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la estilista y su amiga me convencen 2 by FCM Historias



esta es una secuela de "la estilista y su amiga me convencen"
favor de leer la anterior para entender mejor.

Pasaron unas dos semanas desde que Zam había cortado mi cabello y me había dado su numero para ponernos de acuerdo y tener una cita, en esas dos semanas estuvimos hablando mucho por mensajes, la verdad es que no terminaba de entender que hubiera perdido la pena para hablar con mujeres, algo en mi había cambiado para lograr tener la confianza para hablar con Zam, yo seguía pensando que ella estaba fuera de mi alcance pero gracias a dejar que me cortara el cabello tenía la oportunidad de salir con ella, ella tomó la iniciativa y me pidió que saliéramos el siguiente domingo, yo dije que no tenía problema, faltaba saber que haríamos pero decidí que ella eligiera, quería complacerla para ver si eso daba pie a que siguiéramos saliendo, ella dijo que no quería descuidar tanto su negocio y que varias veces en domingo le llegaban clientes por la tarde, parecía que ella quería que yo fuera quien eligiera a dónde iríamos pero luego se acordó que había una película que quería ver, en cuanto lo dijo revisé la pagina del cine, había una función a medio día y le dije: ¡hay una función el domingo a medio día!, ella me dijo que eso estaría genial, le pregunté: ¿quieres ir al cine entonces?, su respuesta fue: ¡me encantaría ir!
Mi siguiente mensaje fue: ¿ya tengo las entradas!, no sabía si era buena idea comprarlas con esa anticipación pero haría todo lo posible para que no se arrepintiera de querer salir conmigo, a ella le sorprendió que fuera tan rápido con lo de las entradas pero le agradó la idea.
Durante los días antes del domingo pasé por la estética de Zam, a veces estaba ocupada y otras veces estaba descansando, solo pasaba para saludarla, tenía un poco de miedo a entrar y que terminara nuevamente en su silla, ella solo respondió mis saludos pero no me alcanzaba a ver bien, un día antes hablamos para confirmar nuestra salida, ella dijo que ya quería que fuera ese día, yo traté de ocultar mis ansias pero no sabía si lo había logrado, ella me preguntó por la noche, ¡que tanto e a crecido tu cabello?
Aquella pregunta me sorprendió un poco, le dije: ¡no sé que tanto pero diría que está largo para lo que me dejaste!
Ella me mandó un audio riendo, dijo: ¡eres un tonto!, ¡pero ya está muy largo entonces!, ¡espero que pronto visites mi estética!
Le dije que lo pensaría un poco, admití que tenía miedo de ir nuevamente, ella se siguió riendo y me dijo: ¡espero que si te animes!, ¡te prometo no morderte!
Imaginarme que ella me volvía a quitar casi todo mi cabello me ponía muy excitado, aunque seguía teniendo miedo, le dije: ¡no eres muy buena para convencer a nuevos clientes como yo pensaba!
Me preguntó si aquello era un reto para que tratara de convencerme, le dije que si, ella tardó un poco en responder y me dijo: ¡acepto el reto!, ¡espero que hoy sueñes conmigo y el zumbido de mi maquina pasando por tu cabeza!, ¡que tengas linda noche!
Solo pude responderle que tuviera linda noche y que la vería al siguiente día, por desgracia no dormí tan bien como hubiera querido, por alguna razón me quedé pensando en su último mensaje y tuve varias pesadillas, desperté algo mas tarde de lo que pensaba, almorcé, luego arreglé unas cosas de la casa y cuando vi la hora me metí a bañar, me preparé para irme a mi cita, le marqué a Zam para ver en dónde la veía, ella dijo que nos viéramos en el cine, me pareció bien y me fui directo al cine, faltaba poco tiempo para la función, Zam no daba señales de vida, le marqué varias veces y me mandaba abusón, me puse triste, estaba a punto de llorar y de pronto sentí que jalaron levemente mi oreja, luego me dijeron: ¡ya estoy aquí guapo, no vallas a llorar!, no sabía si soltar las lagrimas de tristeza o de felicidad de que ella si estuviera ahí, para sacarme de el estado en que me encontraba ella acarició mi cabeza y dijo: ¡vamos a comprar la comida ya no quieres entrar, le dije: ¡vamos a comprar!
Ella comenzó a avanzar y me dijo: ¡rápido pachón que se nos hace tarde!
Aquello me dió risa pero aún así fui tras ella, ella eligió lo que quería, yo también y pagué las cosas, ella quería pagar pero le dije que me habían enseñado que yo debía pagar, a ella le dió risa pero me dejó pagar, entramos a ver la película, ella no dejó de acariciar mi cabeza con sus uñas y me decía pachón en voz baja cada que podía, terminó la película, salimos del cine y tomamos un taxi que nos fue a dejar a su negocio, nos bajamos le ayudé a abrir, hablamos un poco de la película, pasó un tiempo y llegó su amiga Dani al negocio, me saludó muy amigablemente, yo pesé que sería buena idea irme en aquel momento, ellas me invitaron a quedarme, dijeron que los domingos eran días de antojos y querían comer pizza, yo me terminé quedando, Dani fue primero por unos helados, luego pidieron la comida, cuando llegó la comida fui por algo para tomar, la estábamos pasando muy bien y Dani comenzó a decir que ya necesitaba un corte, le dije que estaba loca, ella jaló el poco cabello que tenía y me dijo: ¡si ya se puede jalar está muy largo!, Zam no dejaba de reírse, y dijo: ¡yo le dije lo mismo pero tiene miedo!
Dani dijo: ¡pues habrá que quitárselo nuevamente!
Yo me quedé pensando, Dani fue por algo y cuando regresó me amarró las manos, dijo: ¡si no quieres el corte por las buenas, podemos hacerlo a las malas!
Me llevó hasta la silla, Zam le dijo: ¡déjalo, no es necesario hacerlo de esta manera!, ¡si no quiere no podemos hacer nada!
Me desató, Dani no estaba muy conforme con eso y dijo: ¡cuando yo ponga mi estética si se harán cortes a la fuerza!
Zam le dijo que estaba loca pero por suerte ya no continuaron discutiendo, cambiaron de tema y todo volvió a ser mas agradable, se hizo tardé y me fui para mi casa.
En los días siguientes no hable con Zam hasta el siguiente domingo, ella dijo que iría para su negocio, le dije que me daba miedo ir, ella se rió y me dijo: ¡hoy estaremos solos!, si quieres llegar me encantaría que lo hicieras, Dani tuvo que salir así que no llegará hoy por si tienes miedo de que te amarren y te hagan un corte a la fuerza, aquello me puso mas tranquilo y le dije: ¡llegaré en un rato entonces, ella se puso contenta y me dijo: ¡perdón por lo de la semana pasada pero mi amiga está loca!, ¡espero que si llegues, me agrada estar contigo aunque estés pachón!
Le dije que ahí estaría, me bañé rápidamente y me fui al negocio de zas, al llegar estaba cerrado me sorprendí un poco y cuando me di la vuelta se detuvo un taxi, yo no miré quien venía, di unos pasos para irme, y escuché un ¿a dónde vas?, ¡regresa aquí pachón!
Me di la vuelta nuevamente, me di cuenta que ella se bajaba del taxi, pagó y regresé para ayudarle a abrir, ella se disculpó, por tardarse, dijo que se había tardado por ponerse a lavar ropa pero pensó que yo tardaría, entramos a su negocio, comenzamos a platicar, llegaron clientas, Zam estuvo atendiendo y en un momento entraron tres chicas muy guapas, las tres tenían cuerpo increíble, esperaron turno, las dos primeras solo requirieron un despunte y la tercera se veía nerviosa, las otras dos le apuraron a que hablara, Zam le preguntó: ¡que necesitabas amiga?, la chica no quería hablar, Zam se acercó para ella, le acarició el cabello y le dijo que le hablara al oído, después de que la chica le preguntara algo Zam dijo: ¡estás segura?, las otras dos se rieron y dijeron: ¡sí, está muy segura de lo que te dijo!, ¿si puedes hacerlo?, Zam le pidió que se levantara, ellas la llevaron hasta la silla, Zam la preparó y la chica quería llorar, Zam desenredó su cabello, lo amarró, las otras chicas empezaron a grabar, Zam cortó el gran cabello que casi llegaba al suelo, lo puso aparte para que se lo pudiera llevar y luego fue cortando todo con maquina, las chicas hicieron que Zam la rapara, durante el proceso dijeron que había sido una apuesta, por eso estaba siendo rapada, la chica no dejó de llorar y se calmó hasta que vió que no le quedaba nada mal, Zam la rapó toda y luego le quitó la capa, la chica se veía muy bien y aunque las otras querían burlarse no consiguieron mucho, le pagaron a Zam y se fueron, me quedé muy sorprendido de aquello, fui por helados para dejar de pensar en lo que había pasado, después de un rato le pregunté a Zam si había hecho algo así antes, dijo que era la primera vez, que una de las razones por las que ella se cortó tanto el cabello era para darle confianza a otras clientas que quisieran hacerlo, luego le dije: ¿entonces a ti no te gusta ese corte en realidad?
Ella me sonrió y dijo: ¡sí, me agrada mucho!, pero antes de hacerlo te da miedo, no sabes si es lo que quieres y tampoco sabes si se burlaran de ti, por eso buscas motivos para justificarlo, el Mío fue ese, aparte de varios otros, pero la verdad es que no me arrepiento de hacerlo, y si te interesa saber, ¡me gustan mucho los hombres de cabello corto o rapados!, no sé a que se debe pero me gustan un poco mas, aquello me hizo sonreír, me daba miedo continuar con el cabello corto pero me gustaba, no sabía como decirle eso a Zam, ella dijo que tenía hambre, yo también tenía así que ella mandó a pedir comida a la pizzería, después de pedir ella fue al baño, cuando volvió yo estaba en la silla, ella tomó mi cabeza con ambas manos, luego me dijo: ¡levántate antes de que te ponga una maquina encima!, me levanté rápidamente, ella dijo que era un pachón cobarde, fue a rascar mi cabeza con sus uñas, aquello hizo que cerrara los ojos y ella comenzó a hacer el sonido de la maquina con la boca, luego me dijo: ¿no crees que necesitas un corte?, ¿que te da miedo?, ¡te prometo no cortarlo rápido!
Le dije: ¡no sea que se debe mi miedo!, pero me dejo sí tus recuperas tu rapado!
Ella se rió, se quedó pensativa y me dijo: ¿te gusta como se veía la chica de hace un rato?, no supe que responder, agaché la mirada y Zam se acercó mas a mi, me levantó la cara, me miró, luego me dió un beso en la boca, aquello me sorprendió mucho, lo disfruté mientras duró, y ella me dijo: te voy a cambiar la pregunta, ¿la chica se veía increíble verdad?, solo asentí con la cabeza, ella me volvió a besar y dijo: ¡quieres que haga eso por ti?
No sabía que responder, me quedé callado, ella dijo: ¡piénsalo y me dices después!
No pasó mucho tiempo y llegó la comida, fui por algo para tomar,, estábamos comiendo, yo no dejaba de ver a Zam, me la imaginaba aún mucho mejor que la otra chica, Zam dió una mordida a la pizza y dijo: ¿en que tanto piensas cuando me miras?, sonreí, dije: ¡en nada!, oh bueno, en realidad si estoy pensando en algo, ella dió un trago a su refresco y dijo: ¡que esperas para soltarlo!
Me preguntaste si yo quería que hicieras lo que hizo esa chica por mi, ella dijo: ¿ya tienes una respuesta?
¡Sí, ya pensé en la respuesta y si quiero que lo hagas!Ella se puso contenta, luego me dijo: pues me parece bien que te decidieras pero tardaste mucho, ¡aparte no creo verme igual de bien que ella!
Le dije: te verás aún mejor!,mmmmmmmmm, no lo creo dijo ella, ¡si te tardaste mucho en decidir, ya me arrepentí!
Puse cara de decepción,, ella comenzó a reírse y dijo: ¡es broma!, ¡me agrada que lo dijeras!, y me agrada aún más, ¡que digas que me veré increíble!
Seguimos comiendo, pasó un rato, fui por botanas a la tienda, ya era un poco tarde, después de comer botanas, ella me dijo: ¿me ayudarás a cerrar o te tienes que ir antes?, lo pensé un poco y dije: ¡si quieres que me quede me quedo sin problema, me la he pasado muy bien hoy, ¡me quedaré para cuidarte!
Ella solo se reía de lo que decía, me dijo que gracias por acompañarla, hasta que cerrara, ella se acercó a mi, yo le di un beso, ella dijo : nos si está bien que nos estemos besando sin ser nada, ¿alguna vez lo has hecho antes con alguien? Le dije que no, ella confirmó que tampoco, en ese momento llegó una chica para preguntar si la podía atender, ella la pasó, se tardó un rato con el corte, la chica se fue contenta, luego me dijo: ¿creo que ya es tarde, te parece si me ayudas a cerrar?
Mi respuesta fue que no tenía problema, le ayudé a cerrar, nos quedamos adentro, hablamos unos minutos, ella dio que iría al baño, yo me levanté cuando ella no me veía, fui al mueble que tenía sus herramientas, tomé la maquina y la examiné, nunca había tenido una en mis manos, pesaba mas de lo que yo creía, escuché que tiraron de la palanca del baño, dejé la maquina, regresé a mi lugar, ella volvió, me dijo: ¿que fue lo que hiciste?, no niegues nada, ¡escuché que se movieron cosas!
No sabía que responder pero logré evadir la pregunta diciendo: ¡tengo que ir al baño!
Mientras me alejaba ella dijo: ¡eres un genio para evadir las preguntas!
Entré al baño, traté de tardarme un poco para pensar en lo que le respondería si me volvía a preguntar, se me ocurrió algo, me apuré para ir con confianza, cuando regresé del baño Zam estaba parada frente a su mueble con la maquina en las manos, volteo para verme y dijo: ¿fue esto lo que moviste verdad?
No pude mentirle así que le dije que sí, ella solo sonrió, me pidió que me sentara en su silla de corte, ella vió que me daba miedo, me dijo: ¡te prometo no hacerte nada!, dejó la maquina sobre el mueble, fue por mi, me llevó de la mano a la silla, me senté poniendo algo de resistencia, ella me sonrió, fue por la maquina, cuando se acercó a mi me intenté levantar pero no me lo permitió, me dijo que me calmara, luego me mostró la maquina, me dio un beso y dijo: ¿quieres ver esta maquina ser pasada por una cabeza?, tuve miedo de responder, asentí con la cabeza, pensaba que me raparía pero no fue así, me pidió que agarrara la maquina, se arrodilló frente a mi, me quitó la maquina, la encendió, se inclinó para que pudiera ver mejor y se empezó a deslizar la maquina por su lado derecho, yo abrí los ojos de sorpresa, ella sonreía, siguió deslizando la maquina varias veces hasta que podía ver su piel por alguna razón me sentí excitado, ella siguió con su lado izquierdo, repitió todo el proceso, cuando terminó se apoyó de la silla con su frente, llevó a maquina desde su nuca hacia arriba, yo no podía creer que hiciera eso, cuando terminó, me miró, llevó la maquina desde su frente hacia atrás, me seguía mirando mientras lo hacía hasta que dijo: ¿quieres ayudarme?, quería gritar que si, pero no tuve voz para hacerlo, asentí con la cabeza, ella se levantó, me pidió que me quitara de la silla, se sentó, me dió la maquina, toqué su nuca con una mano, con la otra puse la maquina sobre su frente y la deslicé hasta
atrás como ella me dijo, cuando terminé con eso me pidió que pasara la maquina por toda la cabeza, lo hice, se sintió genial hacerlo, estaba muy excitado, fui a dejar la maquina sobre el mueble, me di la vuelta, ella tocaba su cabeza, dijo: ¡se siente genial!, yo la miraba endiosado, le dije: ¡te vez increíble, me pidió que acariciara su cabeza, lo hice, luego por puro instinto la besé, ella me dijo: ya que estoy de la manera que me querías ver, ¿quieres ser mi novio?, aquello me tomó por sorpresa, le dije: ¡sí, si quiero ser tu novio!
La estaba besando cuando me pidió que me detuviera, fue hacia su mueble, tomó la maquina, me sentó en la silla y dijo: ¡si ya me rapé yo, ahora le toca a mi novio!
Le dije que no tenía ropa para cambiarme, me puso una tira una capa y dijo: ¡ahora si ya no hay pretexto cariño!
La maquina tenía un peine, ella comenzó por la parte superior, tenía aproximadamente un cm de cabello, quizá un poco mas, ella dejó una sombra por toda mi cabeza, luego quitó el peine lo guardó en el pantalón y fue quitando la sobra con la maquina sin peine, inició con los lados, lo hizo rápido, al iniciar con la parte posterior bajó el ritmo drásticamente, llevaba la maquina desde la base de mi cuello hasta la coronilla, lo hacía tan lentamente que me estaba provocando una erección ella parecía saberlo, terminó con esa parte, tomó mi cabeza con una mano en mi nuca, puso la maquina sobre mi frente y dijo: ¡por fin encontré a alguien igual que yo!, ¡vamos por mi parte favorita!
La maquina se deslizó lentamente hasta atrás quitando la sombra de cabello que quedaba, continuó dando pasadas hasta quitarla toda, luego pasó la maquina por toda mi cabeza, terminó y dijo: ¡ya casi quedaste perfecto!, no entendí que significaba el casi pero haría lo que ella quisiera en ese momento.
Zam fue a dejar la maquina, yo estaba tocando mi cabeza, seguía sin creer lo que estaba pasando, de pronto vi que ella se estaba aplicando crema de afeitar en la cabeza, yo fui por la escoba, mientras barría el cabello contemplaba atentamente cómo ella se afeitaba, parecía una experta, le pregunté ¿es la primera vez que te haces esto?, ella dijo: ¡sí, es la primera vez!, ¡nunca había tenido el valor para hacerlo!, por alguna extraña razón me da confianza hacerlo frente a ti así no me siento rara por hacerlo, esperé a que ella terminara, cuando se estaba limpiando los restos de la crema me acerqué la abracé, le di las gracias por hacer eso para mi, ella estaba muy contenta, llevó mis manos a su cabeza, se sentía muy suave, era genial verla así, sobre todo por qué si se veía increíble ella se giró, la abracé, puse mis manos en sus nalgas, la besé varias veces, ella se empezó a reír, le pregunté lo que pasaba, llevó su mano a mi pene, dijo que había que hacer algo con eso, desabrochó mis pantalones, se arrodilló en el piso, me fue bajando la ropa hasta quitarla, ella vió todo el bello que cubría mis partes, me dijo: ¿puedo quitarte todo esto?, pasó su mano por mis partes, le dije un poco apenado: ¡si no te gusta puedes hacer lo que quieras!, aquella respuesta salió sin haberlo pensado un poco, ella abrió una puerta del mueble, sacó una maquina y la encendió para ver si funcionaba bien, la maquina no se conectaba, ella movió algo, la encendió y comenzó a cortar todo el bello que tenía, aquello hizo que tuviera una erección mas fuerte, me pidió que aguantara para que obtuviera mi premio, después de terminar de recortar todo el bello dijo: ¡ahora si puedo jugar tranquilamente!
Tomó mi pene, lo metió en su boca, jugó con su lengua, lo succionó unas dos veces, yo puse mis manos sobre su cabeza suavecita, le pedí que parara, ella lo hizo, me preguntó: ¿todo bien?, le respondí que si, hice que se levantara y la giré para que mirara hacia el espejo, la recargué contra el mueble, le metí un dedo en su vagina para asegurarme de que estuviera lista y decidí penetrarla, ella se agarró del mueble, la embestí unas tres veces con fuerza, me incliné para lamer su espalda, me di cuenta de que llegaba hasta su nuca fácilmente, la lamí de la espalda, subí hacia su cuello, noté que estaba muy excitada y decidí darle una mordida leve en cada oreja, ella parecía encantada, lamí su nuca, me movía para que disfrutara, ella dijo: ¡para, para!, no le hice caso, se corrió mientras seguía lamiendo su nuca, yo estaba por hacer lo mismo, ella terminó, hizo que me saliera antes de terminar, yo no entendí porqué lo hizo, pero se dió la vuelta, vi que estaba contenta, me besó y me dijo: ¡es tu turno de correrte!
Se arrodillo rápidamente, metió mi pene en su boca y succionó tan fuerte que no tardé en descargar en su boca, ella continuó hasta que no salió nada, me pidió perdón por no dejarme terminar dentro de ella pero me gustó lo que hizo después así que no me importó mucho, fuimos al baño para limpiarnos, barrimos el bello que estaba en el suelo, dejamos todo listo para que pudiera abrir tranquila al siguiente día, le dije que si quería ir a cenar, ella aceptó, me dijo: pero antes de irnos quiero saber algo, ¿te gustó lo que hicimos?, no pude mentirle así que le dije que si, ella se puso feliz, me abrazó, me besó y dijo: ¡entonces lo volveremos a repetir!
Ambos íbamos contentos con lo sucedido, antes de abrir la puerta ella me dijo: ¡ya quiero que se vuelva a repetir!, ¡quiero afeitar esta cabeza hasta que quede suavecita!, acarició mi cabeza mientras lo dijo, me puse nervioso y solo pude decir: ¡espero estar listo para eso!
Salimos de su negocio, cerró , cuando me di la vuelta me volvió a tocar la cabeza y dijo¡yo me encargo de que estés listo cariño!



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