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Michael y el Fade by Schrödinger Cut



Todo empezó un martes por la mañana, Michael se levantó a las 9a.m. y fue al espejo, de miró por unos segundos y sacudió su cabello, el cual era de color negro y de textura un poco rizada, su cabello era bastante largo y voluminoso en la parte superior además tenía grueso rizos que se formaban en su flequillo, y por eso no bajaba más allá de la cuenca del ojo, el largo de los lados de su cabello no era tan largo pero cubrían tímidamente sus orejas, y sus patillas eran gruesas y largas, no tenían orden alguno y ya llegaban hasta casi la quijada, era un look que mantenía desde la secundaria hasta día de hoy (preparatoria). Y ya le había conseguido algunos problemas, tuvo que salir de una escuela de monjas porque su cabello no iba con el casquete corto o el crew cut que se pedía en esa escuela, y después de rabietas a sus padres, le dejaron cambiarse a una escuela pública con reglas más liberales, con tal que consiguiera un

empleo de medio tiempo y pagará sus gastos en transporte.
Michael por fin salió de su cuarto, tomó sus cosas y se dirigió a la puerta, ya era hora de entrar a su trabajo de medio tiempo en una tienda de autoservicio, su uniforme consistía en una gorra de visera y un chaleco con los colores del logo.
Entonces verificó llevar todo y salió de su casa rumbo a la tienda a las 9:40 a.m.
Cuando llegó a la tienda su jefe tenía a otros dos empleados (una mujer de mediana edad y otro joven de aproximadamente la edad de Michael) delante de la entrada, los estaba regañando puesto que ya eran las 10:00a.m. y la tienda aún estaba cerrada, después de varios gritos fue entonces cuando la mujer dijo;
— No entiendo por qué nos regaña a nosotros, las llaves del lugar se las llevó Michael, hoy es martes, él tiene que abrir los martes —

Frase que justamente escuchó Michael que iba llegando al lugar, entonces su jefe lo miró y le dijo;
— ¡¿Dónde estabas?! ¡La tienda tiene que abrirse 9:30 para hacer inventario! —
Michael no recordaba que él se había llevado las llaves para abrir, así que no supo que responder y su cerebro reaccionó con una broma;
— ¿No lo ve? No me levanto listo, tengo que prepararme â€" (haciendo alusión a su cabello y uniforme)
Michael pensó que su jefe tomaría este comentario de manera graciosa, pues el jefe era amigo de su padre y siempre han tenido cierta cercanía, pero este no fue el caso, el jefe estaba tan de malas porque uno de los proveedores que iban los martes tuvo que largarse al ver que estaba cerrado.
Su jefe lo miró y le dijo;
— ¡¿Entonces fue por eso?! Sabes... tomate el día —

Michael confundido ante el tono de voz pasivo/agresivo accedió, pero antes de decir algo, su jefe lo interrumpió y le dijo;
— pero si quieres conservar tu trabajo, mañana tendrás que venir con el cabello recortado y NO hablo de un despunte, quiero que te deshagas de esa melena emo, quizá sin ese ridículo cabello salgas a tiempo de casa â€"
Michael al escuchar semejantes palabras tragó saliva, y pensó que no podía rehusarse, porque entonces su padre lo castigaría de por vida, pues fue su padre quien convenció al jefe para que le dieran el trabajo, por lo que Michael respondió tímidamente;
—o...okay —
Y entonces se retiró a un parque cercano, pues no podía volver hasta las 3:00 p.m. a casa, que esa es a la hora que solía regresar y sabía que tendría problemas si su madre o padre sospechaban algo, quizá y lo devolvían a ese colegio de monjas y le recortaban el

cabello estilo militar, o peor aún y lo enviaban a un campamento militar para que lo "alinearan".
Estuvo casi 3 horas pensando, después de todo ese era el último día con cabello largo.
Michael pensaba en sus opiniones, en que corte de cabello podría hacerse para no perder tanto de su amado cabello, por lo que descartó las ideas de ir a un salón de belleza, que es donde solía cortarse el cabello porque sabía que ahí no cortarían lo suficiente de su cabello, porque no se especializaban en estilos tan cortos y tampoco quería decirle a su padre, porque sabía que lo haría afeitarse con un solo número, ya que esa era la solución desde un principio para no cambiarlo de colegio.
Michael estuvo pensando en que hacer, pero con solo hacerse a la idea de que tendría que cortarse el cabello y "deshacerse de su melena" como le había ordenado su jefe le retorcía el estómago.

Pasados otros 10 minutos recordó que tenía su celular con la contraseña del wifi de una tienda que estaba cerca del parque y se dirigió hacia allá para usar el buscador de su celular y buscar: "Cortes de cabello 2016 hombre" o "Cortes de cabello NO tan cortos hombre" (cabe recalcar que, durante estos años, los cortes de cabello de futbolistas eran tendencia) cuando el wifi cargó su búsqueda y se comenzaron a revelar las imágenes Michael dijo murmullando;
— mierda no...—
Ya que todos los cortes de cabello que su teléfono le mostraba eran fades con flequillos de longitudes que lograban pasar la ceja a duras penas y los costados estaban afeitados con navaja a la altura de las cejas, y por si eso no fuera poco todos los modelos tenían peinados super brillantes que eran causa de las ceras y geles para cabello, pues algo que no se mencionó antes es que Michael odia usar ese tipo de productos y

esa fue una de las razones por las que en el colegio de monjas le pidieron que cortara su cabello, siempre que su madre lo peinaba con una línea al lado y peinaba hasta que no había ni un solo cabello fuera de lugar, Michael se despeinaba durante el día, o durante el trayecto al colegio, además, peinar su cabello para que su frente quede descubierta era lo que más le disgustaba, en cuanto más cabello hubiera sobre sus ojos, más cómodo estaba Michael.
encima con los cortes de cabello que estaba viendo, los modelos tenían una línea que marcaba el cerquillo de sus frentes, eran las tendencias que usaban los adolescentes de la edad de Michael, de todos los cortes que observó ninguno le gustó realmente, pero sabía que era mejor tener uno de esos cortes antes que ser afeitado por su padre o por un militar y entre tantas fotos notó publicidad de una barbería que estaba del otro lado de la ciudad, y le dio click, al darle en el recuadro

notó que el lugar se llamaba "BarberiaDanilo's" y tenía un número para agendar citas, así que con la mano temblorosa y los dedos fríos Michael le dio click al número y comenzó a llamar;
*Cling cling* se escuchaba mientras la llamada se conectaba, mientras la mente de Michael decía;
— Mierda, ¡¿realmente lo haré?! — (el muchacho estaba realmente preocupado)
Cuando por fin el número de la barbería atiende y responde la voz de un hombre de aproximadamente 26 o 30 años;
— BarberiaDanilo’s, ¿qué desea? —
Michael contestó rápido y nervioso;
— ahmmm... sí, quisiera agendar una cita para hoy —
Y el barbero respondió;
— Claro hermano, tengo libre a las 4:00p.m. ¿te parece?
Michael se quedó estupefacto y firmando la sentencia de su cabello dijo;

—aaah... ahii... ahí estaré —
Y el barbero respondió;
— Genial, te agendo con tu número de teléfono, nos vemos a las 4:00 —
Michael simplemente colgó y exhaló tan fuerte que gente iba pasando simplemente lo miró con extrañeza.
Se hicieron las 3:00p.m. y volvió rumbo a su casa, entró y sin hacer contacto verbal con su madre que estaba en el recibidor, subió las escaleras hasta llegar a su habitación.
Buscó ropa que le fuera cómoda para quitarse el uniforme lo más rápido que pudo, tenía que llegar al otro lado de la ciudad en poco menos de una hora y tenía que salir rápido, así que se puso una sudadera y un pantalón vaquero junto a calzado cómodo.
Michael quería que no lo reconocieran en la calle, pues a pesar de que tomaría un autobús, la calle a la que iba estaba un poco lejos de la estación en la que iba a bajar. Antes de salir tomó una gorra negra y vieja

que su padre no usaba desde hace meses que se encontró sobre el mueble del recibidor.
Michael lo que menos quería era que de regreso a casa lo vieran después del corte. De hecho, era tan grande su temor, que fue la razón por la que iría a la barbería ubicada del otro lado de la ciudad.
Michael había ideado un plan para que nadie lo viera, pues en su trabajo tenía que usar gorra y quizá el único que lo vería sin la gorra del uniforme seria su jefe y compañeros de trabajo y si algún amigo se presentaba a la tienda tendría que atenderlo con la gorra puesta, además se hacía a la idea de no salir hasta que su cabello volviera a crecer (aunque esto significará no salir en meses) pero ciertamente no pensó en un factor importante, sus patillas, el cabello rizado de sus largas y voluminosas patillas que destacan con el negro de su cabello entre su pálida y delgada cara. El hecho de que estas faltaran o peor aún, que estas se vieran

afeitadas era algo que Michael no había pensado del todo.
Y como ya tenía planeado salió de su casa a las 3:15 y tomó un bus hasta la estación en la que se bajaría, estación que no quedaba del todo cerca a su destino, aún tenía que caminar un par de calles.
Durante su trayecto en el bus contemplaba el techo y pensaba en cómo se vería con el cabello corto, que tipo de corte tendría, cuanto tardaría en crecer. Su mente se llenaba de miles de preguntas respecto a lo que pasaría en unos 40 minutos más.
Bajándose en la estación que le correspondía miró su reloj y notó que faltaban 20 minutos para las 4:00 así que Michael se apresuró y corrió todo lo que pudo hasta cruzar 6 calles y encontrarse por fin delante del local, aunque para esto ya estaba exhausto y lleno de sudor.
Recordemos que Michael llevaba una gorra y sudadera, así que su cabello rizado tomó una

forma más lisa por culpa del sudor y eso significaba que se vería más largo, que a su vez significaba que el barbero cortaría más cabello al verlo más liso, pero son detalles que se le escapaban de su mente adolescente de 17 años.
Una vez estando delante del local notó que este era pequeño, y solo tenía dos sillas en el interior, pudo darse cuenta de eso porque había dos ventanas gigantes en la barbería que dejaban situada a la puerta en el centro.
Al entrar, una campanilla sonó en la puerta, y el hombre que estaba dentro, sentado en una de las sillas se levantó de un salto e invitó a Michael a sentarse en una de las sillas diciendo;
— Hola, seguramente eres el chico que llamó esta tarde, vamos toma asiento, en un momento estaré contigo — (El hombre se fue a la trastienda para tachar de la lista a Michael).
Mientras tanto Michael contemplaba las

grandes sillas metálicas con el cojín de color rojo y un pedal en la parte inferior, Michael rápidamente notó que estas sillas eran mucho más grandes que las sillas negras de cuero que había en el salón de belleza al que iba.
Las sillas se encontraban delante de un espejo con un gran marco de madera de color café obscuro, debajo del espejo había dos cómodas del mismo color del marco y con múltiples cajones.
Sobre una ellas se encontraban múltiples botellas y envases de productos para el cabello cómo; gel para cabello, ceras, crema de afeitar, agua y unos cuantos peines para el cabello.
En la otra habían tijeras, cuchillas de afeitar, y unos cuantos clippers sucios.
Parecía que habían acabado de cortar el cabello de otra persona.
Pero lo que más asustaba a Michael y observaba con temor eran las múltiples

razors que estaban en un perchero entre ambas cómodas, las había de todos los tamaños, materiales y colores, la simple idea de que pronto una de esas máquinas lo iban a despojar de sus largos mechones aterraba a Michael, desde que entró al lugar sabía que el ambiente del salón de belleza al que estaba acostumbrado.
El barbero volvió de la trastienda y tenía un cepillo con él, entonces barrió los cabellos tirados en el piso, para luego voltear a ver a Michael y decirle;
— Vamos hermano, tenemos solo una hora para hacer lo que me pidas —
Michael estaba estupefacto observando todo, pero cuando escuchó a el barbero recuperó el conocimiento y caminó hasta la silla para sentarse en ella, con cada paso Michael perdía esperanzas de conservar su melena.
Michael se sentó en la silla, y el barbero lo recibió colocando retazos de papel higiénico

en su cuello, para después cubrirlo con una capa negra que tenía colgada en una de las sillas, giró la silla al espejo y pisó el pedal 2 veces; *kwik... kwik...* entonces el barbero dijo;
— Hola, mi nombre es Danilo com... —
*RING RING* sonó el teléfono del local interrumpiéndolo y Danilo dijo;
— En un momento vuelvo —
No sin antes retirar la gorra de la cabeza de Michael y colocarla sobre un perchero junto a la mesa del teléfono.
Y ahí estaba Michael, envuelto con una capa mirando sus largos mechones frente a un espejo, pensando en si de verdad estaba pasando, si de verdad perdería sus largos cabellos en unos momentos.
Se veía tan indefenso, sus ojos estaban a punto del llanto, pero podía decir que había sido por el sudor entrando a sus ojos.
Fue el minuto más largo de su vida, eran sensaciones nuevas para él, nunca antes

había estado en un lugar como ese, y por supuesto nunca antes se había cortado el cabello tan corto como lo haría breves, estaba tan nervioso y justo en ese momento llegó Danilo y dijo;
— Perdóname ¿En que estaba? Ah sí ¿Qué puedo hacer por ti hoy? —
Michael se quedó mudo, no sabía que decir, ¿Acaso le diría que corte quería?
Michael sabía que tendría que pedir un Fade, pero no sabía cómo lo interpretaría Danilo. Para Michael siempre había sido un despunte con tijeras y un poco de los lados, todo ese rato hubo un silencio incómodo y fue cuando Danilo dijo mientras sacudía el cabello de Michael;
— Vaya... tienes una melena muy larga y bonita, ¿Supongo que solo quieres las puntas y recorte a los costados? —
A lo que Michael responde;
— No... quiero un corte —
Y Danilo dice sorprendido;

— OH! ¿Un corte?... ¿Qué tipo de corte? —
Michael responde mientras le muestra una de las fotos que había descargado;
— Algo así... —
La foto era la de un niño de aproximadamente 15 años, peinado a manera que en su frente luzca la línea del cerquillo que fue marcada con navaja, con un fade rasurado a la altura de la cien y una línea bien marcada con navaja que divide un costado del cabello de la parte superior, donde el cabello es de un largo que apenas llega a las cejas.
Danilo emocionado le responde al ver la imagen;
— ¿Entonces un fade? —
Y Michael dice nerviosamente;
— Sí... —
Danilo se queda extasiado, el corte que le pedía Michael era bastante radical o al menos para los largos y el estilo actual del chico, entonces Danilo le dice;

— Muy bien, no te preocupes hermano. En un momento nos deshacemos de esa melena tuya —
Michael asiente nerviosamente, y le dice;
— Quiero que no sea tan corto, pero sea formal...—
Entonces Danilo dice;
—Oh! Entiendo, quieres un comb over —
Michael confundió asiente, el claramente no sabía a lo que se refería Danilo. A su vez Danilo vuelve a preguntar;
— ¿Entonces quieres que use la 0? —
Michael algo aterrado y confundido no sabía a qué se refería con el número 0, quizá se refería a que cortarían muy poco de su cabello y no sería tan corto como el de la imagen que le mostró. Él no tenía idea del lenguaje de barbero, toda su vida le cortaron el cabello con tijeras en los salones de belleza a los que iba, nunca habían tenido que usar una razor en su cabello.
Danilo al escuchar a Michael se emocionó

más y le dijo;
— Okay... tu mandas —
Nunca se le había presentado una oportunidad así, un chico con el cabello de tal estilo, en el que su cambio sería tan radical y que seguramente cuando Danilo termine con su cabello será irreconocible.
Danilo dio unas palmadas en los hombres de Michael y sacudiendo el cabello de Michael comenzó con el proceso.
Danilo tomó una botella con agua y un peine. Comenzó a rociar agua sobre la parte superior del cabello de Michael y peinar su cabello hacía atrás. Todo esto con la intención de desenredar el cabello de Michael, analizar el cerquillo de su frente y ver para que dirección sería más fácil peinar su cabello cuando el corte esté avanzado.
Michael solo observaba en silencio como peinaba su cabello, pocas veces sus cejas eran descubiertas por su cabello y quizá esa fue la última vez que lo harían.

Danilo tomó unos ganchos para cabello y los colocó en el cabello de Michael para separar la parte superior de los costados.
Esto con el fin de cuando usará una de las razors no cortara el cabello de la parte superior.
Danilo procedió a tomar una de las razors, era la más grande de todas y sin ningún clipper, únicamente las cuchillas metálicas al desnudo o mejor dicho la "0" como habían acordado, se encendió y un zumbido invadió la habitación, Michael al escuchar esto cerró un poco los ojos y se encogió de hombros. Él sabía que ahora únicamente lo separaban unos cuantos centímetros de perder su melena.
Michael comenzó a imaginar en que dirían todos sus conocidos al verlo con el cabello corto, nunca tuvo ni por asomo un look parecido.
Entonces Danilo por fin acercó la razor a la cabeza de Michael.

A su vez Michael comenzó a escuchar el zumbido más fuerte con forme se acercaba más y más a su patilla, entonces Danilo colocó la razor en su mejilla y comenzó a subirla poco a poco hasta rebasar tímidamente la altura de su oreja y en un abrir y cerrar de ojos, toda su patilla fue reducida a nada.
Michael vio eso en el espejo y su corazón se detuvo, fue tanto su shock por ver todo lo que corto la razor que incluso quiso llorar.
Danilo prosiguió con el otro lado, Michael solo sentía un frío roce de las afiladas cuchillas con su piel y cada vez que se pasaba la razor la sensación era más áspera, seguido de ver como caían por la capa varios mechones de cabello tan grandes que eran casi la cantidad total de cabello que cortaban en el salón de belleza al que solía ir.
Michael al ver esto se estremeció más y un temor lo invadió, pues ver esos trozos de cabello sobre su regazo, lo hicieron imaginar

lo que estaba por venir.
Michael comenzaba a verse diferente así mismo en el espejo, su tono de piel era bastante pálido y ahora no tenía sus patillas que destacaban con su antiguo look.
Danilo continuó con el procedimiento que para él era el de un corte como los que solía hacer día a día.
Danilo tomó la razor y comenzó a marcar el contorno del fade con la maquinilla y Michael se limitó a hacer gestos cuando las afiladas y calurosas cuchillas tocaban su cuero cabelludo con la punta plana de las cuchillas.
Danilo preparó toda el área que cortaría con la 0, así que elevó la marca de la razor unos 2 dedos sobre la oreja de Michael, y marcó el contorno alrededor de la cabeza de Michael. La línea destacaba en su negro y frondoso cabello, una línea de cabello rasurado de un color pálido entre su inmensa cabellera oscura.
A Danilo le fascinaba el contraste de colores

que iba dejando sobre el cabello de Michael.
Una vez la línea fue marcada por toda la cabeza de Michael, Danilo se alejó un poco para tomar cepillo y limpiar los pocos cabellos cortados hasta el momento.
Ciertamente Michael aún no sentía la cabeza vacía, y había una explicación pues el corte en si no empezaba aún, Danilo aún preparaba el terreno.
El único cambio hasta el momento habían sido las patillas y la línea que delimitaba lo que cortaría.
Danilo tomó nuevamente la razor sin ningún clipper y comenzó a limpiar todo el cabello por debajo de la marca, que eran casi 2 dedos por encima de la oreja.
Michael observó aterrado todo el cabello que caía, y comenzaba a ver sus orejas más limpias que nunca.
Danilo sacudió con un cepillo la zona recién afeitada y procedió a tomar el clipper número 1 y lo subió un poco por encima de la línea

del 0, Michael al sentir ahora el plástico del clipper en lugar del metal desnudo de la razor se calmó un poco.
Danilo continuó con el proceso natural de un fade, utilizando en las zonas más largas la número 3 y variando la palanca de la razor.
Michael no entendía por qué cambiaba tanto el clipper, pero ciertamente los costados se veían muy similares a los de la imagen que le mostró.
Danilo finalmente terminó con la parte posterior y lados de la cabeza de Michael.
La mitad de su cabello había sido reducido en aproximadamente 20 minutos.
Michael al verse en el espejo entró no podía dejar de ver sus orejas y sus cejas, pues recordemos que la parte superior estaba atada en una especie de moño.
Michael no aguantó las ganas y mientras Danilo guardaba los aditamentos de la clipper, sacó su mano y tocó su nuca, se sentía extraño para él, la zona más corta era

áspera como una lija y la más larga apenas y se sentía.
Danilo regresó, pero ahora con tijeras y peine en mano, desató el cabello de Michael y comenzó a peinar para desenredar y peinar.
Dividió su cabello con una línea en un costado y peinó hacia la derecha.
Michael intentaba evitar el contacto con su reflejo, le resultaba incómodo ver su cabello peinado de tal manera.
Danilo tomó el flequillo del chico, y con de un movimiento corto dejando solo 4 dedos de largo, cuando volvió a peinar el cabello hacia abajo, Michael volvió a entrar en shock, su flequillo que anteriormente llegaba por debajo de los ojos ahora apenas y tocaba las cejas.
Daniel siguió cortando la parte de arriba, y mientras más cerca estaba de su coronilla, más corto era el cabello, eso le daría facilidad para peinarlo a cambio de unos centímetros menos.

Michael creyó que había terminado, pero aún faltaban los detalles más importantes.
Danilo sacó una clipper pequeña, de la cual sus navajas sobresalían y con peine en mano cortó la parte que había separado en la parte posterior para que se uniera a sus costados recién afeitados.
Peinó nuevamente y con la clipper marcó la línea que divide un costado de la parte superior.
Cuando la clipper tocó la cabeza de Michael este dijo;
— ¡Augh! (con dolor) —
Danilo se detuvo un poco y le dijo;
— ¿Pasa algo? — con extrañeza
Michael contestó;
— No, solo no esperaba la sensación — y volvió a clavar la mirada lo más alejada a su reflejo en el espejo.
Danilo terminó de marcar la línea, apagó la clipper y fue a guardarla.
Danilo desabrochó la capa, quitó el rollo y

giró la silla de espalda a el espejo.
Michael imploraba que terminaran ya, no quería seguir sintiendo los duros y fríos roces de las clippers en su cuero cabelludo.
Danilo fue a buscar su navaja de afeitar, gel para afeitar y la hombrera de cuero que utilizaba para limpiar el excedente de la navaja.
La colocó sobre el hombro de Michael e inclinó su cabeza un poco hacia abajo, Michael estaba confundido y atemorizado por ver lo que seguía.
Danilo tomó un poco del gel y comenzó a aplicarla en su cuello, nuca y alrededor de las orejas. Michael únicamente sentía el frío del gel y la mano de Danilo.
Procedió a tomar la navaja y rasurar los contornos del corte, cada vez que Danilo frotaba la navaja sobre Michael este cerraba los ojos e intentaba mostrarse indiferente ante la situación.
Michael concentrado en el suelo de la

barbería y en no reaccionar a la navaja siendo pasada por su cuello y nuca fue tomado por sorpresa cuando Danilo volteó nuevamente la silla hacía el espejo.
Fue en ese momento cuando Michael miró por primera vez y de lleno su nuevo corte. Se veía irreconocible, únicamente hizo un ceño con su rostro intentando asimilar las cosas.
Ya no parecía aquel chico de aspecto gótico, con aquella melena negra que cubría su fino y delgado rostro pálido, ahora parecía un chico más del montón.
Si no fuera por qué sucedió en el mismo el cambio, nunca imaginaría que antes tenía el cabello largo y voluminoso.
Michael esperaba que Danilo le quitara la hombrera para poder irse, habían pasado 45 minutos desde que comenzó la masacre.
Fue entonces donde Danilo tomó nuevamente la cabeza de Michael y la inclinó hacia atrás para que volteara ligeramente hacia el techo, Danilo se colocó entre Michael

y su reflejo, mojó aún más el cabello de Michael y lo peinó para atrás.
Se volvió a llenar los dedos con más gel para afeitar y lo puso ahora por todo su cerquillo y patillas.
Michael sabía lo que significaba así que volvió a cerrar los ojos con algo de fuerza y Danilo con su navaja emparejó y marcó las líneas del cerquillo y contornos del cabello.
Danilo volvió a ponerse detrás de él, sacudió su cabello y con peine en mano volvió a ordenar todo, nuevamente tomó algo del gel, pero ahora lo aplicó en la línea que dividía el cabello de Michael.
Y repitiendo proceso, Danilo con su navaja marcó la línea.
Quitó la hombrera y guardó sus cosas, como acto final empapó sus manos en cera para cabello y la esparció por todo el cabello de Michael, tomó su peine y le dio forma al estilo, colocando cada cabello en su lugar.
Michael por fin se levantó de la silla, y sin

hacer ningún comentario fue al mostrador de recepción para pagar lo que para él fue una tortura.
Danilo del otro lado le dijo sonriendo;
— 15 dólares —
Michael sacó su billetera y pagó, tomó su gorra la puso sobre su cabeza y volvió a casa caminando, mirándose en todo reflejo por el que pasaba, resignado a haber perdido la melena que lo caracterizaba.
Por fin llegó a su casa, eran las 7:00p.m., rápidamente notó que sus padres no estaban y le habían dejado una nota con la cena avisando que llegaría tarde y no los esperara.
Michael tomó la comida, la calentó y comió frente al televisor apagado, únicamente viendo el reflejo de su cabello ahora cortado, frotando de vez en cuando su nuca o tocando la textura del producto en su flequillo.
De pronto se hicieron las 9:00p.m. y Michael se dio un baño para ir a acostarse y pensar en todo lo que dirían sus amigos y las burlas

que le estaban por venir.
Al día siguiente se levantó como de normal a las 9:00a.m., se vistió con el uniforme, se dirigió al baño para cepillarse los dientes y volvió a shockearse por su nuevo look, le salió una lágrima de frustración y mientras su madre tocaba la puerta del baño, Michael tomó algo de producto para el cabello e intentó peinarse de la manera más presentable.
Por fin salió y su madre sorprendida por su radical cambio lo elogió y entró rápidamente al baño.
Michael tomó su gorra y se dirigió a su trabajo, su jefe estaba esperándolo fuera de la tienda. Eran las 9: 55a.m. y cuando lo vio le gritó;
— ¡Michael! Qué bueno verte —
Michael con mirada de derrota lo saludo y al acercarse su jefe le dijo;
— Oh perdona por lo de ayer... no quise gritarte, pero estaba algo enojado por

asuntos de la mañana, espero y n... —
Su jefe se quedó sin palabras cuando vio que Michael se quitó la gorra y se había cortado el cabello tal y como se lo dijo.
Su jefe permaneció pasmado unos segundos para luego terminar la frase;
— Espero y no te hayas tomado la amenaza enserió, no iba enserió —
Michael al escuchar eso, únicamente mostró un ceño de enojo y le dijo;
— Descuide no pasa nada —
Durante todo el resto de su turno, sus amigos se burlaban de su nuevo estilo y su cambio radical, le resaltaban lo de sus patillas y su apariencia ahora muy convencional.
Sus amigos de trabajo contaban los clientes que llegaban a la tienda con cortes parecidos a el de Michael y le hacían notar lo común que ahora se veía.
Michael comenzó a acostumbrarse al estilo y comenzó a ir 1 vez por mes a la barbería temiendo que sus padres no lo dejaran volver

a su estilo anterior.




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