apuesta con Mariana by FCM Historias

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secuela de: Rapado por Mariana.
Al día siguiente nos despertó la alarma, ambos sonreímos al mirarnos, aún no podía creer lo que pasó durante la noche, acarició micabeza, -¿aún quieres ir o prefieres que nos quedemos aquí?, -vamos, supongo que habrá más oportunidades de jugar en el futuro, -¿entonces si te dejarías nuevamente?, -¡hay muchas posibilidades!, comenzó a reír, nos levantamos de la cama y fuimos a bañarnos. Una hora más tarde ya estábamos llegando al punto de encuentro, llevaba un gorro que ella me prestó, una de sus amigas logró quitármelo, -¡wow, enserio eres tú?, se hizo unos pasos hacia atrás, -¡me agrada tu nuevo estilo!, -gracias, no estaba seguro si debía intentarlo, Mariana me abrazó, -¡fui yo quien se lo sugirió!, le di un beso por no contar la verdad, le devolvió el gorro a Mariana, esta no tardó en ponérmelo, llegaron los demás y nos fuimos hacia la casa de su amiga, era una casa fuera de la ciudad, querían desconectar un poco, en el camino Mariana iba demasiado pensativa, -¿te pasa algo?, -si, ¡aún no creo que te dejaste cortar todo ese cabello!, -siendo algo estricto, ¡no autoricé nada, no tenía alternativa, ¡pero igual me gusta lo que hiciste!, aunque jamás lo hubiera esperado, -prometo que pensaré en lo que dijiste ayer, -no tienes que hacerlo, solo me causó morbo, sorprendió que lo propusieras, pero creo que fue el calor del momento el que te hizo decirlo, -supongo que si, la verdad es que si lo he pensado alguna vez pero es más fuerte el miedo que mi curiosidad y valor para hacerlo, -no te preocupes, de verdad solo fue el morbo, pero nunca se me había ocurrido pedirte algo así, llegamos a la casa de su amiga, no continuamos con el tema. Después de bajar las cosas su amiga Karla se acercó para quitarme el gorro, dijo que le gustaba y se dio la vuelta, -te lo devuelvo cuando regresemos, ¡aquí solo nosotros te veremos y no tiene que darte pena!, no me importó mucho, cuando estábamos en la alberca sus amigas dijeron que Mariana tenía mucha suerte de tener un novio que cumpliera sus deseos sobre el corte que quería ella, los otros no le dieron mucha importancia aunque dijeron que igual y en algún momento podían intentarlo.
Aquel fin de semana fue increíble, no podía creer lo bien que me la pasé, pero sobre todo sorprendía mi adaptación al corte. Al volver a casa Mariana dijo que mi cabello crecía muy rápido, no se da uno cuenta hasta que no hay nada, ya se sentía que había algo a pesar de que ella me afeitara, jugamos un poco y disfruté mucho cuando ella me acariciaba o lamía la cabeza a pesar de que ya no estuviera completamente suave.
Pasó mucho tiempo desde que Mariana me había afeitado contra mi voluntad. -¡ya te hace falta un buen corte!, dijo un día al regresar del trabajo, -a ti también, la tomé de su cabello ahora bastante largo, -imagina que te corto todo esto, luego jugamos y me dejas lamerte para que compruebes lo que se siente, se rió nerviosamente, -¿que estás dispuesto a hacer para verme así?, -no lo sé, lo que tu digas, -¿estás seguro de lo que dices?, -si, estoy seguro, -déjame pensar en algo y lo valoramos, no podía creer que si tuviera intensiones de hacerlo.
Una semana después ella se cortó un poco el cabello, no era la gran cosa para lo que tenía, -¿ya estás listo para verme sin cabello?, -¿de verdad lo vas a hacer?, -pues si, pero no quiero que sea así de la nada, ¿te gustaría apostar conmigo?, -¿cual sería la apuesta?, -elegimos tres partidos de fut el fin de semana, el que gane más de esos tres tiene derecho a hacerle lo que quiera al cabello del otro, pero en tu caso incluimos tu bello del cuerpo, -mmmmm, creo que eso no suena bien, -¡dijiste que estabas dispuesto a lo que sea!, no soy muy alta pero sabes que mi cabello está demasiado largo, el tuyo está largo pero le falta para llegar a cuando te lo corté, me paré detrás de ella, revisé lo que me dijo, no me di cuenta que ya lo tenía por debajo de su tracero, le di una nalgada, -¡está bien, acepto lo que dices!, ambos revisamos que partidos habría el fin de semana para que se hiciera la apuesta.
El fin de semana mandamos a pedir comida, compramos botana y nos pusimos a ver los partidos, casi nunca hacíamos cosas de ese estilo, la pasamos muy bien, terminé ganado la apuesta, ella no se mostró molesta, pero se notaba nerviosa, me besó varias veces, -¡voy a hacer una locura por tu culpa!, -lo sé, espero que esto no arruine nuestra relación, -¡no lo creo, a menos que te parezca muy horrible cuando me veas!, ambos comenzamos a reír, nos fuimos al cuarto para tener relaciones, al terminar nos quedamos acostados, -¡dame unos días para pagarte!, si no lo hago tienes toda la libertad de cobrar a la fuerza,, -me parece bien.
Al día siguiente todo siguió normal, me estaba consumiendo el morbo de verla sin todo ese cabello, pero aún no se atrevía a pagar. Al segundo día cuando volví del trabajo noté que había mucha calma, llamé a Mariana para saber si estaba ahí, no tuve respuesta, fui a tomar agua, cuando me disponía a ir al cuarto me encontré con Karla, nos saludamos, dijo que ya se iba, al abrir la puerta se giró, -¡tienes a la mejor mujer que conozco, no lo arruines por favor!, no me dejó decir nada, solo cerró la puerta y se fue, al entrar al cuarto escuché la regadera, pensé en las palabras de Karla, decidí recostarme, cuando estaba cayendo dormido vi a Mariana, se agachó para besarme, -¿estás muy cansado?, -no, solo me quedé recostado pero no tenía planes de dormir, -eso me agrada, ¿crees que podamos ir por un café? -¡claro, vamos a dónde quieras!, se terminó de vestir, cuando estuvo lista tuve que levantarme la cama, pidió las llaves y me sacó a empujones, la notaba extraña pero no quise arruinar su momento, os fuimos al lugar que eligió, estuvimos hablando sobre el trabajo, algunas personas se le quedaban mirando pero no sabía que le veían, después de un buen rato pagamos la cuenta y regresamos a casa, cuando estuvimos en el cuarto pidió que me parara a un lado de la cama, comenzó a besarme, nos calentamos pronto, cuando iba lo bueno ella se apartó, la miré sorprendido, -¡te tengo una sorpresa!, -¿que sorpresa?, -me voy a dar la vuelta, me acercaré y te daré instrucciones, ¿entendido?, -perfectamente, se dio la vuelta, dio unos pasos atrás, hizo que tomara su cabello, luego que lo hiciera a los lados, -waow, espera, esto es enserio!?, -si, pedí que raparan y afeitaran una parte de mi nuca, ¿puedo tocar?, -¡me ofendería si no lo hicieras!, al tocar lo suave que se sentía tuve una erección, le bajé el pantalón, ella cooperó algo nerviosa, la abracé por detrás, le metí un dedo ahí abajo, le lamí la oreja, luego la otra, -si no me agrada lo que harás, ¿puedo no raparme toda?, -está bien, ¡pero prometo que te gustará!, hice que caminara un poco más hacia atrás sin dejar de abrazarla, cuando estuvo lista utilicé lo que tenía en is dedos, me quité el pantalón, la pentetré, nos sentamos en la orilla de la cama, ayudó a quitarle la blusa, le retiré el brasier, comencé a jugar con sus pechos, la dejé un momento tranquila mientras despejaba su nuca, volví a jugar con sus pechos y le lamí lentamente la parte afeitada, soltó un gemido, continué hasta que ella no pudo más, se corrió, pidió que esperara, fue al mueble por la maquina, me la entregó, -si quiero pagarte la apuesta completa, nos besamos un poco, le pedí que volviera a sentarse sobre mi, tomé la maquina y comencé a raparla lentamente, hice que disfrutara cada pasada, todo su hermoso cabello caía al suelo, ella soltó algunas lagrimas pero dijo que eran de felicidad, cuando no quedó cabello para cortar decidí lamerla nuevamente, se corrió por segunda vez, -tengo miedo de afeitarte, -podemos ir con la vecina de la estética, -me parece bien, pero primero quiero ir a bañarme contigo, la seguí al baño, ahí me encerró, me pidió que me sentara en la taza, me levantó la cabeza para mirarla, me pegó la cara a sus pechos, tomó algo de atrás, escuché el zumbido y no dije nada, solo cooperé, dio la primera pasada, ofreció un pezón para chuparlo, mientras yo succionaba ella me pasaba la maquina sin piedad, poco a poco terminó con la mayoría de mi cabello, cuando quedaba la parte superior me pidió que me diera la vuelta, lo hice sin protestar, pegó mi nuca a sus pechos, colocó la maquina sobre mi frente, lentamente la llevó hacia atrás, el conjunto de sensaciones fue increíble, no dejó de pasarme la maquina hasta que no quedaba nada de cabello, acarició mi cabeza, tomó la crema de afeitar, la aplicó, -¡si tu no te atreves conmigo, yo si contigo!, me afeitó de forma que me corrí un poco, -espera a que termine, no seas ansioso!, cuando por fin terminó permitió levantarme, nos metimos a la regadera, ambos jugamos con la cabeza del otro, fue ahí cuando pude verla bien, me agradaba como se veía, se lo hice saber, ella se arrodilló para darme una mamada, fue increíble, al terminar de bañarnos se puso una ropa cualquiera, pidió que la acompañara con la vecina, llevaba un gorro por si acaso, no había gente, cuando se quitó el gorrro, se notó como estaba sorprendida la vecina, -waow, no lo puedo creer!, te vez muy bien, pero no entiendo que puedo hacer por ti, al darse la vuelta la estilista notó que estaba afeitada, me miró, -¿tú le hiciste esto?, -no, fue por puro gusto, no le hagas nada a él, -¿entonces quieres que deje todo igual?, -si, por favor, la estilista le pidió que se sentara, cerró la puerta para evitar que alguien llegara, procedió con la afeitada, -¡de verdad me encanta como te vez!, no puedo creer que te veas tan bien, pero sobre todo, que te afeitaras, -perdí una apuesta, aunque ya tenía ganas de intentarlo, -ayer te vi con todo ese cabello largo, no dejo de pensar en lo que sentiste cuando se cayó todo, -no lo sufrí tanto, aunque quizá fue por como pasó todo, la siguió afeitando hasta que todo quedó igual, -ya estás lista guapa!, Mariana tenía una sonrisa enorme, le dio las gracias, no le quisieron cobrar, me miró a mi, me pidió que me sentara, aplicó un poco de crema y pasó la navaja en algunas partes que no estaban bien, le dimos las gracias y nos fuimos a divertir a la casa, ella subió fotos sola y también juntos, ¡esto tiene que volver a repetirse…!

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