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estilista secreta 3 by FCM Historias
Cuando terminó de secarme nos salimos del baño, ella me puso mi ropa, aunque no podía ponerme la playera, dijo que no importaba, no tenía mal cuerpo, así que si alguien me lograba ver no me daría pena, se vistió y salimos de la estética por una puerta diferente, me tapó los ojos y me subió a su camioneta, yo Tenía pena de que me vieran sin la playera, vi a una chica mientras íbamos de camino a donde ella quería, me puse muy nervioso y me dijo: ¡tranquilo!, no puede verte la chica, los vidrios están polarizados, comenzó a reírse, yo me calmé y luego me reí, fuimos a su casa, me sorprendió que mi auto estuviera ahí, no le pregunté nada, entramos a su casa y ya que cerró la puerta me dijo: ¿te gustó tu castigo?, -la verdad me hubiera gustado mas si no estuviera atado, -tú fuiste de fisgón a mi trabajo, ¡eso es lo menos que te merecías! -bueno, creo que tienes razón,, no debí llegar de esa manera, -lo bueno es que reconoces tus errores, te voy a desamarrar y te haré una pregunta, ¿te parece bien?, -sí, me parece perfecto, ella comenzó a quitarme las esposas, cuando terminó me abrazó y me dijo: ¿estás listo?,-si, estoy listo para tu pregunta, sobre el sillón está una playera, es toda tuya por la que te rompí, te la puedes llevar ahora mismo si quieres, pero hay otra segunda opción, -¡cual es esa segunda?, quiero saber si estás dispuesto a dejarte hacer lo de hace un rato, se haría cuando y donde yo quiera, pero también quiero otra cosa, -dilo y no me sigas creando dudas, puso su mano en la parte superior de mi cabeza, revolvió el cabello con la mano y dijo: ¡esto es lo que quiero!, lo vas a perder cada que yo lo desee,, ¿quieres ser mi novio a cambio de eso?, me dejó de abrazar, me quedé pensando si de verdad quería aceptar esas condiciones, ella me miró y dijo que esperara un poco, fue por algo para tomar, me dio un vaso y dijo:: ¡ya sabes lo que quiero!, creo que llevamos conociéndonos suficiente tiempo, me gusta mucho estar contigo pero entiendo que puedas no querer aceptar lo que te propongo, iré a mi cuarto, te daré 10minutos y te quiero en el baño, si no te encuentro ahí te vendré a buscar para despedirnos y podemos quedar como amigos, si llegas a querer en algún momento un corte puedes llegar a mi trabajo, ¡pero de verdad espero que aceptes!, se dio la vuelta y caminó hacia su cuarto, yo me senté en el sillón, me puse la playera que me regaló, lo pensé un poco y caminé hacia el baño, entré, encendí la luz, me senté en la bañera y recordé la primera vez que la conocí, como me quitó todo mi cabello, estaba recordando y sentí que si quería eso, pero tenía ganas de que ella también me dejara elegir sobre su cabello, estaba sentado en la bañera perdido en mis pensamientos, cuando sentí que me tocaban la espalda, me puso las manos bajo los brazos, me hizo levantarlos, me sacó la playera y dijo: ¡no puedo creer que si estés aquí!, no sabes lo contenta que me pone tu decisión, ella se acomodó para envolverme con sus piernas, yo cerré los ojos, ella me jaló del cabello y quedé mirando hacia arriba, seguía con los ojos cerrados, me pidió que los abriera, lo hice, ella me dio un beso, y me dijo: antes de empezar, ¿estás completamente seguro de que aceptas mis condiciones?, cerré los ojos y le dije que si, ella tomó la maquina, la encendió para probarla, y dijo: ¿puedo comenzar entonces?, sin pensarlo le dije que si, pero quería preguntar algo antes, -pregunta sin miedo, -yo sé que perderé todo mi cabello esta vez, pero quiero saber, ¿yo podré elegir sobre el tuyo también? Mi pregunta le sacó una sonrisa gigante, me dijo que lo pensaría, eso bastó para contentarme y sin darme mucho tiempo, inclinó mi cabeza al frente, la maquina comenzó a zumbar, yo respiré profundo y ella la subió desde la base de mi cuello hasta la coronilla, por alguna razón me gustó demasiado, ella dio una segunda pasada, pasó sus uñas por esa parte y supe que aún quedaba algo, siguió dando pasadas mientras yo me excitaba, sentí que cortó detrás de mi oreja izquierda, empecé a relajarme, ella siguió cortando en esa área, luego lo hizo detrás de la oreja derecha, por momentos pasaba su mano, luego sus uñas y yo no pude contener mi erección, ella sabía lo que provocaba, inclinó mi cabeza hacia la izquierda y comenzó a subir la maquina desde la patilla hasta la sien, lo hizo bastante rápido, habían pasado varios meses y mi cabello estaba bastante largo, yo no podía creer que tan pronto ya no tuviera la mitad sobre mi cabeza, inclinó mi cabeza hacia la derecha, cuando recargué sobre su pierna sentí genial, ella repitió el proceso del otro lado, montones de cabello terminaban de caer sobre la bañera, ella pasó la maquina de una manera que mi erección fue mas grande, cuando ella terminó comenzó a acariciar mi cabeza, me dijo lo mucho que le gustaba, luego me tomó de la parte superior, me hizo mirar hacia arriba, se veía muy contenta, le sonreí, colocó la maquina sobre mi frente y la llevó hasta atrás, se sentía demasiado bien mientras pasaba la maquina y mi cabeza tocaba su piel, aunque aún me quedaba algo de cabello, solté un gemido sin querer, a ella le dio gusto escucharme, me dijo que cuando terminara se encargaría de mi amigo de abajo, las pasadas fueron bastante lentas hasta que terminó de cortarlo todo, me inclinó hacia el frente, se sacudió los cabellos que le quedaron encima, volvió a encender la maquina y comenzó a deslizarla nuevamente en la parte posterior, esta vez iba bastante mas rápido, me dijo que estaba pasando la maquina sin protector, no tuve problema con que lo hiciera, inclinó mi cabeza a la derecha, fue pasando la maquina, yo no podía creer que por segunda vez me estuviera dejando rapar, cuando inclinó mi cabeza al lado contrario me gustó aún mas la sensación de mi cabeza contra su pierna, ella dijo que le gustaba sentir mi cabeza en ese lugar, me terminó de pasar la maquina del lado derecho, cuando mi cabeza recargó sobre ella , puso su nano sobre mi frente y no me dejó despegarme mientras pasaba la maquina sin levantarla, disfruté mucho mientras cortó lo último de la parte superior, se aseguró de que todo estuviera parejo y me soltó, me quitó sus piernas y se sacudió un poco, me dijo que me acomodara bajo la regadera, el agua fría se sintió mejor que nunca, luego la medió, quitó el tapón de la bañera, pude ver como todo se iba por el hueco, pensé en llorar un poco pero la verdad estaba contento, ella volvió a la bañera, colocó el tapón y comenzó a llenarse, me levanté, la jalé hacia mi, la comencé a besar bajo el agua de la regadera, empezamos a calentarnos y ella me pidió que la siguiera al lado contrario, me acomodé, ella fue a cerrar la llave, había otra de nuestro lado pero el agua saldría del otro, le abrí espacio para que se sentara detrás de mi, había una especie de escalón, ella se sentó ahí, quedó un poco arriba de mi, ella me echaba agua sobre la cabeza, no dejaba de acariciarme y me hundió la cabeza, pensé que estaba loca, pero al verle su cara me calmé, ella me pidió repetirlo, ladeé y después de sacar la cabeza me dijo si estaba listo para el final, no entendí la pregunta pero antes de que le respondiera ella me pidió que me calmara mientras aplicaba algo en mi cabeza, casi cubrió toda mi cabeza con algo que se sintió un poco frío, dejó libre la parte posterior, me acomodó de forma que recargué un poco sobre sus pechos, eso me relajó, ella tomó algo y me dijo: ¡te voy a comenzar a afeitar!, mis nervios se hicieron evidentes, a mi nadie me había pasado una maquina hasta que la conocí, menos creí que me afeitarían alguna vez, quería levantarme y salir corriendo pero mi cuerpo no respondió, colocó el rastrillo a la altura de mi frente y con cuidado lo llevó hacia atrás, no era la posición mas cómoda pero ella logró hacerlo, comenzó a dar pasadas de esa manera, yo casi me corrí con la sensación de las navajas desprendiendo lo que quedaba de mi cabello, cuando terminó de pasar el rastrillo por toda la parte superior, tomó agua y limpió un poco esa parte, besó mi cabeza, la lamió un poco, aquello se sintió increíble, succionó con los labios y volvió a lamer, yo logré no correrme, ella acomodó mi cabeza para comenzar a pasar el rastrillo del lado derecho, inició a la altura de la patilla, lo llevó hasta arriba con cuidado, yo solté unas lagrimas pero de lo bien que se sentía, ella no se dio cuenta por estar detrás de mi, siguió pasando el rastrillo hasta quitar la crema de afeitar, con mucho cuidado movió mi cabeza para afeitarme detrás de la oreja, acarició mi cabeza al terminar y me acomodó para afeitar el lado contrario, comenzó detrás de la oreja y continuó después con la otra parte, cuando quedó satisfecha volvió a lamerme la parte superior, me pidió que me hiciera al frente, inclinó mi cabeza y empezó a aplicarme la crema en esa parte, luego tomó su rastrillo y lo pasó con mucho cuidado desde la base del cuello hasta la coronilla, lo hacía con tanto cuidado que no pude evitar sentirme en buenas manos, me sentí muy tranquilo mientras ella terminaba, al terminar me pidió que acariciara mi cabeza, dirigió mi mano y no podía creer que estuviera tan suave, ella estaba muy contenta, utilizó su mano para limpiar la parte posterior, cuando terminó se inclinó para llegar bien y repitió eso del beso, luego lamió, succionó y cuando me lamió me sacó un gemido, me pidió que quitara el tapón, se fue lo que había caído en el agua, lo puse y nos pasamos al otro lado, cuando ella se acomodó yo le metí mi pene en la boca, ella lo jugó muy bien, yo me corrí dentro de su boca, esperé a que no saliera nada y se la saqué, luego la besé y la jalé un poco hacia mi para besarla mas, al separarnos nos quedamos mirando, me dijo lo mucho que le gustaba lo que me hizo y sin pensarlo le dije: ¿quiero repetir esto después!, -ten por seguro que así será, -¿podré decidir sobre tu cabello? Me sonrió, me dio un beso y dijo: ¡pensé que nunca lo volverías a pedir!, si, si podrás hacerlo, ¿podré raparte si lo deseo?, dirigió la mirada hacia otra parte y cuando la regresó a mi me dio un beso, luego me dijo: ¡me da miedo eso!, la primera vez pensé que me harías eso y aunque si quería me dio mucho miedo, ¡vamos con calma y tal vez si te deje…!