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mi amiga la estilista su hermana by FCM Historias


Conocí a una chica llamada Andrea, nos conocimos en un parque en una ocasión que ella estaba sentada esperando a alguien, aquella persona no llegó pero le hice compañía, después de un rato la invité por un café, Andrea era de buen cuerpo, cabello oscuro y largo, medía apróximadamente 1.60m o quizá un poco mas, tenía ojos cafés, la verdad que no estaba mal, después de ir por el café la llevé a su casa, estuvimos otro rato hablando hasta que me fui.
Después de unos días ella me mandó mensajes para ver si volvíamos a salir,, le dije que si, fuimos a tomar un café nuevamente y a cenar. La verdad es que Andrea me gustaba pero no estaba seguro de si podría volverse mi novia, seguimos saliendo varias veces, incluso llegamos a ir con sus amigas de antro, nos estábamos volviendo muy buenos amigos, por el tiempo que ya había pasado desde que nos conocimos parecía que solo quedaríamos como buenos amigos, ella abrió su propia estética en su casa y salía menos por cuestión de trabajo, a los pocos días de que me contó lo de su negocio decidí ir a visitarla, cuando llegué Andre se puso muy contenta, dijo que a veces se aburría un poco de andar sola, ella me ofreció cortarme el cabello, metió sus dedos en él para mostrarme lo largo que estaba, la idea no me desagradaba pero suponía que querría cortarme mucho y me gustaba tenerlo largo, logré rechazar su oferta sin que se sintiera ofendida, en ese momento entró una clienta y tuve que sentarme a mirar mientras ella trabajaba, cuando terminó me pidió que fuera a comprar algo, la tienda estaba unas cuantas casas abajo así que dijo que no me perdería, fui a comprar botana y refresco, cuando volví con las cosas había un cliente, tuve que esperar nuevamente, su casa estaba ahí mismo y me pidió que guardara las bebidas en su refri, lo hice, cuando terminó fui por ellas, estuvimos otro rato platicando me despedí, me dijo: ¡ojalá pudieras venir mas seguido!, dije que haría lo posible, me había gustado estar con ella en un ambiente tan tranquilo que era muy probable que regresara.
Iba a verla una o dos veces por semana, la pasábamos muy bien, sus amigas de su colonia a veces llegaban cuando yo estaba, me las fue presentado y también hice buena amistad con ellas, me enteré que cerca de su negocio había una cancha y con ese pretexto frui mas seguido a visitarla, en una ocasión ella me preguntó si hacía mas ejercicio aparte de jugar futbol, le comenté que hacía poco por qué al ir a visitarla no iba al gym tan seguido, me comentó que acababan de abrir uno muy cerca, aquello me interesó mucho y después de insistirle mucho la convencí de que fuera conmigo, planeamos su horario para que siguiera abriendo su negocio todo el tiempo posible, con tal de que fuera acepté que me prestara su bañopara darme un baño después de entrenar,, pasó un tiempo y yo la notaba contenta, su negocio tenía mas clientes,, estaba muy en forma y tenía alguien con quien no aburrirse, me agradaba verla de aquella manera, durante todo el tiempo que había pasado desde que abrió su negocio no había logrado convencerme de que me dejara cortar mi cabello, algunas veces a escondidas me cortaba uno o dos centímetros para que pareciera del mismo tamaño, ella se llegó a hacer varios cambios de look, muchos fueron elegidos por mi, ella me proponía ideas y elegía la que me gustaba para que se lo hiciera, sin darme cuenta mi gusto por ver los procesos de los cortes que ella hacía me provocaban algo de excitación, principalmente los de mujeres, me agradaba ver sus cambios tan drásticos en algunas ocasiones, Andrea tuvo el cabello corto hasta los hombros en algún momento, nunca tuve el valor de decirle que lo conservara, le quedaba increíble, en ese lugar llegué a ver de todo, or alguna razón muchas chicas que perdían alguna apuesta terminan llegando con Andrea, las apuestas eran mis favoritas, algunas chicas terminaban con cortes extraños o hasta rapadas, los hombres que por lo regular llegaban se notaba que iban por ver a Andrea, no sé si les excitaba que ellas les diera el corte pero muchas veces se ponían nerviosos y terminaban dejando que ella les eligiera el corte, ya había pasado mucho tiempo desde que Andrea tenía el negocio, mucha gente rumoraba que era mi pareja pero éramos mejores amigos, si podríamos parecer pareja pero no lo éramos, en una ocasión llegó su hermana, que tenía el cabello muy largo, andaba haciendo mucho calor y quería cambiar de look, Andrea le propuso diferentes cortes,solo había dos muy cortos entre las opciones, no se decidía a elegir un corte, de pronto Mariana la hermana de Andrea me dijo: ¿me ayudas a elegir?, me quedé un poco sorprendido de que me lo pidiera, antes de darle mi opiinión ella dijo: ¡tu cabello está muy largo, quiero tocarlo!
Me tomó desprevenido, antes de que se lo autorizara metió sus dedos entre mi cabello, dijo que estaba muy suavecito, luego me preguntó: ¿por qué no te gusta cortártelo!, ¡tienes una novia estilista y no la aprovechas!, ¿mi hermana si es tu novia verdad?
Cuando por fin terminó el cuestionario le respondí: ¡no sé por qué no me gusta cortármelo, solo sé que me gusta largo!, no aprovecho a mi novia estilista por qué no la tengo y después de decirte eso supongo que queda claro que por desgracia tu hermana no es mi novia. Después de escuchar mis respuestas Mariana estaba muy apenada, Andrea solo se reía, Mariana me dijo: bueno, después de saber que mi hermana no es tu novia quiero saber algo, dijiste que te gusta el cabello largo pero me interesa saber, ¿no te gustaría que te lo cortara mi hermana?, supongo que sabes que ella es muy buena para realizar su trabajo, si te llevas tan bien con ella no entiendo porqué no le pides que te haga un corte, ¿de verdad no te gustaría intentarlo?
Me empecé a reír, Andrea le dijo a Mariana: ¿piensas que nunca le he propuesto hacerle un corte?, si lo piensas te equivocas hermana, es fecha que no he logrado convencerlo, desde que puse mi estética lo he intentado pero no lo consigo, ¡simplemente no quiere hacerlo hermana!, cuando el quiera hacerlo me lo dirá, ¡pero ahorita simplemente no quiere!
Quedé sorprendido al escuchar a Andrea, me calmé y le dije a mariana: me sorprende mucho lo directa que eres, eres mas chica que nosotros pero pareces demasiado segura al decir las cosas, a Mariana le salió una sonrisa, yo continué diciendo: si lo que quieres saber es si me gustaría recibir un corte de tu hermana, ¡la respuesta es si!, ¡si me gustaría!, pero me da miedo que pueda no gustarme el resultado, por eso aún no he tenido la confianza para aceptar la propuesta, ¡hace un rato me lo volvió a proponer pero tengo miedo!, por eso siempre respondo de manera negativa.
Andrea se acercó, me dió un abrazo, jugó mi cabello y me dijo: ¡te prometo que si me das la oportunidad te quitaré el miedo y te gustará el resultado!
Mariana mi miró muy sonriente y dijo: ¡me gusta mucho tu cabello!, ¿me lo regalarías si te lo pido amablemente?, ¿o que tendríamos que hacer para que pierdas el miedo?
Andrea me abrazó nuevamente, me dijo: ?si me corto el cabello contigo perderías el miedo?
Antes de que pudiera responder Mariana dijo: ¿si las dos lo hiciéramos perderías el miedo?, aquello me hizo ponerme pensativo, ellas lo notaron y dijeron: ¿que corte tendríamos que hacernos?
No sabía que responder, me puse demasiado nervioso, Mariana me mostró los cortes que había elegido, me miraba atentamente mientras los mostraba, cuando pasó por los dos que eran cortos notó algo y dijo: ¿te gustan los cortes cortos verdad?
Andrea miró las fotos, uno de los cortes le gustó y dijo: ¡yo elijo este y Mariana se hace el otro!, ¿que te parece la idea?
El corte que había elegido Andrea era una especie de pixie, el otro era parecido a esos cortes cortos de las japonesas, Mariana dijo:¡es muy corto pero creo que acepto!
Ambas me miraron, me vieron bastante nervioso y dijeron: ¿entonces tenemos un trato o te da miedo aún así?
La verdad me agradaba la idea de no ser el único que recibiría corte pero no podía hacerlo tan evidente así que dije muy tranquilamente: ¿que corte recibiría yo?
Mariana dijo: ¡para que sea justo debe ser muy corto!, tienes que tener en cuenta que ambas tenemos el cabello largo y casi lo cortaremos todo, ¡yo quiero verte rapado por completo pero con que quedara cerca de eso me conformaría!
Andrea me mostró una foto y dijo: ¡concuerdo con Mariana!, ¡lo máximo que podría dejarte es a un numero dos como en la foto!
Lo estaba pensando, Andrea dijo: ¡que no te de miedo!, ¡no tienes la cabeza perfecta para raparte pero tus rasgos resaltarían mucho!, ¡no te vas a ver mal te lo aseguro!
Respiré profundo y dije: ¡está bien, tenemos un trato entonces!
Las dos hermanas celebraron el haberme convencido, Andrea me tomó del brazo, me dirigió a la silla, cuando estaba a punto de sentarme vi en el espejo a Mariana sonreír, me detuve y dije: ¡primero va Mariana que fue la de la idea!, Mariana se puso muy nerviosa, trató de evadir su turno diciendo: primero te toca a ti!, ¡tú eres el que puede salir huyendo de aquí sin cumplir con su parte!,
Andrea estuvo de acuerdo en que yo podía salir huyendo pero dijo: ¡también tengo duda de ti hermanita!, ¡nunca has tenido el cabello tan corto y no sé si saldrás corriendo antes de que te sientes en la silla!, ¡creo que lo justo sería que pases primero, luego irá el y lo mas probable es que yo mañana tenga que ir con alguien que pueda hacerme el corte!

Mariana se quedó pensando y la tomé desprevenida, la levanté como si fuera un bulto, la llevé hasta la silla, Andrea sacó unas correas que tenía, dijo que las usaba cuando había apuestas y no querían sentarse en la silla, sujetó a Mariana a la silla, fue por una especie de tira, se la puso a Mariana alrededor del cuello, luego sacó una capa, se la puso y procedió a desenredarle el cabello mientras lo preparaba para amarrarlo, lo amarró en una cola, Mariana tenía miedo, Andrea sin mostrar debilidad con su hermana le cortó la cola dejando que su cabello quedara por arriba de sus hombros, el cambio fue brutal, se notaba que a Mariana le quedaría muy bien el corte sin que empezara a tomar forma, Andrea cortó mucho cabello hasta que tomó forma el corte, cuando por fin terminó de darle la forma utilizó la maquina para darle forma en el contorno y que el corte quedara mas limpio,, le desabrochó la capa, le quitó la tira y después de pasar su mano por su cabeza le dijo: ¡ya quedaste hermanita!, Mariana había estado llorando durante todo el corte, se secó las lagrimas, tenía los ojos hinchados pero al verse bien en el espejo dijo: ¡me veo increíble!, ¡pensaba que quedaría horrible!, podía verse el gusto en su cara, no dejaba de tocarse la cabeza mientras se miraba en el espejo, Andrea dijo: ¡sigues tú!, traté de salir corriendo pero se interpuso en mi camino, Mariana usó de banquito la silla, caí sobre ella, Andrea me amarró igual que a Mariana, fue por la tira, me la puso, comenzó a jugar mi cabello, Mariana hizo lo mismo, yo estaba temblando y Mariana dijo que quería llevarse mi cabello, Andrea fue por la escoba para barrer lo que le había cortado a Mariana, terminó muy rápido, pasó su mano por mi cabello y fue por la capa, me la puso, yo estaba temblando, Andrea me dió un pequeño masaje para calmarme, me dijo: ¡tranquilo, estás en muy buenas manos!
Andrea sacó algo para la maquina, tomó una de las que colgaban en la pared, le puso el peine, se acercó a mi, pasó una mano por mi cabello, luego me dijo: ¡te vas a ver muy bien cuando termine!
Le pregunté: ¿cuanto crees que mida mi cabello?, su respuesta fue: ¡yo creo que unos 20cm, te creció mucho desde que te conocí, a pesar de que te lo despuntabas cada cierto tiempo, ella vió mi cara de sorpresa, luego me dijo: ¡soy estilista, sé cuando alguien se despunta el cabello!
Me sentí bastante apenado de no haberle pedido nunca a ella que lo hiciera, Andrea me sonrió y dijo: ¡tranquilo, no me molesta no ser quien lo despuntara!, para se sincera, ¡prefiero ser la que lo va a cortar por primera vez!
Andrea encendió la maquina detrás de mi cabeza, ella metió la mano en mi cabello y lo levantó para poder cortar en la parte posterior, inclinó mi cabeza al frente, pegó la maquina a mi cuello, di un pequeño salto por un escalofrío, ella se rió, esperó a que se me pasara y comenzó a deslizar la maquina hacia arriba, una gran cantidad de cabello fue cayendo sobre mis hombros y deslizando por la capa hasta mis piernas, Andrea deslizó la maquina por segunda vez, no dejaba de caer cabello, aquello me preocupaba un poco pero me preocupaba mas que mientras Andrea cortaba mi cabello yo me sentía muy excitado, por suerte mi erección se camuflaba con la capa y la gran cantidad de cabello que había sobre ella en ese momento. Mariana dijo: ¡wow, no puedo creer que tuvieras todo ese cabello!, se le notaba muy contenta observando, yo trataba de fingir que lo estaba odiando, Andrea se pasó a mi lado izquierdo, levantó el cabello, puso la maquina a la altura de mi patilla y antes de deslizarla dijo: ¡si eso te sorprendió, no tienes idea de lo que viene!, ¡prepárate hermanita, porque vas a disfrutarlo mucho!

Inclinó mi cabeza hacia el otro lado, lo hizo un poco mas de lo normal, deslizó la maquina hasta arriba, fue quitando poco a poco todo mi lado izquierdo, cuando por fin terminó con eso se pasó al lado derecho, repitió todo el proceso, yo estaba muy excitado, me daba mucha pena estarlo, Andrea dijo que era normal mientras se reía, yo no le entendí al principio y sin darme cuenta ya solo le faltaba cortar la parte superior para terminar la primera parte del corte, eso lo supe por qué ella me lo dijo, Mariana se acercó para acariciar mi cabeza, dijo que se sentía genial la diferencia entre la parte superior y los laterales, Andrea aprovechó a Mariana y le pidió que inclinara mi cabeza al frente, Mariana lo hizo con gusto, Andrea me pidió perdón, levantó con una mano mi flequillo y con la otra lo fue cortando con la maquina, aquello parecía una especie de tortura en lugar de un corte de cabello, cuando terminó con el flequillo dijo: ¡perdón pero necesitaba que tu cabello fallera sobre la capa para poder juntarlo, Mariana siguió sosteniendo inclinada mi cabeza, Andrea metía sus dedos para levantar el cabello y con la otra mano deslizaba la maquina desde mi frente hasta atrás, lo hacía lentamente pero sin tenerme piedad alguna, con cada pasada yo me excitaba más, mientras seguía cayendo el cabello de mi cabeza, cuando ya no quedaba cabello para cortar, Andrea apagó la maquina, le pidió a Mariana que me soltara, acariciaron mi cabeza y dijo: ¡te vas a ver muy bien cuando termine!, ¡te dije que tus rasgos destacarían mucho!
No supe que responder, Andrea sacó una bolsa, se la dió a Mariana, me quitó la capa con cuidado y lograron echar la mayoría de mi cabello en la bolsa, luego levantaron el que estaba en el suelo, terminaron, Andrea me volvió a colocar la capa, fue hacia su mueble por la maquina, le cambió el peine y se acercó a mi, acarició mi cabeza, puso una mano en mi nuca, colocó la maquina sobre mi frente, me soltó una sonrisa y deslizó la maquina desde mi frente hasta atrás, aquello se sentía genial, solté una sonrisa leve y ella lo notó, siguió deslizando la maquina mientras se podía ver lo mucho que disfrutaba el proceso, yo pensaba que no estaba cortando casi nada pero cuando vi la capa me di cuenta de que si caía algo de cabello, ella continuó y cuando casi terminaba pasó su mano sobre mi cabeza, me acarició pero al mismo tiempo iba tirando cabellos que quedaban sueltos, me dijo: ¡perdón por lo de hace un rato!, fue la manera que se me ocurrió para que no costara mucho juntar tu cabello, le dije que no había problema, ella terminó con la parte superior, fue nuevamente a su mueble, escuché el clic de la maquina, se pasó a mi lado izquierdo y comenzó a deslizar la maquina desde la patilla hasta la sien, aquello se sentía muy diferente, estaba cayendo aún más cabello, no podía ver bien en el espejo pero parecía que casi lo estaba cortando todo, Mariana dijo: ¡ahora si parecerás un chico!, aquello me hizo sentirme raro, Andrea me dijo: ¡tranquilo, sé que es muy corto pero te vas a ver muy bien!
Sus palabras me tranquilizaron un poco, ella se pasó a mi lado derecho, repitió el proceso, cuando terminó se quedó muy pensativa, le quitó el peine a la maquina, movió algo y repitió el proceso del lado derecho, lo hizo muy rápido, la maquina casi tocaba directamente la piel, parecía una tontería pero se sentía bastante diferente, se regresó al lado izquierdo, repitió el proceso aún mas rápido, luego puso una mano sobre mi cabeza, la inclinó un poco, puso la maquina en mi cuello y la deslizó hasta la coronilla, con cada pasada caían unos 2cm de cabello, se sentía genial, le pregunté si eso era lo que le llaman la cero me dijo que no, siguió cortando mientras me explicó que lo primero fue un numero 6 para no cortarlo todo directamente, luego pasó el numero 3 arriba, lo siguiente fue un numero uno pero no le convenció y después de pensarlo un poco eligió pasarme la media para que no quedara al cero en mi primera vez.
No entendí bien a que se refería con los números de la maquina pero siempre había escuchado que la maquina al cero no dejaba cabello, así que si Andrea no la había utilizado significaba algo bueno, Andrea cambió el peine de la maquina para unir la parte superior con las demás, mientras lo hacía la notaba muy pensativa, le dije: ¿pasa algo?, ella me sonrió y antes de que pudiera decir algo, Mariana dijo: ¡se muere por dejarte mas cortito el cabello!
Andrea le pidió que se callara y le pregunté: ¿habría mucha diferencia con lo que quieres hacer?
Andrea me dijo un poco apenada: ¡no sería tanto!, te pasaría la maquina al dos arriba, son unos milímetros de diferencia pero creo que me gustaría dejarte de esa manera, ¡te prometo que no cortaría mas que eso!
Vi su cara de que de verdad quería hacerlo y le dije: ¡puedes hacer lo que quieras mientras siga sentado en la silla!, se puso muy contenta al escucharme, fue por el peine de la maquina y me dijo: ¡ten cuidado con lo que dices!, podría tomármelo enserio…
Me dejó con miedo al escuchar su última frase, se acercó con la maquina, la encendió, justo antes de pegarla a mi frente dijo: ¡era broma lo último que te dije, gracias por darme permiso para esto!, en cuanto terminó su última frase, la maquina se deslizó por mi cabeza, yo no sabía si Andrea se había dado cuenta de lo mucho que disfrutaba mientras ella cortaba mi cabello, la notaba muy contenta deslizando la maquina hasta que terminó de dejarlo como quería, acarició mi cabeza, tenía ganas de besarla pero me daba pena hacerlo, mas aún frente a su hermana, ella cambió el peine, terminó de conectar la parte superior con los lados y parte posterior, fue por una maquina pequeña, la utilizó para dar forma a las patillas y contorno, luego aplicó crema de afeitar en esa parte y me afeitó con una navaja, cuando terminó fue por un cepillo extraño, lo pasó por mi cabeza para limpiar de pequeños cabellos que pudiera haber dejado, me quitó la capa, luego la tira del cuello y dijo: ¡ya quedaste listo!
Me levanté para acercarme al espejo, no me reconocía, me dió miedo pasar mi mano por mi cabeza pero se sintió genial, Mariana y Andrea se acercaron para tocar mi cabeza, se veía que les gustaba mucho, Mariana dijo: ¡bueno, pues creo que mi trabajo aquí se a terminado!, logré hacer que te cortaras el cabello por fin, me llevaré mi premio a casa. Andrea le dió un abrazo, le dió las gracias por ayudarle a convencerme y mientras se estaban abrazando Mariana le quitó las tijeras que traía Andrea en el pantalón, Andrea se quedó inmóvil, Mariana levantó el flequillo de Andrea, estaba demasiado largo pero Mariana no tuvo piedad, lo cortó a la altura de sus ojos, se lo quedó en la mano, le dijo: ¡ahora si terminó mi trabajo!, ¿no creíste que te podrías quedar sin corte o si hermanita?
Andrea solo sonrió y dijo: ¡pensé que si, pero me acabas de demostrar lo contrario!
Mariana guardó el flequillo de Andrea en otra bolsa, se despidió de nosotros, Andrea se miraba en el espejo y parecía que quería llorar, me acerqué para abrazarla, por suerte se dejó, antes de que le salieran las lagrimas me pidió que cerráramos el negocio, ya era tarde y no había gente, así que le ayudé a cerrar,
Después de que cerramos Andrea me contó que a su hermana le gustaba apostar con otras personas sobre su cabello, nunca se lo había cortado tanto pero suponía que igual que para mi era como ganar si ambas cortaban su cabello, para ella era parecido, por eso propuso la idea de los cortes, Andrea llevaba mucho tiempo dejando crecer su cabello y por eso fue un poco fuerte aguantar que su flequillo fuera cortado tan drásticamente, no sabía que decirle para que se sintiera mejor, yo no la obligaría a que se hiciera el corte que habían dicho, ella fue por las tijeras, se paró frente al espejo y comenzó a cortar su flequillo por arriba de sus cejas, cuando terminó de dejarlo a su gusto me volteó a ver, no necesito preguntarme nada y le dije: ¡te queda genial!
Andrea me sonrió, me fue a abrazar y me dijo: ¿si me dejara el cabello cortito serías mi novio?
Aquellas palabras me sorprendieron mucho, mi respuesta fue: ¡así como estás ahora yo sería tu novio!, ¡sin importar el corte que traigas yo sería tu novio!
Andrea se puso muy contenta, me dijo: Mariana solo estará contenta hasta que cumpla con mi parte del trato así que espero que andes preparado para cuando llegue ese momento.
Le pregunté: ¿entonces desde hoy ya somos novios?
Me dijo que tenía que esperar a que cumpliera con su parte del trato, no quería que cambiara de opinión al verla, le dije que eso no me importaría pero insistió en que había que esperar, parecía tener algún miedo pero no quizo contarme, la invité a cenar cerca de su casa, después la regresé y me despedí de ella.
Al día siguiente recibí un mensaje de ella que me decía si iría al gym, le dije que si, se disculpó por no poder ir pero tendría que resolver un asunto y comprar unas cosas, por último me dijo: ¡espero estar en mi negocio cuando salgas del gym!, ¡ojalá que te de tiempo de pasar a ver si ya estoy ahí para que te quedes un rato como siempre!
Le dije que no se preocupara, que tenía pensado no romper con aquella costumbre.
El resto del día transcurrió de buena manera, fui al gym, pasé antes por el negocio de Andrea pero estaba cerrado, aquel día por alguna extraña razón anduve muy motivado, varias personas me comentaron en broma que mi corte me daba mas fuerza o algo así, no eran normales las ganas con las que andaba ese día, antes de irme del gym se acercaron dos chicas que conocían a Andrea, nunca se me habían acercado pero en esa ocasión fueron demasiado amigables, me felicitaron por cambiar de look después de tanto tiempo, acariciaron mi cabeza y me dejaron sus números de teléfono por si se ofrecía, me retiré del lugar bastante sorprendido pero contento, pasé al negocio de Andrea, ya estaba abierto, no la vi rápido y supuse que estaría en el baño o algo así, me acerqué a la silla de corte, lo hice con bastante miedo de que me vieran me senté y recordé todo lo que pasó durante el corte que me dió Andrea el día anterior, me senté, estuve girando en la silla, fue bastante divertido, quedé mirando a la calle para no ser sorprendido si alguien entraba, de pronto me taparon los ojos, me arrastraron un poco hacia el mueble y me dijeron: ¡a alguien le gustó mucho recibir un corte el día de ayer!
Me puse demasiado nervioso pero reconocí la voz, eso me hizo mantener la calma, escuché ruidos en el mueble pero no supe de que eran, me taparon los ojos con una tira, tocaron mi nuca y me dijeron: ¡ayer quedé con ganas de pasarte la cero por toda la cabeza, escuchar esas palabras me dió un poco de miedo, quería llorar, escuché un ruido, habían tomado algo y después de un clic comenzó a sonar un zumbido, sabía lo que pasaría, mis piernas no respondían y dije : ¿si me dejo aceptarías ser mi novia?
Andrea me abrazó por detrás y dijo: ¡sí, si me dejas lo aceptaría!
Con voz muy baja solté la frase: ¡hazlo entonces y no pares aunque te lo ruegue!
No podía verla pero sabía que tenía una gran sonrisa en la cara, la maquina estaba a punto de tocar mi piel cuando se apagó y Andrea dijo: ¡no puedo hacerlo!, al menos no ahorita, me tranquilicé, ella me pidió que me levantara, di unos pasos para alejarme, ellas se sentó en la silla, me pidió que me girara y quitara lo que cubría mis ojos, lo hice lentamente y la vi sentada en su silla de corte, giró lentamente para que pudiera verla bien cuando quedó nuevamente frente a mi se levantó, me se dió la vuelta de pie y me dijo: ¿cómo me veo?
Estaba muy sorprendido, le dije: ¡te vez muy bien!, preguntó si estaba seguro y le confirmé mi respuesta, ella me abrazó, en el abrazó aproveché para acariciar su cabeza, le pregunté si ese corte cumplía con el trato de Mariana, dijo que Mariana había presenciado el corte y lo había aprobado, le pedí acariciar su cabeza, se dejó, luego me dijo: ¡si quieres cuando crezca puedo intentar el otro corte!
Solo le sonreí, le dije que eso sería decisión suya si quería intentarlo, le pregunté que tan corto era su corte y dijo: ¡quedó todo al numero 3!,
Me contó que en el proceso de su corte decidió cortarlo mas para quitarse la idea que tenía de verse mal con cabello corto, que desde pequeña traía ese problema, era debido a que su mamá la había llevado con una amiga para que practicaran, el corte no fue Bienv realizado y sufrió varias burlas, por eso no se volvió a dejar corto el cabello, pero mientras se lo cortaban comenzó a ver que se veía bien, decidió pasarse la maquina y mostrar que se veía bien.
Después de contarme toda la historia me dijo: ¿después de verme así, aún quieres ser mi novio?
Mi respuesta fue que si, antes de que pudiera besarla dijo: pero tengo una condición, ¡quiero que te sigas dejando cortar el cabello y de preferencia no vuelvas a tenerlo largo!
Lo pensé unos momentos, me acerqué para abrazarla, la cargué, le di un beso y le dije: ¡acepto tu condición!, ¡puedes cortarlo cuando tú lo desees!



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