4534 Stories - Awaiting Approval:Stories 1; Comments 4.
This site is for Male Haircut Stories and Comments only.
La barbería de Clemente 14 by BARBERO MILITAR
Capítulo 14: El comunicado (viernes, 25 de octubre, 1974)
El barbero continuaba atendiendo a Alfredo. Realizaba su trabajo de una manera minuciosa, buscando la perfección. Un corte a cepillo parisién había que hacerlo despacio; era una labor artesanal, casi una pequeña obra de arte. Sólo un auténtico profesional conseguía darle al cabello la característica forma cuadrada.
Clemente tenía mucha confianza con el limpiabotas. Le gustaba hablar con él y siempre utilizaba un tono jocoso:
-Bueno, bueno, Pedrito, a ver cuándo me das un duro a ganar. Desde principios del verano no te has dignado a sentarte en este sillón; ya tengo ganas de echarte mano. ¿Has pensado en el dinero que ahorras en brillantina cuando te pelo bien repelado?.
El limpiabotas, mientras continuaba puliendo los zapatos de mi padre, respondió:
-El mes que viene me lo corto; te doy mi palabra. Cuando caigo en tus garras me metes la maquinilla hasta dejarme más pelado que al chiquillo del esquilador. La última te pedí un corte de verano y me dejaste la cabeza como un huevo. Tú en un concurso de esquiladores te llevarías el primer premio.
El barbero también estaba al tanto de la actualidad:
-No sé si habrán leído el Diario Regional; al parecer la Brigada Militar de Sanidad está rapando al cero a cientos de escolares. A mí no me ha sorprendido en absoluto; se veía venir. Esa moda del pelo largo no podía traer nada bueno. Al chico que acabo de pelar al cero ya le habían dado un toque en el colegio. Su padre, don Pascual, había recibido una circular en la que se le pedía que extremase las medidas higiénicas. Esta tarde, a la hora de abrir, me estaba esperando en la puerta. Me ha dicho que estaba preocupadísimo. Tengo aquí la notificación que les han enviado por correo. No tiene desperdicio. Este muchacho debería leerla, para enterarse de lo que está ocurriendo.
Clemente se acercó a mí y me pidió que la leyera en voz alta. Mi padre, al que Pedrito continuaba abrillantando los zapatos, comentó que yo entonaba muy bien la lectura. Tuve que obedecer, aunque tenía la voz entrecortada:
Muy señor nuestro:
Por la presente le comunicamos que en nuestro centro educativo, en las clases de los cursos superiores, hemos detectado varios casos de alumnos infectados por parásitos de tres modalidades diferentes:
-Pediculosis capitis: vulgarmente conocidos como piojos de la cabeza.
-Pediculosis corporis: se trata de los piojos del cuerpo y la ropa.
-Pediculosis pubis: piojos que anidan principalmente en la zona del pubis.
Las enfermedades que transmiten dichos parásitos pueden poner en grave riesgo la salud de la población escolar. Para evitar que la infección se propague, nos hemos visto obligados a expulsar temporalmente a los alumnos que padecen este problema sanitario. Las deficiencias en el aseo personal del alumnado nos ha abocado a esta situación crítica.
SOLUCIONES DRÁSTICAS:
Se exige a todos los alumnos que usen un corte de pelo de estilo militar: las orejas deberán estar totalmente visibles; el cabello de la zona de la nuca y de los laterales bien rebajado. En la parte superior de la cabeza y la zona del flequillo, el pelo no deberá tener una largura superior a un centímetro. Los alumnos que no cumplan con esta nueva normativa serán expulsados, perdiendo el derecho a examinarse.
También se exigirá a los chicos de los cursos superiores que eliminen por completo el vello corporal. Deberán rasurarse el vello del pecho, axilas, pubis, testículos, región anal, glúteos, piernas y espalda.
Entre los días 28 (lunes) y el 31 (jueves) del presente mes de octubre, todos los alumnos deberán pasar un control sanitario de carácter obligatorio. Nuestro enfermero, don Jacinto Peña, será el encargado de revisar a los chicos para comprobar que se han cumplido las ordenanzas higiénicas; de no ser así se tomarán las medidas disciplinarias oportunas.
Sin otro particular les saluda atentamente:
Juan Ángel Porta Martínez (director)
Al terminar de leer la circular todos los allí presentes comenzaron a opinar. Alfredo contó algunas anécdotas de su servicio militar:
-Recuerdo que cuando yo estaba de soldado, en el Acuartelamiento de las Américas, también hubo una infección de piojos corporales. Por culpa de cuatro cerdos, nos raparon al dos ceros a todos los soldados de la compañía. Nos llevaron al Hospital Militar, todos en formación por la calle, con las cabezas como bombillas. Nos quitaron toda la ropa para desinfectarla. La metían en unos calderos enormes que habían instalado en el patio; utilizaron agua hirviendo y un desinfectante que olía muy fuerte. Desnudos, como nos echaron al mundo, nos condujeron a la sala de las duchas. Allí nos tuvimos que lavar con el agua muy caliente. Nos dieron una pastilla de jabón desinfectante. El sargento Blázquez, que era un hueso duro de roer, se paseaba por allí. Estaba pendiente de que te enjabonaras a fondo, especialmente en las partes en que tenías más vello.
Aquel señor mayor recordaba cada detalle:
-Según salías de la ducha, un sanitario te aplicaba unos polvos blancos desinfectantes que se pegaban al cuerpo; parecía que te habían enharinado, como si fueras un pescado antes de echarlo a a la sartén. Utilizaban unos fuelles enormes y los polvos se esparcían por la sala de las duchas; se formó una nube blanca que no te dejaba ver nada. Luego, otros sanitarios te dejaban sin un solo pelo en el cuerpo; utilizaron aquellas maquinillas de mano que daban mordisquitos. Parecíamos niños, completamente lampiños. Menos mal que nos respetaron las cejas y las pestañas…
Mi padre también intervino en la conversación:
-Estamos caminando hacia atrás, como los cangrejos. Ahora que todos tenemos una ducha o bañera en casa y medios para asearnos debidamente estas cosas no deberían ocurrir. Es la dejadez, la falta de higiene la que nos ha llevado a esta situación. Yo creo que lo mejor sería que rasuraran a todos los chicos el vello, para evitar complicaciones posteriores.