creo que no habria pasado ni media hora y ya lo tenia absolutamente rapado. Solo arriba le habia cortado con tijera para dejarle algo para peinar.

Le desabrocho la tela blanca y mientras mi cuñado dejaba el sillon libre , sobandose la nuca recien pelada, el peluquero la sacudio con fuerza para liberarla del cabello recien cortado, al tiempo que me invitaba a sentarme en el "potro de tortura".

Casi como arrastrado por una fuerza involuntaria, me puse de pie y camine hasta el sillon donde, con una actitud desafiante, me esperaba el peluquero con la sabana desplegada en sus manos.

Me sente de frente al espejo casi resignado, observando mi cabello crecido en la imagen que se me devolvia. De inmediato vi volar por delante de mí la tela que me cubrio por completo. Senti cuando la ajustaba con fuerza por detras y puso el mismo paño blanco debajo de la nuca. Me senti como entregado.

Con un peine que tenia en el bolsillito superior de la chaqueta me empezo a alisar el pelo hacia abajo y en los laterales lo monto sobre las orejas. Mientras lo hacia:

- Bueno....como lo cortamos?, dijo.
- solo un recorte, un ajuste. contesté.
- che...hacete otro corte, mas moderno' dijo mi cuñado desde la silla.
- la verdad, este pelo ya no se usa.- afirmo el peluquero, como conversando con mi cuñado.

Yo solo miraba mi imagen, sin intervenir.

- Dele, Don Pedro, hagale algo mas cortito. Dijo mi cuñado con una sonrisa dibujada.
- Nooo, es el señor el que tiene que decidir. - dijo el peluquero devolviendole la sonrisa, aunque crei imaginarme que tenia unas ganas barbaras de pelarme como a él.

No sé por qué le dije que estaba bien, que me cortara un poquito mas corto pero no tanto como lo habia hecho con él.
El peluquero, mirandome a traves del espejo, me dijo que habia sido una buena eleccion.

- Yo le corto, y si despues quiere mas me dice.- dijo mientras giraba el sillon y yo quedaba de cara a mi cuñado, segun dijo , para que pudieramos charlar.
Me puse mas nervioso porque no podia ver sus movimientos.

Escuchaba a mi espalda como seleccionaba sus herramientas.
De pronto empezo a cortar con peine y tijera el pelo de mi nuca.Me tranquilice algo. Si iba a ser con tijera el daño no iba a ser mucho.

Mi cuñado saco una charla de futbol y participamos de la misma mientras el peluquero seguia cortandome el pelo de atras , a veces subiendo la tijera muy arriba.
Parecia no terminar mas, hasta que cambio la tijera recta por una de entresacar y empezo a cortar el pelo de arriba.
Ahi comence a ver todo el pelo que iba cortando porque la tela blanca se iba cubriendo de grandes mechones que rodaban hasta mi regazo.
Deje de participar de la charla para prestar mas atencion a lo que estaba haciendo mi "verdugo".

Despues de desmotar la parte superior me cepillo la cabeza con un plumerito cargado de un talco perfumado que olia horrible.
Desabrocho la capa y la sacudio para liberarla del pelo ya cortado. Los mechones en el piso rodeaban al sillon. La volvio a anudar para seguir con la tortura.
Nada podia ver del estado de mi cabeza pero la imaginaba liberada de pelo.

Otra vez por detras de mi se escuchaba movimiento de herramientas.

En un momento senti la mano del peluquero tomando mi cabeza como si fuera un balon en la parte superior y me lo empujo bruscamrnte hacia abajo.
Ahi es como que me quede sin habla, y de inmediato senti el frio acero de una maquina apoyado en la base de la nuca iniciando su camino hacia arriba. Solo atine a hacer un respingo pero la mano del peluquero se encargo de hacerme sentir quien dominaba la situacion.

La maquina subio hasta la mitad de la nuca para volver abajo en una franja al lado de la anterior y asi hasta cubrir casi toda la nuca.

Cuando pude, aun con la cabeza gacha le pregunte si no estaba cortando muy corto y la respuesta fue: "- tranquilo, es la #2...no es tan corto.-
Yo me queria morir. Me estaba pelando al "2".

En un momento senti la máquina detras de mi oreja izquierda llevandose el pelo que quedaba hasta que , volteando mi cabeza hacia la derecha me pelo la patilla hasta la sien .
Repitio en el lateral derecho tumbando mi cabeza a la izquierda. Me manejaba como queria.

Cuando dejo la maquina me volvio a entalcar y cepillar. No podia aguantar las ganas de ver la tragedia.
Mi cuñado miraba sonriente.

Cuando puso el sillon frente al espejo no me reconoci. Tenia el pelo no tan corto arriba pero los costados se veian rapados al #2.
Me puso un espejo de mano por detras para que pudiera ver la nuca. Estaba pelado hasta la mitad de la cabeza y luego el pelo se iba espesando hasta la cima. Me habia hecho una tipica "media americana" de los años '40.
Lo veia horrible. Era un corte pasado de moda. Tenia mucha bronca.

Me preguntó si estaba conforme y me salió decirle que no era lo que queria, que me parecia un corte de viejo.
Me miró sorprendido y me dijo que para arreglarlo tenia que cortar un poco mas.
Miré a mi cuñado y me hizo una mueca como que el corte no se veia bien.
No tenia alternativa. Le pedi que lo arreglara.


- Le corto un poquito atras como a su cuñado y arriba se lo dejo mas larguito que a él.....está bien?-

Bueno - le dije a sabiendas de que me iba a terminar de esquilar. Cada vez me ponia mas nervioso.

Ahora, consumado el primer corte, me dejó de frente al espejo.
Lo vi elegir otra maquinita de peine estrecho que hizo funcionar en el aire con movimientos continuos de su puño derecho, y fue hacia mi espalda.
Me empujo la cabeza hacia abajo y me fue pelando toda la nuca.
La peluqueria estaba ahora en silencio y solo se escuchaba el traquetear de la cortadora de pelo que subia y bajaba por la parte de atras de mi cabeza.
Casi no caia pelo porque me estaba rapando sobre lo rapado.
Me la paso por detras de las orejas y elimino por completo mis patillas.
Mi cuero cabelludo mostraba un blanco absoluto. Me pasaba la cortapelos casi obstinadamente. Un par de veces me paso la palma de su mano a contrapelo por la nuca como verificando el corte, lo que me provocaba cierto escalofrio.

Cuando se "aburrió" de pasarmela, me cepillo la cabeza y con tijera sobre peine me corto un poco mas en la parte de arriba.

Yo estaba sufriendo el corte. Desde que era un niño nunca me habian pelado tanto y ahora de "viejo" me veia ridiculo.

Cuando termino me puso otra vez el espejito por detras. Me habia rapado hasta casi la coronilla. Me habia masacrado.

Solo para que se terminara el suplicio le dije que estaba bien.
Me paso una brocha con agua jabonosa por los bordes del corte y, afilando una navaja en el cuero que colgaba de uno de los apoyabrazos , me afeito todo el borde.
Me pregunto si me peinaba con algun gel, y le dije que solo agua.
Con un rociador antiguo con un bombin de goma, me humedecio el pelo de arriba y lo peino como pudo. Me cepillo con el plumero entalcado y me fue desabrochando la tela.
Bajé del sillon acariciandome la nuca casi afeitada. Era como un campo de puas.
Mi cuñado, con una sonrisa, quiso tranquilizar la cosa y me dijo que asi estaba mejor.
Pagamos los cortes y salimos.
En el auto empezaron las bromas y yo estaba bastante malhumorado, pero bueno....fue una experiencia que no sé si se repetirá.
En casa, mi mujer y mis hijos, se divirtieron conmigo unos cuantos dias, aunque al varon de 16 años lo tuve amenazado con que lo iba a llevar al peluquero del tio.







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