la hija de don Francisco by FCM Historias

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Estaba a punto de entrar en la preparatoria, nunca me habían cortado el cabello, acababa de pasar las mejores vacaciones de mi vida cuando mi mamá volvió de inscribirme, -¡te tengo una mala noticia!, -¿no podré ir a la escuela?, -si, si podrás pero tendrás que cortar ese cabello, las normas de la escuela exigen que te hagas algo corto, -¡eso es una mentira!, -me agradaría que lo fuera, estaba a punto de correr a mi cuarto cuando mi madre logró detenerme, -tienes esta semana para poder ir a cortarlo, si no me encargaré de llevarte, no pienso echar a perder lo que ya pagué, no le dije nada y seguí mi camino, no podía creer que de verdad eso estuviera pasando, tenía tanto miedo de o que fueran a hacerme que durante los próximos días no hice nada, se llegó el domingo, al día siguiente entraría a la escuela, estaba comiendo cuando mi madre se levantó de la silla, fue a la cocina, de pronto sentí un tirón en el pelo, -¿puedo saber por qué no has ido a cortar esto?, -te juro que lo había olvidado, dije mientras ella no dejaba de tirar de mi pelo, dejó algo en la mesa y realizó una llamada sin soltarme, -hola, ¿don Francisco?, no reconocí el nombre, ¿le pude mandar a mi hijo?, mañana entra a la escuela y necesita un buen corte de cabello, -perfecto, en un rato llega con usted, colgó y soltó mi pelo, -¡en cuanto terminemos de lavar los trastes irás con el señor de la peluquería que está a la vuelta, en ese momento recordé que aquel lugar me provocaba miedo y por eso no pasaba por ahí, luego recordé que ese señor solía dejar muy corto el cabello de sus clientes, mi destino estaba decidido, todo mi cabello cuidado durante años tardaría unos cuantos minutos en desaparecer, continué comiendo y ayudé a mi madre con los trastes, iba para mi cuarto cuando gritó: ¿a dónde crees que vas?, -por mi sudadera, -no te creo así que iremos juntos para que la tomes y vallas con don Francisco, subimos a mi cuarto, no pude perder tiempo, bajamos y me entregó el dinero, -¿si no vuelves con ese cabello corto yo misma iré nuevamente y te quitaré hasta el último¡, no quería comprobar eso, salí de la casa, caminé pensando en que ya no había salvación, iba pensando en lo que me haría que ni presté importancia cuando vi el letrero de la peluquería, entré como si estuviera zombificado, -¡hola, buenas tardes¿, ¿en que puedo ayudarte?, dijo una voz amigable, tomó mi barbilla y levantó mi cara, -parece que acabas de ver algo malo, ¿venías por un corte?, -¿no es aquí el negocio de don Francisco?, -no, ese es el de mi padre, pero lo cambió a 2 calles. No podía creer la suerte que tenía, ella era atractiva, no cortaría mi cabello como el viejo, pidió que subiera a la silla y lo hice contento, colocó una tira en mi cuello y luego me cubrió con una capa azul, comenzó a desenredar mi cabello, -¡lo tienes muy bonito!, ¿como te lo voy a cortar?, ¿necesio algo para la escuela, dijeron que fuera corto pero quisiera que dejaras suficiente para que no sea el cambio más brutal de mi vida, -¡me parece bien!, yo me encargo, giró la silla para que no pudiera mirarme, escuché que tomaba herramientas, -¿en que escuela vas? Al darle el nombre de la preparatoria dijo que ya sabía que hacer entonces, tomó las tijeras, con mucha habilidad cortó lo que yo imaginaba eran más de 10cm, aún quedaba cabello pero fue cortando esa misma cantidad alrededor, cuando estuvo satisfecha volvió al mueble, escuché un clic pidió que inclinara mi cabeza y después de escuchar un zumbido sentí como algo subía por mi cuello hasta la coronilla, no se sintió mal pero la cantidad de cabello que cayó fue sorprendente, con cada pasada sentía que me excitaba, no entendía lo que pasaba pero tenía pena de que ella se diera cuenta, volví a la realidad cuando con una pasada se deshizo de mi patilla, no podía ver el resultado, -¿alguna vez te habían pasado una maquina?, -no, esperaba que tu no lo hicieras cuando te vi, -¡perdón, pero dijiste el nombre de la escuela y era necesario hacerlo?, -¿que tanto lo estás cortando con la maquina?, -es una sorpresa, no puedo decirte, siguió pasando la maquina hasta doblar con cuidado mi oreja izquierda y limpiar esa zona, no podía creer que fuera agradable lo que hacía, imaginaba muchos tirones mientras cortaran mi cabello pero no era así, todo iba siendo mucho mejor, -¿te está gustando aunque no sabes como vas quedando?, -no, la verdad no, pero tampoco puedo hacer nada si ya comenzaste, solo espero que sepas lo que haces, -por eso no te preocupes, te queda cualquier corte así que lo que sea te gustará, no estaba seguro de que tuviera razón pero continuó dando pasadas hasta que solo faltaba la parte superior, me miró por unos segundos y luego fue a su mueble, decidí voltear para ver como iba el corte pero cuando lo intenté lo impidió una mano, -¡chico malo!, hasta que termine podrás mirarte, colocó una mano sobre mi nuca, encendió la maquina y la colocó un poco más arriba de mi flequillo, la llevó hasta atrás, instintivamente quise quitar mi cabeza pero su mano detrás impidió que lo hiciera, la siguiente pasada fue pura gloria, a pesar de sentir como la maquina arrasaba con mi cabello quería que no terminara, poco a poco se le terminó el cabello y quedó solo el flequillo, lo levantó y pasó sus dedos tres veces, -¡adiós pelo!, dijo mientras la maquina se deslizaba desde la derecha hacia la izquierda lentamente, mis ojos quedaron libres, supe que aquello era el fin para mi cabello, dio pasadas por la parte superior para asegurarse de que todo estaba bien, apagó la maquina, fue por algo, giró la silla, pude verme en el espejo, casi todo se había ido, quedaba una pequeña parte oscura arriba y en lo demás podía verse una especie de sombra, inclinó mi cabeza al frente y la maquina se encendió, un metal tocó mi piel, fue subiendo hasta la coronilla, con mucha habilidad siguió pasando la maquina sin despegarla de mi cabeza, aquello solo consiguió que tuviera una erección bajo la capa, rápidamente pasó al lado izquierdo, alcancé a darme cuenta de que la sobra estaba desapareciendo, fue demasiado para mi cuando procedió con el lado derecho y después de terminar fue a su mueble, le puso algo a la maquina pero la dejó sobre el mueble, tomó otra diferente y repitió el proceso, aquello se sintió aún mejor, tardó un poco más esta vez pero cuando lo hizo fue por la maquina grande, la colocó sobre mi frente y sin piedad alguna la deslizó hasta atrás, no cayó mucho cabello pero la sensación era buena, pasó la maquina hasta que no le quedó cabello cambió el protector y unió los laterales y parte posterior con la superior, fue por la secadora, arrojó todo mi cabello de los hombros al suelo,, tomó un cepillo extraño con talco, lo pasó por mi cabeza y cuello, fue por un espejo pequeño con el que mostró la parte posterior, estaba completamente limpia de cabello, -¡me gusta como quedaste!, quería raparte pero pensé que no regresarías después!, -¡con esto no creo regresar, -¡si lo harás!, pasó su mano por mi nuca, aquello se sintió bien, quitó la capa y la tira,-¡ya puedes levantarte!, en cuanto lo hice toqué le dije cuanto era, no quiso cobrarme y me retiré, en el camino toqué mi nuca y se sentía increíble.
Al llegar a casa mi madre se sorprendió, -¡veo que fue más corto de lo que esperaba!, -¿por qué no dijiste que no estaría el señor?, -te habías ido cuando marcó para preguntarme si sabía que se cambió y su hija se quedó con su antiguo local, pero aún así no tiene nada de malo, te lo cortaron muy bien, seguirás yendo con ella, -¿estás loca!, le dije mientras subía para mi cuarto para bañarme, aunque mientras lo hice no dejé de tocar mi nuca y pensar en que quería regresar pronto a ese lugar…

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