aprendizaje by esquivo

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Tengo 51 años y pocas ganas de que me boludeen.
Estoy casado y tengo un hijo de 15 años y dos niñas que, afortunadamente no me traen problemas con el cabello.

!! ANDÁ A LA PELUQUERÍA !! , !! CORTATE ESE PELO !! , !! NO TE QUIERO VER CON ESE PELO CUANDO VUELVA !!........y dale, toda la semana lo mismo y nada.
El sábado se me terminó la paciencia. Lo agarré de un brazo y al auto. No dijo una sola palabra. Sabía que le convenía.

Me lo llevé a la peor peluquería que conocí en todos mis años. Peluquería vieja , si la hay. Peluquero más que mayor, debe andar por los 70.
Yo había ido hace mucho y me había hecho un desastre que me obligó a ir a
otro peluquero a que me arreglara el corte y no tuvo otra alternativa que raparme.

Estacioné en la puerta y amagó a no querer bajar:

Acá no me lo corto.- me dijo desafiante.
Usted se lo corta dónde yo lo llevo, ¿me oyó?. Ya tuvo una semana para ir a su "salón" , ahora elegí yo.-

Lo bajé a la fuerza y lo metí adentro. Como los ventanales tienen cortinas oscuras no se ve el interior. No sabía si había algún cliente.
Tocó el llamador , saludé y el peluquero y el cliente devolvieron el saludo:

Buen día Señor.- dije mirando la silla de peluquero donde el viejo seguía pelando a quién lo ocupaba.
Buen día. Tome asiento que ya los atiendo.- dijo, señalando las sillas de espera.

Me puse a ver una revista mientras mi hijo me seguía codeando para que nos fuésemos.

Terminala. Vos salís de acá con el pelo corto.-

Miraba con asombro como estaban rapando al anciano del sillón y presagiaba lo peor. Me perjuró que se lo iba a ir a cortar , suplicándome que no le hiciera pasar esas máquinas cortapelos del año de inauguración de la peluquería.

El cliente estaba listo. Le sacó la tela y desocupó el sillón.
Mientras le pagaban por el servicio sacudió la tela blanca de algodón con fuerza en el aire y despidiendo al anciano preguntó: - Siguiente !!!!

Lo acompañé al sillón y casi que lo senté de prepo.
El peluquero hizo flamear la tela y se la pasó por delante para dejarlo todo cubierto. La sábana lo cubría más abajo de las rodillas. Se la ajustó con fuerza por la espalda y le puso otro paño blanco pequeño debajo de la nuca.

Lo empezó a peinar y me hizo la pregunta de rigor:

¿Cómo lo dejamos?.- mientras le alisaba el pelo con total parsimonia como esperando escuchar lo que él quería escuchar. Y así fue.
Me lo pela, por favor.-

Al viejo se le iluminó el rostro.

¿ Al cero ?.- preguntó mientras iba al mueble.
Sí, sí. De arriba no lo rape porque va a parecer un preso.- los dos rieron. - Arriba cortito , pero a tijera.- y me fui a sentar a la espera.

Con peine y tijera le cortó bastante el pelo de arriba. Era una lluvia de pelos. El flequillo desapareció y las orejas se descubrieron y aparecieron enormes arcos hasta arriba.
Rebajó el pelo de la nuca para que la maquinita corriera mejor. Ya era otra persona. Tenía como un kilo de pelo menos.
Le cepilló toda la cabeza y mandó al piso todo el pelo que se había amontonado en la tela.

Se guardó la tijera en el bolsillo superior de su chaqueta celeste y tomó del mármol del mueble la inconfundible máquina del # 0.

La hizo funcionar amenazante en el aire y fue a la nuca. Le empujó la cabeza con firmeza hacia abajo y le empezó a correr la "cero" hasta la coronilla sin pausa.

Le peló toda la nuca dejando ver el cuero cabelludo desnudo y blanco con el pelo al milímetro.

Igual le peló los costados dejándolos casi afeitados. Le rasuró el contorno del corte con la navaja barbera y le sacó el exceso de jabón.

Le dio otra pasadita con la cero , lo entalcó y cepilló y me pidió mi aprobación del corte:

Excelente corte , en 40 días se lo traigo de vuelta. Este va a ser su corte por un tiempo.-

En el auto le dije que eso le sirva para aprender a respetar las decisiones de su padre.

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