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apostando con la maestra 2 by FCM Historias


Pasaron unos meses la maestra Brenda dijo que tendría que irse, esperaba que todo saliera bien y si la maestra se ubicaba podrían darle la plaza para quedarse, la verdad es que esa noticia no me agradó tanto, me caía bien la nueva maestra a pesar de que me hubiera ganado la apuesta, aún quería mi venganza pero parecía que ya no la podría tener, a menos que ella me pidiera apostar nuevamente, yo no tenía el valor de proponerle algo así, menos desde que me arrancó todo mi cabello, no me sentía con el cabello suficiente para volver a apostar.
Faltando un día para que se fuera ella me dijo: ¡ya está largo ese cabello!, me tomó por sorpresa y no pude decirle nada, se rió y me dijo: ¡tranquilo, creo que me tienes miedo!, yo solo te cobré nuestra apuesta, a tu novia le gustó el corte y tu no te la pasaste mal, creo que actualmente no valdría la pena apostar todo mi cabello contra el tuyo, pero si te crece lo suficiente sabes dónde buscarme, yo con todo gusto puedo cortarlo si quieres, claro que apostar sería mas divertido pero creo que si te costaría volver a hacerlo, no sabía que decirle, -si quiero su cabello cuanto me tendría que crecer para volver a apostar, me preguntó si podía tocarme el cabello, acepté y después de hacerlo se quedó pensando, -con otros 7cm más de lo que ya tienes acepto una apuesta igual que la última, pero esta vez te afeito, si consigues otros 4 o 5cm, apostamos pero yo te puedo afeitar si quiero y tú solo podrías elegirme un corte de chico o pasarme la maquina con el numero mas grande, me quedé pensando, ella me pidió mi teléfono, se lo di, me llamó para que guardara el suyo, -¡cuando quieras perderlo me avisas!, acarició mi cabello y se alejó, Mali me preguntó por nuestra conversación y le conté, ella me dijo que si quería mi desquite me ayudaría a dejar crecer mi cabello, -¿en realidad deseas que pierda para verme otra vez así?, -sí, me gustaste mucho así, pero no quise obligarte a cortarlo igual o cerca de eso, me dió un beso, -perdón por estar de su lado pero me gustó verte siendo rapado, después de eso nos fuimos caminando a casa.
Pasaron los meses necesarios y mi cabello continuó creciendo, llegué a la primera medida que me dijo y pensé que no importaba si no podía arrancarle todo el cabello, con lo que ganaría sería suficiente, andaba hablando con Mali sobre el tema y me dijo que le agradaba la idea, estaba por mandarle un mensaje a la maestra cuando me interrumpió alguien, me acarició la cabeza y dijo: ¡hola, cómo estás!, comenzó a reírse y dijo: de verdad pensabas mandarme un mensaje, parece que ya te creció tu cabello, -¡ya lo tiene de la primera medida que le dijo!, -¿entonces quieres apostar?, yo estaba nervioso, traté de calmarme, -¡sí, la verdad es que si quiero!, me dijo que le agradaba la idea, a ella también le había crecido su cabello, me dijo que iría a comprar unas cosas pero que al día siguiente podíamos vernos en su casa para la diversión, acepté su propuesta y me acarició el cabello, se retiró y en cuanto se fue Mali no dejó de reír, fue muy curioso que andábamos pensando en ella y resultó que la terminamos invocando, Mali dijo que estaba segura de que ganara, que esta vez todo sería diferente, dijo que sería muy divertido ver como le desprendían todo ese cabello bonito, bueno, no todo por desgracia pero la mayoría si, nos pusimos a imaginarnos el momento y me llené de confianza, fuimos a comer algo y la fui a dejar a su casa, antes de despedirnos me dijo que no me preocupara, que pasara lo que pasara sabía que ella se quedaría conmigo, que estaba segura de que yo podía ganar, nos besamos y me fui a casa. Al día siguiente estuve muy tranquilo, no parecía tener miedo de nada y todo me salía muy bien, le mandé mensaje a la maestra y me dijo que después de que saliera de la escuela ella estaría libre, que podía llegar sin problema, le avisé a Mali, ella dijo que me acompañaría, le contó a Andrea y dijo que ella quería ir con nosotros, que la vez anterior nadie le avisó nada y no pudo presenciar mi corte, termine aceptando que fuera, al terminar las clases las esperé a que salieran, nos fuimos a casa de la maestra, en el camino Andrea no dejó de jugar mi cabello, buscaba ponerme nervioso pero no lo consiguió, llegamos a casa de la maestra, tocamos su timbre y esperamos a que nos abriera, se emocionó de vernos, -¡que bueno que no viniste solo!, nos invitó a pasar, fuimos a un cuarto que tenia para trabajar, me entregó una hoja, dijo que ese texto era el que tendría que corregir, acordamos lo mismo de la vez anterior, me concentré para realizar la corrección, les dijo a ellas si querían tomar algo, ambas aceptaron, fueron por algo a su cocina, la verdad eso me sirvió mucho para no distraerme, cuando regresaron ya había terminado pero estaba revisando por último, le dije a la maestra que ya había terminado, me dio un refresco mientras se ponía a revisar el texto, yo estaba muy confiado, Mali me preguntó si estaba seguro de ganar, le dije que si, ella sonrió, luego le dijo a la maestra si podía proponer algo, ella le pidió que la esperara un momento, luego le peguntó: ¿que me pensabas decir?, -no sé exactamente como decirlo pero mejor lo haré directo, ¡me gusta su cabello!, quiero verlo todo fuera de su cabeza, la maestra se quedó sorprendida, Mali continuó: sé que él puede ganarle, confío en que sus nervios son de que ya perdió, quiero proponerle que si perdemos usted puede afeitarlo sin problema e incluso yo puedo hacerme un corte, -¿que tanto estás dispuesta a perder?, supongo que si yo puedo querrás dejarme sin nada pero ¿que tanto estás dispuesta a perder?, Andrea intervino y dijo: ¡se lo corta hasta la barbilla!, los ojos de Mali se abrieron mucho, la maestra estaba contenta y le dijo: me agrada esa idea, ¿te cortarías todo eso si yo gano?, Mali esperó unos segundos para responder, -¡sí, estoy dispuesta a hacer eso!, sé que ganaremos, ¡así que no habrá problema!, mientras la maestra seguía revisando dijo que aceptaba, tardó un poco y dijo que parecía que había ganado pero quería que Andrea revisara ese texto por si acaso, Andrea comenzó a revisarlo, Mali mostró su alegría, le acarició el cabello a la maestra y le dijo: ¡esto será nuestro!, su atrevimiento nos llamó mucho la atención, Andrea dijo que había encontrado dos errores, la maestra lo revisó, luego la felicitó, esos dos errores nos hacían perder, Mali me abrazó, la maestra le acarició su cabello, ¡estabas muy animada hace rato!, ¡dónde quedó toda esa confianza!, ¿quien de los 2 va primero?, Mali quería llorar, Andrea le pidió disculpas por decir de los errores, la maestra fue por algo y regresó, nos pidió que la acompañáramos, Mali no quería ir, la maestra se acercó para hablarle al oido y le dijo: ¡vamos guapa!, ´tu serás la primera!, la tomó del brazo, Mali decidió caminar, salimos de la casa, caminamos unas dos calles, doblamos y nos detuvimos frente a un local, entramos y no había gente, nos saludó una chica muy atractiva, la maestra dirigió a Mali, la sentó en la silla, la estilista le puso la capa, le dijo que tenía bonito cabello, que como se lo cortaría, la maestra dijo que ella elegiría, que habíamos perdido una apuesta, pero no quería trasquilarla, le buscó un corte, se lo mostró a la estilista, esta fue por las tijeras, le desenredó el cabello y se lo cortó arriba de los hombros, fue bastante cabello lo que le quitó, luego se lo mojó, comenzó a cortarle más, la verdad es que Mali no dejaba de llorar, la maestra le dijo que por eso no había que andar hablando sin estar seguro de lo que apostaba, tardó un poco el corte y cuando terminaron nos dimos cuenta que no le quedaba nada mal, la maestra le dijo: ¡desgraciada!, yo pensaba que te verías muy graciosa, pero al parecer te queda mucho mejor de lo que pensaba, la estilista le dijo lo mismo, Mali dejó de llorar, Andrea solo la miraba, le quitaron la capa, se miró en el espejo y sonrió, me fue a abrazar, me acarició mi cabello, la maestra dijo que seguía yo, pero no quería que me viera nadie, le pagó a la estilista, nos regresamos a su casa y volví por segunda vez a aquel cuarto que me recordaba mi primera derrota, me puse nervioso, la maestra me llevó hasta su silla, me senté con la piernas temblando, ella me alborotó el cabello, luego sacó su capa, Andrea se acercó para jugar mi cabello, me sonrió en el espejo, Mali se andaba viendo en otro espejo, parecía que le estaba gustando su nuevo look forzado, la maestra sacó su estuche con la maquina, lo abrió, yo cerré los ojos, me resigné, ella conectó la maquina, se paró detrás, me dijo que abriera los ojos o no comenzaría, tuve que hacerlo, ella inclinó mi cabeza al frente, encendió la maquina, levantó mi cabello de la parte posterior, subió la maquina hasta mi coronilla, sentí que el metal tocaba directamente mi cabeza, Andrea se sorprendió al ver como caía mi cabello y quedaba descubierta toda mi cabeza, la maestra siguió pasando la maquina sin piedad alguna, ¡a ver si así dejan de andar apostando!, me quedé callado, ella estaba contenta pasando la maquina, quiero felicitarles a ustedes chicas, en ambas veces me demostraron que si saben encontrar los errores en un texto, yo sabía de esos errores pero necesitaba probarlas, ambas aprobaron satisfactoriamente lo que les puse, dobló mi oreja izquierda y comenzó a pasar la maquina en esa área, mi cabello no dejaba de caer, quería llorar pero entendí que no era el momento para hacerlo, ella levantó mi patilla y la maquina subió lentamente hasta la sien, por segunda vez mientras la maestra me cortaba el cabello me sentía excitado, por suerte no se notaba con todo mi cabello sobre la capa, pronto se acabó mi lado izquierdo, la maestra se pasó al derecho para repetir el proceso, Mali se acercó, me sonrió en el espejo, ¡te vez muy bien!, le di las gracias por el halago, Andrea también me dijo lo mismo, la maestra terminó con todo mi lado derecho, metió sus dedos entre mi flequillo, lo levantó, estaba por pasarme la maquina cuando sonrió, lo soltó y colocó la maquina en mi sien derecha, calculó evitar el flequillo, mientras deslizó la maquina hacia la izquierda, yo solo pude ver en el espejo como todo mi cabello fue arrastrado hacia ese lado, muy poco cayó sobre la capa, casi todo fue a parar al piso, ella realizó lo mismo pero un poco más atrás, después de esa segunda pasada utilizó su mano para tirar lo que se hubiera quedado, dio la siguiente pasada, yo tenía una erección bastante grande bajo la capa, ella colocó la maquina en la parte que limitaba mi cabello restante y lo que ya había cortado, deslizó la maquina hacia atrás lentamente y fue repitiendo eso hasta quedar conforme, volvió a colocar la maquina del lado derecho y la pasó hacia la izquierda, dejando solamente vivo el flequillo, Mali le dijo que eso era muy cruel de su parte pero le dijo que ella decidía como se caía nuestro cabello, que por algo había ganado, colocó la maquina del lado derecho de mi frente, la deslizó muy lentamente, parecía una tortura como la maquina iba tidrando mi flequillo sobre mi cara para terminar sobre la capa, cuando por fin lo cortó todo me puso una mano en la nuca, con la otra pasó la maquina desde el frente hacia atrás hasta asegurarse que no quedó nada sin cortar, la sensación era agradable, sonreí para mostrarle que no me molestaba el corte, ella pasó la maquina por toda mi cabeza, cuando quedó conforme apagó la maquina, la guardó, luego dijo que esperaramos, Mali acarició mi cabeza y me dio un beso, le pedí perdón por haber perdido pero me dijo que no me preocupara, que le estaba empezando a gustar el corte, la maestra volvió con una bandeja, sacó una toalla pequeña y me la puso en la cabeza, tuve que esperar a que me la quitara y después de hacerlo abrió un cajón, sacó una lata, lo agitó, sentí algo frío en la cabeza y al ver el color de lo que estaba esparciendo supe que se venía mi peor pesadilla, terminó de ponerme la crema de afeitar, luego fue nuevamente a su mueble, sacó una bolsa de plástico, la abrió, dejó la envoltura sobre el mueble y nos mostró un rastrillo completamente nuevo, dijo que buscó uno bueno para la ocasión, caminó detrás de mi, inclinó mi cabeza al frente, puso el rastrillo a la altura de mi coronilla y lo deslizó hacia abajo, ese sonido de las navajas quitando los restos que pudiera tener de cabello me gustó, volvió a repetir ese movimiento, yo estaba confundido, quería llorar pero al mismo tiempo no podía evitar que me gustara la sensación, ella siguió pasando el rastrillo, se pasó del lado derecho, con cuidado dio pasadas alrededor de mi oreja, pronto terminó con ese lado, se pasó del lado izquierdo, cada pasada del rastrillo me gustaba más, cuando me di cuenta ella puso el rastrillo sobre mi cabeza y lo empezó a llevar hacia el frente, aquello fue demasiado y derramé alguna gota de semen bajo mis pantalones, ella siguió hasta haberlo pasado por toda la cabeza, luego tomó su lata y me aplicó nuevamente crema, esta vez pasó el rastrillo en sentido contrario del crecimiento, fue aún mejor esa sensación, cuando terminó fue a lavar el rastrillo, regresó con una toalla mojada y comenzó a limpiar los restos de la crema, luego utilizó su secadora para que no quedara mojada mi cabeza, esa sensación del aire sobre mi cabeza me gustó mucho, ¡deberías perder más seguido!, no te queda nada mal el corte, me sorprende que tu cabeza no brille casi nada incluso siendo afeitado, acarició mi cabeza, me aplicó una crema en la cabeza y les pidió que tocaran lo suave que se sentía, ambas confirmaron que si, Mali no dudó en darme un beso, me quitó ella misma la capa, la maestra nos pidió pararnos juntos para tomarnos una foto, la subió y nos etiquetó para que todos supieran que nos había ganado una apuesta, Andrea no dejaba de mirarnos pensando que estábamos locos por quedar contentos a pesar de perder la apuesta, nos despedimos de la maestra, nos dijo que estaba dispuesta a volver a hacerlo nuevamente, le dijimos que lo pensaríamos, fuimos a dejar a Andrea, Mali me invitó a su casa y tuvimos por primera vez sexo, no podía creer que quedarme sin cabello le gustará tanto pero habría que buscar una manera que no involucrara tanto tiempo para esperar a que mi cabello creciera…,



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