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De último momento by THFTD


Esta es otra de esas historias muy interesantes que ocurren mientras uno trabaja en este asunto de la barbería.

Ocurrió la semana anterior, en mi ciudad por estas fechas los chicos de preparatoria andan agendando citas para cortarse el cabello o son arrastrados por sus padres... pues por estas épocas suelen tomarse las fotos de anuario y de la documentación requerida para que los chicos egresen de las escuelas.

Esto ocurrió con un adolescente de unos 17 años, venía del hombro con su padre.

— Ey, ¿tendrás espacio para un pibe? —. Me dijo el padre del chico, desde la puerta del local.

Vi mi reloj e hice una mueca, era mi hora de almuerzo y no suelo recibir, ni agendar clientes a esa hora, le eché un vistazo al chico de pies a cabeza, era de estos jóvenes muy en tendencia con ropa oscura, cadenas en todas sus prendas, piercings y un cabello estilo "libro" o "curtain's cut" bastante largo y grueso, suponía que me pedirían algo a tijera y que sería bastante tardado como para poder comer y descansar antes del siguiente cliente en la lista.

— Uff, me temo que es mi hora de almuerzo —. Le dije al padre, mientras de reojo miraba como se le dibujaba una sonrisa al chico.

— Entiendo, pero es mi última opción... verá el jovencito acá tiene unas fotos del cole bien importantes dentro de 1 hora, le pago el doble pero deme la mano —. Dijo el padre buscando su cartera.

Era tentador, además si es uno de esos cortes a tijera podría cobrarlo ligeramente más caro, y quien se negaría a esa propuesta del doble.

— Esta bien, que suba a la silla —. Le dije al padre mientras iba a recoger mis herramientas.

El chico frunció el seño, mi teoría era correcta y parece ser uno de esos jóvenes que llevan al límite la orden de sus padres sobre cortarse el cabello hasta que se salen con la suya. Pero a este se le había acabado la suerte.

— Ya oíste, sube para terminar rápido con esto —. Le dice el padre al chico en un tono algo molesto.

El chico de muy mala gana se quita su abrigo y camina hasta la silla, donde lo recibo con una manta negra y un trozo de papel higiénico que puse alrededor de su cuello.

— ¿Solo un recorte? —. Pregunté mientras cepillaba el cabello del chico.

— Si... —. Respondió el chico.

— No, cortale bien bajito —. Interrumpió el padre.

Noté como el chico tragó saliva y me giré a ver de frente al padre, pues era quien iba a pagar.

— Todo el mes le insistí que se arreglara el cabello para la foto, y mira... a última hora —. Decía el padre algo histérico.

— ¿Entonces? —. Pregunté con intriga.

— Corte militar, para que aprenda a hacerme caso y deje de estorbarle esa melena que se carga —. Dijo el padre con autoridad.

— ¡Pero papá! —. Protestó el chico.

— ¿0 y 4? —. Pregunté nuevamente.

— Más corto, 0 y 2 para que le dure ya que no le gusta ir a cortarse el cabello cuando se lo piden —. Dijo el padre.

— Se van a burlar de mi —. Dijo el chico con la voz al borde de llanto.

— Que importa, además ya te hacia falta un corte de verdad pareces trapeador —. Dijo el padre mientras sacaba un cigarrillo.

— Todo tuyo —. Agregó antes de salir a fumar.

Para mi, era excelente esa decisión sádica del padre, cobraría lo de dos cortes y tardaría 20 minutos aproximadamente, quizá para el chico no sonaba tan bien... llevaba el flequillo hasta los labios y tenía un cabello relativamente bien cuidado.

Comencé con mi trabajo y giré al chico de espaldas al espejo, al menos así no vería como era cortada toda su melena. Coloqué la peineta número 4 en la maquinilla, la encendí con un *klak* y toda la sala se hundió con el sonido zumbante.

Comencé subiendo lentamente por su mejilla derecha, eliminando todo el cabello de sus patillas y subiendo hasta la coronilla, con cada movimiento que hacía se desprendían mechones importantes de cabello y el zumbido constante de la máquina era interrumpido por uno zumbido más fuerte ocasionado por el cabello cortado.

El chico se limitaba a hacer gestos cada vez que la máquina era enterrada en su cabeza, supongo no la estaba pasando muy bien.

Cuando terminé de cortar la parte trasera y los costados del chico, pasé a la parte superior. Sacudí la cabellera del chico, tomé un peine y tire de su flequillo hacia atrás para poder introducir las cuchillas cubiertas por el protector justamente en la parte central de su frente, el cabello se desprendió de una manera muy fácil, y seguido del pase de la máquina quedó un surco de cabello cortado que dejaba expuesto apenas los 4mm de cabello.

Terminé de cortar toda la parte superior con la número 4 justo cuando el padre volvió a entrar en el local.

— Ya se comienza a ver como un adolescente decente —. Dijo el padre con una risa pícara.

Yo estaba buscando en uno de los cajones la peineta del número 2.

— Por cierto, ¿Quiere que corte parejo con la 0 o hago un desvanecido? —. Pregunté al padre.

— Para que vea lo benevolente que soy, que escoja el —. Dijo el padre.

— El desvanecido porfavor —. Dijo al instante el chico.

Giré al chico nuevamente, ahora de cara al espejo, cuando el joven se vio a sí mismo sin su melena, su primera reacción fue fruncir el ceño... más que triste, parecía enojado.

Volví a pasar por toda la cabeza la maquina, ahora con la número 2, el chico cambió la expresión por la de sorpresa al ver que su cabello era cortado aún más pequeño.

Quité la peineta y ahora con la 0, con las cuchillas desnudas de la máquina comencé a subirlas lentamente por mejilla hasta la altura se sus cejas aproximadamente, marqué una línea alrededor de su cabeza con la misma altura y limpié toda la parte que quedaba por debajo de dicha línea.

Finalmente seguí con el proceso del desvanecido, borrando las líneas e intercalando las peinetas. Como acto final detallé el corte colocando espuma para afeitar en su cerquillo, patillas y nuca, dando esa forma cuadrada y afeitando respectivamente.

Liberé al chico de la capa y el papel higiénico, tomé un espejo de mano y le mostré como se veía su corte... el joven intentaba no verse en el espejo y solo peinaba su ceja mientras esperaba ansioso por bajar de la silla.

El padre pagó y se despidieron, no sin antes agendarme una cita dentro de 3 semanas.


Dato curioso: Mi sobrino es amigo del chico, y me pasó unas fotos del antes y después de su cambio, es bastante increíble todo el cabello que le fue cortado.




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