despedida de soltero by enlrique

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Me casé en el año 86 a los 29 de edad.
Por supuesto, previo a la boda, uno tiene que pasar por la clásica " despedida de soltero ".
Es costumbre la reunion solo de "amigos" y pasar una noche de juerga.
En mi caso nos juntamos los 8 amigos de la infancia y salimos a "hacer la noche".
Recorrimos algunos "cabarets" donde no faltó ni un poco de alcohol y, como sucede casi siempre, alguno termina "más contento " que otros.

Llegada la madrugada, salimos del ultimo " cabarute" y nos disponiamos a volver cuando Fito, el mas zafado de todos , tenia aun otro plan.

Saco de un bolsillo de su campera una cortadora de pelos y propuso darme una rapada "fenomenal", segun sus propias palabras.
Muchos estaban de acuerdo mientras yo suplicaba que no lo hicieran porque aun faltaba, el sabado siguiente, la ceremonia del Registro Civil y la iglesia.
A algunos los tuvo sin cuidado mientras Fito esgrimia, amenazante , la cortapelos haciendola funcionar ante mis ojos , abriendo y cerrando su puño derecho.

Obvio yo trataba de alejar la cabeza del alcance de ese terrible instrumento que desconocia como habia caido en manos de este " aprendiz de peluquero".

Entre mis pedidos y el de algunos otros que se apiadaron de mí, llegamos a un arreglo. Yo iba a entregarme a ellos en la fiesta, despues de la ceremonia religiosa.

Ya casado para la ley y ante Dios, llego la noche de la fiesta.

Todo parecia normal. Fotos, baile, brindis....crei que todo habia terminado en aquella noche de farra.

No fue así.

Cuando la fiesta estaba terminando y, tanto mi mujer como yo, nos disponiamos a ir al hotel reservado para la noche de bodas, sucedio lo inevitable.

Fito inicio los preparativos para su "debut" como peluquero.
Puso una silla en medio del salon e "invitó" a todos a formar un circulo alrededor.
Me tomó de un brazo y me condujo "amanlemente" a la silla.

Todos reian y aplaudian mientras mi reciente mujer lloraba a moco tendido presagiando el final.

Sentado ya en el centro. Fito tomó uno de los manteles y me envolvio como si fuera la tetrica sabana blanca de las antiguas barberias.
La ajusto con fuerza a mi espalda y, como lo habia hecho la noche pasada, saco a relucir la vieja cortapelos.
Con malicia la hizo funcionar fuera de mi cabeza y mostrandola al "publico" como si se tratara de un trofeo, la apoyo debajo de una de mis patillas para hacerla correr lentamente hasta mi sien, dejando a su paso una franja pelada que dio paso al blanco de mi cuero cabelludo.

Como si se tratara de un "circo romano" , los espectadores aplaudian a rabiar y solo se escuchaban risas y carcajadas. Yo estaba siendo el motivo de todas las burlas y chanzas.

Con la maquinita apoyada en la base de la nuca la llevo, en una franja hacia arriba, hasta la mitad de la cabeza.
Descargaba la maquina con el pelo rapado sobre el mantel blanco haciendo gala de su "arte".

La idea no era raparme completamente sino ir dejando zonas en blanco mezcladas con otras zonas cortadas en forma despareja para hacer de mi cabeza "algo" ridiculo que despues tuviera que emparejar un barbero "de verdad".

El problema era que con mi mujer viajabamos a Mendoza , en viaje de bodas, muy temprano por la mañana por lo tanto no habria ninguna peluqueria abierta que me pudiera arreglar ese desastre.

Al finalizar el corte fui liberado de la tortura y entre risas, y algunos llantos, salimos para el hotel.

Tipo previsor este Fito, habia llevado un gorro de lana como para hacer menos traumatica mi entrada al hotel y el posterior viaje en micro.

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