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2 rapadas by FCM Historias
Dos rapadas.
Conocí a una chica, su nombre era rebeca, ella era de test blancacabello bastante largo y obscuro, aunque tenía cortado el flequillo hasta las ceja, después de un tiempo de conocernos se volvió mi novia, y luego comenzó a vivir conmigo, compartíamos mucho gustos en común, y la verdad es que ninguno era demasiado empalagado en la relación, ambos trabajábamos y con el tiempo fuimos llevando nuestra relación sexual al siguiente nivel. Recccuerdo que un día en el que estábamos aburridos ella encontró un video en YouTube sobre fetiches extraños, nos clavamos un poco y comenzamos a buscar más en algunas paginas,, cada que uno encontraba alguno que pareciera interesante, se lo leía al otro para ver su reacción, estuvimos con eso por un buen tiempo hasta que fue la hora de cenar y tuvimos que parar, después de la cena me acuerdo que ella me preguntó si yo tenía algún fetiche, traté de evitar el tema por pena de que se burlara pero después de tanto insistirme y no conseguir nada de información me dijo: ¿si yo te digo el mío tú me dirías el tuyo?
Lo pensé un poco y me pareció bien saber aquella información, ella me dijo: ¡espero que cumplas con tu parte del trato después de escucharme a mi!
Me dió un beso y luego me dijo que el de ella se llamanba tricofilia, que consistía en cosas sobre el cabello pero el de ella principalmente se centraba ene ver a alguien recibir determinados cortes de cabello. A mi me sorprendió mucho aquello pero tomó mucho más sentido después de pensar que ese era el motivo para acompañarme cuando me quería cortar el cabello, mientras yo pensaba en eso ella me devolvió a la realidad al decirme: ¡hey, ahora te toca a ti decirme!
Yo no sabía que cara había puesto al escucharla pero antes de hablar bajé la mirada y le dije con tono bajo: yo sé que no me vas a creer pero ¡tenemos el mismo!
Yo no solía acompañarla a ella cuando se realizaba algún corte y eso hacía que ella tuviera dudas de lo que dije, todo apenado la tomé del brazo y le pedí que me acompañara al cuarto para mostrarle algo, saqué mi computadora, la desbloquee y ella revisó las búsquedas frecuentes, no solíamos andarnos revisando ni el teléfono ni la computadora, había mucha confianza entre nosotros y no lo creíamos necesario. Después de revisar las búsquedas se dió cuenta de que no mentía y me pidió disculpas por haber dudado pero me dijo que no debía darme pena, que era algo normal y que no era nada grave cómo para preocuparse, me dió en beso, tuvimos relaciones y después de bañarnos nos dormimos.
Con aquellas confesiones todo se volvió mejor, ella hacía cosas con su cabello para tratar de excitarme y yo la dejaba jugar con mi cabello para tenerla contenta.
Pasó un tiempo y comenzó la temporada de calor, recuerdo que yo había salido del trabajo mas temprano que rebeca y cuando ella llegó me pidió que nos bañáramos, tenía mucho calor y estaba algo molesta por tener que buscar maneras para refrescarse un poco, yo no tenía problema con aquello y acepté, mientras nos estábamos bañando me di cuenta de que su cabello estaba mas largo que nunca, el mío no se quedaba atrás y yo quise jugar un poco, la tomé desprevenida, levanté su cabello y después de decirle al oído: despídete de tu cabellera, hice un sonido que salió mucho mejor de lo que esperaba, pareció que de verdad le había dado un tijeras a la altura del cuello, ella se quedó paralizada unos segundos y luego comenzó a reírse, me dijo: ¡crees un tonto!, de verdad pensé que me habías cortado mi cabello. Ella dijo que eso lo podían jugar dos, me dió la vuelta tomó algo lo puso a la altura de la base de mi cuello y comenzó a imitar el zumbido de una maquina, sonaba tan real que pensé que si me estaba cortando y sentí un escalofrío, terminamos de bañarnos, nos cambiamos y fuimos a poner una película en la sala, era algo temprano cuando terminó la película y le pregunté si quería hacer algo, ella parecía un poco perdida y me respondió: ¡ya sé que vamos a hacer!, yo me quedé un poco sorprendido pero ella dijo que la acompañara, me levanté del sillón mientras ella iba por las llaves del carro y nos fuimos de la casa, en el camino le pregunté a dónde nos dirigíamos pero ella me dijo que era una sorpresa.
Llegamos a un lugar y nos bajamos en una tienda, compramos algo de tomar y luego ella me tapó los ojos, salimos del lugar, cruzamos la calle y escuché que 2 mujeres se despedían, ella me destapó los ojos y pude ver que estábamos en una estética, ella saludó a la estilista, que era una chica muy guapa y de buen cuerpo, tenía ojos azules, cabello rubio y estaba algo alta, me saludó y dijo que su nombre era Melisa, Rebeca le dijo que estábamos ahí para un corte, que hacía mucho calor y estaba cansada de su cabello tan largo, Meli me invitó a tomar asiento y fue ahí que empecé a ver bien aquel lugar, había sillones de color café para esperar turno, las paredes eran azules y el techo era rojo, el piso parecía tablero de ajedrez y la silla de corte había sido tapizada a su gusto porque era blanca con negro. Meli barrió el cabello de su clienta anterior, parecía haber sido un cambio bastante drástico por la cantidad de cabello que vi barrer a Meli, yo notaba que Rebeca miraba varias fotos de la pared y le preguntó a Meli: ¿aquella de allá es la del corte que llevaba tu clienta anterior?, Meli miro la foto y dijo que sí, que ese eligió la chica pero con los ajustes necesarios para que le quedara mejor, aunque era mínimo, la foto era de una chica con el cabello cortado hasta la altura de la barbilla, con flequillo arriba de las cejas. Rebeca le dijo: ¡quiero algo así!, Meli abrió los ojos y le dijo sorprendida: ?estás segura¿
Rebeca le dijo que sí, me miró y me dijo: ¿tienes algún problema con ese corte cariño?, me tomó muy por sorpresa la pregunta, en el fondo yo me moría de ganas por ver el proceso de aquel corte pero me dió pena sonar emocionado, así que respondí: ¡no, no tengo ningún problema, es tu cabello y si quieres probar algo así no tengo problema!
No sabía si lo había dicho de forma convincente pero Rebeca me dió un beso y dijo: Meli, ya escuchaste a mi chico, ¡vamos por ese corte!
Meli seguía sorprendida pero le agradaba la actitud de Rebeca, así que le pidió que tomara asiento para comenzar con su trabajo, Rebeca fue muy sonriente a sentarse, Melisa le pidió que sujetara su cabello detrás para poder ponerle la capa, al terminar de colocarla Melisa sujetó el cabello de Rebeca, le pidió que lo soltara y luego procedió a soltarlo ella. Yo estaba contemplando todo de una manera que parecía algo ido, Meli desenredó el cabello de REbeca y cuando terminó pude ver que quedaba muy cerca del suelo, estaba demasiado largo y Meli le dijo a Rebeca: supongo que querrás tener el recuerdo de esto, o me equivoco, Rebeca sonrió y le dijo: ¡claro que si lo quiero!, se lo regalaré a mi novio, ¡coártalo con mucho cuidado!
Meli procedió a amarrarlo con algo que le dió Rebeca y le preguntó si estaba segura de querer continuar, rebeca respondió de una manera muy acelerada: ¡sí, estoy segura de querer hacerlo!, apúrate a empezar por favor.
Meli aceptó y fue a bajar la cortina del negocio, yo me sorprendí de que hiciera eso pero ella dijo: ¡tranquilo, es para disfrutar sin que haya interrupciones!
Tomó una maquina se paró detrás de Rebeca, Rebeca se asustó un poco pero Meli la tranquilizó al decirle que por la cantidad de cabello era mucho más fácil cortarlo con la maquina que con las tijeras, Rebeca solo dijo que estaba bien y Meli encendió la maquina y procedió a cortar la cola que le había hecho a Rebeca, en unos segundos terminó de desprenderla de la cabeza de Rebeca, al terminar de desprenderse pude ver que el cabello de Rebeca ahora llegaba a una altura por arriba de los hombros, Meli levantó la cola y la movió en el aire para que Rebeca viera todo lo que le había cortado, luego se dirigió a mi, me dijo que era mía y que la guardara, el cabello de rebeca se sentía increíble, ella se lo cuidaba mucho, me entretuve un poco con él y no me di cuenta de que Rebeca le estaba pidiendo algo a Meli, yo pensé que ya no querría el corte que había pedido pero en ese momento Meli la giró con la silla para que me pudiera ver de frente, Rebeca me vió y me dijo: cariño, ¡cambié de planes con respecto a mi corte!, pero quiero saber si me dejarías elegirte un corte después del mío, llevé mis manos a mi cabeza y mi cabello estaba bastante largo, le pregunté si era obligatorio que yo recibiera un corte, ella dijo que no y le dije que si quería recibir un corte elegido por ella, le brillaron los ojos y le pidió a Melisa que continuara con lo que le había pedido, Melisa puso un peine en la maquina giró a Rebeca para que mirara el espejo y comenzó a cortar toda la parte posterior de su cabeza, en el espejo podía ver a Rebeca sufriendo pero disfrutando a la vez, Meli terminó con esa parte y volvió a girar la silla para dejarme ver el siguiente lado que cortaría, fue el izquierdo, luego procedió a girarla y cortar el derecho, volvió a girar la silla y ahora Rebeca me estaba viendo parecía que Rebeca quería llorar y en ese momento comencé a sentirme demasiado excitado, no sé si ella pudo darse cuenta pero me sonrió y Meli comentó a cortar el cabello de la parte superior, con la maquina, llevaba la maquina desde su frente hasta atrás y yo solo veía todo cómo si estuviera poseído, en muy poco tiempo terminó con esa parte, todo la mayoría del cabello de Rebeca había sido cortado, Rebeca no se veía nada mal con el cabello tan corto y Meli me dijo: ¿que te parece?, no se ve nada mal verdad o ¡tú que dices!
Yo parecía endiosado de ver a Rebeca de esa manera y solo pude decir: no, no se ve nada mal, de echo creo que ¡me encanta cómo se ve!
Rebeca se puso toda roja y solo dijo: ¡gracias, pero falta mucho más!
Yo me quedé muy sorprendido y pude ver que Meli volvía a encender la maquina para cortar nuevamente, lo hizo bastante rápido y volvió a preguntarme: ¿ahora que te parece?, le había cortado la mitad de lo que le quedaba y mientras yo no podía hablar cambió el peine de la maquina y me dijo: cómo no puedes ni hablar lo interpretaré cómo un ¡quiero que continúes!
Yo solo asentí con la cabeza mientras le pasaban el siguiente numero de la maquina a Rebeca, ellas podían ver mi cara de disfrute, mi erección se empezó a notar y esta vez Rebeca le dijo a Meli antes de que terminara con la parte superior: ¡cambia el peine porfa!
Meli lo tenía listo en el pantalón, lo cambió y comenzó con ese desde la parte superior, podía ver la cara de Rebeca y parecía contenta de estar recibiendo aquel corte tan brutal, Meli cortaba demasiado rápido y en muy poco tiempo terminó de pasar la maquina por toda la cabeza de Rebeca, le preguntó: ¿quieres que continué o ya tuviste suficiente, Rebeca me miró fijamente y dijo: ¡continua por favor!, yo no podía creer que se estuviera cumpliendo una de mis fantasías, y en ese momento Meli dijo: estás loca amiga, ¡pero espero que valga mucho la pena!, Meli pasó rápidamente la maquina por los altérale y parte posterior, se detuvo y dijo: ¿vas a llegar a la cero o te quedaras con la uno?, Rebeca le respondió: ¡no sé cómo me veo en este momento pero si quiero llegar a la cero!
Meli quitó el protector de la maquina, se paró detrás de Rebeca y comenzó a deslizar la maquina desde la base de su cuello hasta la coronilla, Rebeca parecía muy tranquila y Meli bajó la velocidad mientras cortó la parte posterior y luego laterales, se paró frente a Rebeca y sacó de su pantalón el protector que había guardado, lo coloco en la maquina y le dijo a Rebeca: ¡vas a quedar bien pelada!, comenzó a deslizar la maquina desde su frente hasta atrás, lo hacía lentamente y Rebeca pareció excitarse con aquello, yo seguía mirando cómo si estuviera hipnotizado, Meli quito el protector y repitió el proceso en la parte superior, terminó y le acarició la cabeza a Rebeca, ella se quería levantar pero Meli le pidió que esperara para darle forma al corte, lo hizo rápidamente, sacó una secadora para echarle aire y pudiera sentirlo en la cabeza, luego le quitó la capa y le dijo: ¡ya estas bien pelada!, quiero verte cuando te mires en el espejo, ¡te vez genial!
Rebeca se levantó de la silla, yo la miraba cómo si fuera una diosa y caminó hasta mi para darme un beso, la abracé y le dije: ¡te vez increíble!
Pedí permiso para ir al baño, me indicaron a dónde debía ir, entré y me masturbé pensando en todo lo que había pasado,, no tardé nada en terminar y cuando salí pude ver que Rebeca se estaba tomando fotos, Meli la ayudaba y se veía super contenta, al verme fue conmigo, me abrazo y me dijo: ¡ahora te toca a ti cariño!
Aquellas palabras me pusieron nervioso y Rebeca me llevó de la mano hasta la silla, Meli colaboró girando la silla, me pusieron la capa, una tira en el cuello y Meli dijo: ¡que bonito cabello tienes,!, pero ya te hacía falta un corte, así que ¡vamos a empezar!, yo lo cortaría todo pero, ¡Beca es la que decide!
Rebeca se acercó a mi, me dió un beso, acarició mi cabello y mirándome a los ojos me dijo: ¿tienes algún limite al que tenga que atenerse Meli?, mi respuesta fue: no. después des escuchar mi respuesta Rebeca dijo: ¡comienza, quiero disfrutar igual o más que él!
Meli metió sus dedos entre mi flequillo, con las tijeras lo cortó por arriba de mis cejas, y dijo: así podrás ver a tu novia mientras yo hago mi trabajo, tiró mi flequillo sobre la capa, pude ver la sonrisa de Rebeca y respiré profundamente para resistir lo que se venía a continuación, mientras yo miraba a rebeca cómo si fuera la mujer más bella que conocía, sentí los primeros tijeretazos en la parte derecha, mi cabello medía unos 25cm y Meli estaba cortando un poco mas de la mitad con cada abrir y cerrar de las tijeras, cortaba rápidamente y trataba de que no cayera cabello en el suelo, quería que si miraba hacia abajo pudiera ver la cantidad de cabello que llevaba cortando, la verdad me sentía algo incomodo con lo que estaba pasando hasta que Meli dijo, ya terminé con el calentamiento, ¡vamos con lo bueno!
aquellas palabras me dejaron muy pensativo pero Meli me devolvió a la realidad al encender la maquina y escuchar el potente zumbido, levantó con sus dedos mi patilla derecha, le preguntó a Beca si estaba bien que comenzara con el numero 6 o quería que empezara con otro numero, Beca se levantó de el sillón de espera, se paró a una distancia prudente de nosotros y dijo: perdón, puedes comenzar con ese numero, ¡solo quería tener una mejor vista!
Meli se rió un poco y comenzó a pegar la maquina contra mi piel a la altura dónde tenía sus dedos, comenzó a delizar la maquina desde la patilla hasta la sien, yo pude ver que deslizó una gran cantidad de cabello con la primera pasada, me puse un poco triste aunque no se sintió tan mal aquello, comencé a sentir cómo se desprendía poco a poco el cabello y me daba curiosidad que tan largo se estaba quedando, Meli pasó a cortar detrás de mi oreja, supe que ya casi terminaba con esa parte y sin darme cuenta ya estaba del lado contrario, levantó el cabello de la patilla y comenzó a deslizarla desde ahí hasta la sien, más y más cabello continuaba cayendo sobre la capa, un poco iba a dar al suelo pero Meli no dejaba de disfrutar el proceso, sin darme cuenta Meli levantó el cabello de la base de mi cuello, comenzó a deslizar la maquina desde la base del cuello hasta la coronilla, mientras lo hacía tuve un pequeño escalofrío en el cuerpo, Meli solo dijo que estuviera tranquilo o terminaría por raparme por completo, debo admitir que aquello me hizo reir un poco, Beca andaba muy contenta y se movía para poder disfrutar de mi corte, eso a mi me causaba una sensación rara, a mi no se me había ocurrido hacer lo mismo mientras la pelaban a ella, cuando ya no quedaba cabello en la parte posterior Beca se paró detrás para ver lo que seguía, pero antes le dijo a Meli: ¿crees que puedas dejar el flequillo para el final?, Meli dijo que si se podía y pegó la maquina a la mitad de la parte superior, comenzó a deslizar la maquina hacia atrás pero sin despegarla de la cabeza, solo la arrastraba para ir cortando todo lo demás y así poder evirar el flequillo, Beca lo estaba disfrutando demasiado, no dejaba de caer cabello de mi cabeza y en cuanto Meli terminó con esa parte Beca me empezó a acariciar la cabeza, pasaba las manos y uñas por mi cabeza, cómo aún me quedaba el flequillo, Beca pasó su mano desde el flequillo para ver la diferencia de tamaño, Meli cambió de peine y dijo: ¡vamos con el 4! , Beca se apartó ligeramente, Meli puso la maquina nuevamente arriba de mi cabeza y repitió aquello de deslizarla sin despegarla de mi cabeza, lo hizo algo rápido y antes de que comenzara con los lados Beca le pidió que pasara al 3 directamente, Meli dijo que le agradaba la idea y que ya había entendido cual era la idea que tenía, Meli puso el peine numero 3 y comenzó con el lado derecho, se sentía que si había diferencia con cada pasada, y se veía caer mas cabello sobre la capa que con el numero 4 que había pasado arriba, pasó muy rápidamente al lado izquierdo y continuó con la parte posterior, terminó y dijo: a partir de aquí voy a ir muy lento, ¡espero que no te moleste!
cambió el peine de la maquina, la puso nuevamente en la parte superior, se sentía genial lo cerca que la maquina tocaba mi piel mientras cortaba mi cabello, comencé a sentirme excitado, tuve inicios de una erección pero a pesar de lo lento que iba Meli pareció muy poco tiempo, volvió a cambiar de peine y se pasó con los lados, primero fue con el derecho, la sensación de la maquina era increíble aunque no supiera lo que me quedaba de cabello, Meli me preguntó: ¡ya te habían cortado alguna vez con maquina?, le respondí: ¡esta es la primera vez!
Beca y Meli se sorprendieron mucho, Meli dijo: ¡esto es tu culpa!, debiste avisarme antes para no pasarle un numero tan corto. Beca me pidió disculpas por no preguntarme antes pero le dije que no había problema, que no era tan malo cómo yo pensaba, Meli dijo: si te hace sentir mejor, ¡para Beca también fue su primera vez!, ¡y valla primera vezQ, comenzó a reírse y Beca le dió un leve golpe mientras le decía: ¡mensa!
Meli le dijo que no la golpeara o me dejaría mal el corte, luego de unos segundos terminó con los laterales y parte posterior,cuando se disponía a cortar la parte superior se detuvo y le dijo a Beca: fuera de broma amiga, ¡te queda genial el corte!, para suerte de tu novio, ¡tampoco le queda nada mal a él!, la maquina comenzó a deslizarse en la parte superior y Meli siguió cortando sin despegarla de mi cabeza, aún no quería tocar el flequillo, ya que terminó con la parte superior le dijo a Beca: aún no me pides que me detenga y eso significa que puedo seguir,
Beca asintió con la cabeza sin que yo pudiera vera, antes de que Meli continuara acarició mi cabeza cómo en cada oportunidad que tenía, se acercó para darme un beso y le pidió a Meli que continuara, Meli quitó la protección de la maquina y comenzó a dar pasadas por la parte superior, al no tener protección la maquina ya no fue necesario no despegarla de mi cabeza, la sensación era increíble, yo tuve una erección y aún faltaba el resto de mi cabeza, Meli fue cortando todo muy lentamente hasta que dijo: ¡ya solo queda el flequillo, ¿quieres que ya lo corte o querías hacerlo tú?
Beca se acercó para tocar mi cabeza y después de hacerlo dijo: ¡ya puedes continuar con el siguiente paso!
Meli se sorprendió al escuchar aquello pero entendió perfectamente lo que Beca le había pedido, fue por una toallita que tenía preparada por si acaso, me la puso sobre la cabeza unos minutos, procedió a quitarla y comencé a sentir algo frío sobre mi cabeza, al parecer me estaba aplicando crema de afeitar, me pidió que no me moviera para evitar algún accidente, yo estaba nervioso y ella comenzó a afeitarme con una navaja el lado izquierdo de mi cabeza, aquella sensación y el sonido que hacía la navaja al ir quitando los rastros que quedaban de mi cabello fue increíble, casi me vine en mis pantalones, Meli terminó con ese lado y continuó con la parte posterior, se siguió con el lado derecho no le tomó tanto tiempo cómo el que yo pensaba y comenzó con la parte superior, fue afeitando toda esa parte pero sin tocar el flequillo, luego volvió a aplicarme crema de afeitar y repitió todo el proceso, cuando terminó se paró frente a mi, me miró y dijo: ¡me gusta como te queda el corte!, aunque falta un pequeño detalle para terminarlo, ¡no te vallas a mover por favor!
Melisa aplicó crema de afeitar en mi flequillo y con la navaja lo fue afeitando desde la derecha hacia la izquierda, mi flequillo fue cayendo sobre la capa muy lentamente, pareció que ella quería torturarme de aquella manera pero por alguna extraña razón me sentí demasiado excitado, mi flequillo terminó de desaparecer y ella aplicó por última vez crema de afeitar en esa área, afeitó desde mi frente hacia atrás y comprobó que el resultado era el que quería, Meli me sonrió y dijo: ¡ya quedó el último detalle que faltaba!, ya solo te limpiaré y te quitaré la capa, me limpió los restos de la crema me quitó la tira, luego la capa y antes de que me pudiera levantar me dijo: ¡espera, me falta algo!
Me quedé sentado, ella fue por un bote, mientras ella fue por el bote Beca aprovechó para tocar mi cabeza, Meli regresó con el bote, le pidió a Beca que lo sostuviera y comenzó a aplicarme una crema en la cabeza, luego nos dijo que era para prevenir irritación por la afeitada y que ayudaría a que mi cabeza no brillara, Beca dijo que le gustaba que mi cabeza no brillara, Meli terminó y pude levantarme, antes de mirarme en el espejo Beca le pidió a Meli que tomara una foto de los dos, Meli tomó varias y Beca se paró frente a mi, me pidió que tocara su cabeza, luego llevó mis manos a la mía, se sentía diferente, mi cabeza estaba muy suave, la de ella no tanto, Meli dijo que afeitarme era la única forma de que quedara diferente, Rebeca me tapó los ojos después de darme un beso, me puso frente a un espejo de cuerpo completo que había y me descubrió los ojos, pude verme y me sorprendí de lo bien que me veía, me agradó mucho el corte, le dimos las gracias a Melisa por los cortes, ella no quería cobrar por lo mucho que había disfrutado del proceso pero pagamos la mitad después de tanto insistirle, Beca le compró la crema para evitar el brillo, dijo que ella me la aplicaría en lo que crecía mi cabello, Meli nos abrió para poder irnos, nos despedimos de ella, nos subimos al carro, llegamos a la casa, nos sentamos en el sillón y después de besarnos empecé a llorar, Rebeca se preocupó un poco y traté de explicarle lo feliz que estaba de que ella cumpliera mi fantasía, ella también comenzó a llorar, dijo que también había cumplido su fantasía aunque pensaba que estaba loca por haberse rapado, pasó un rato hasta que ambos nos tranquilizamos y ella me confesó que había revisado mi computadora para saber cual era mi fantasía, después de ver mi historial llegó a la conclusión de que tendría que raparse, pero no quería hacerlo sola, por eso pidió que a mi también me raparan, tuvimos las mejores relaciones hasta ese día y después de terminar ella me dijo que si quería, ella estaba dispuesta a volver a raparse para mi, que no creía poder alcanzar el mismo largo de cabello que tenía antes pero si aún así yo lo deseaba, ¡ella con todo gusto podría repetirlo!
Aquello me puso muy feliz y supe que ¡ella sería la mujer de mi vida…!