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enviado al anexo by FCM Historias
Yo era un estudiante ejemplar, no daba problemas en mi casa pero conocí a una chica llamada Vania, era muy atractiva, tenía un cabello largo y oscuro, unos ojos color café claro, era no muy alta pero tenía muy buen cuerpo, con ella perdí el miedo a muchas cosas pero por desgracia se convirtió en la causa de mis problemas, salía mucho con sus amigas y comencé a seguirla, a ella le gustaba mi cabello largo, decía que no me lo cortara o dejaría de ir con ella a las fiestas, no tenía problema con aquello pero cometí el error de probar muchas cosas que no debía, eso me hizo bajar mi rendimiento en la escuela, aunque lo peor es que me hice algo dependiente a varias de las cosas que probé, mi madre no sabía que hacer, solo me advertía que me alejara de esas personas para que retomara el buen camino, pero a mi no me importaba y continué yendo con Vania a las fiestas, todo tiene un limite y yo lo crucé. Había llegado a mi casa bastante borracho y había consumido otras cosas, mi madre me reclamó, la ofendí, quizá si solo hubiera hecho eso me la hubiera perdonado, pero cometí el error de pegarle, según yo había sido un accidente y me fi para mi cuarto, sentía poca culpa de lo que había hecho y después de un rato me dormí, al siguiente día mi madre no me hablaba, me hice el ofendido y tampoco le hablé, estuvimos de esa manera hasta que llegó el viernes, fui con mis amigos, regresé algo tomado, mi madre no dijo nada pero parecía molesta, yo me fui para mi cuarto y me dormí tranquilamente, al día siguiente se asotó la puerta de mi cuarto, -¡que te pasa!, trato de dormir y no me dejas hacerlo, dio la orden de que entraran y sin darme tiempo de reaccionar entraron unas chicas bastante atractivas, parecían inofensivas pero eran todo lo contrario, sin darme un momento me esposaron , no sabía lo que pasaba, cuando quise escapar me di cuenta de que era imposible, eran más fuertes que yo, me obligaron a levantarme, le dijeron a mi madre que no se preocupara, que ellas se encargarían, yo comencé a reírme, ellas me pegaron con algo detrás de la pierna me hicieron disculparme con mi madre, lo hice, luego me jalaron y me sacaron de la casa, me subieron a un auto y me llevaron con ellas, en el camino pregunté quienes eran, dijeron que ya lo descubriría pronto, una de ellas no dejaba de tocarme el cabello, -¡lo tienes muy bonito!, me gusta mucho, ¿no me lo regalas?, -¡ni que estuviera loco para hacer eso!, comenzó a reír, -¡ya veremos si no te convenzo guapo!,
La verdad es que con el miedo no quise preguntar mucho y me fui tranquilo el resto del camino, nos detuvimos, dijeron que ya habíamos llegado, era un lugar grande, parecía una especie de bodega, yo me quedé pensativo, abrieron la puerta y me hicieron bajar, abrieron una puerta que parecía reforzada y entramos, había varias personas en aquel lugar, me recibieron de forma amable, me dirigieron a un lugar para medirme, luego tomaron algunos datos de salud y pasamos a una sala de espera, o al menos eso parecía, estuve ahí junto con una chica y otro chico, hablamos muy poco, ninguno sabía en donde estaba, llegó un hombre vestido de blanco, se llevó al otro chico, nos dijo que esperáramos, después de unos minutos llegó una mujer por la chica, se la llevó y me quedé solo esperando, llegó la chica que jugó con mi cabello en el auto, -tengo que cubrirte los ojos, - -a los otros no se los hicieron, -¡cállate y obedece!, igual no puedes hacer nada, seguía esposado, colocó el antifaz y procedió a levantarme. me tomé de su hombro como si fuera ciego y ella me dirigió, pasamos una puerta, la cerró, me llevó hasta una silla, me di cuenta de que era algo cómoda, me esposó a los reposabrazos, mientras me cubrían con una capa acarició mi cabello, luego descubrió mis ojos, estaba en un cuarto completamente blanco, era pequeño y hacia donde estaba mirando no había nada, importante, solo unos muebles que eran como archiveros, se pasó al frente y sonrió, -¡te vamos a preparar para la diversión!, alborotó mi cabello y otra chica habló, -¿ya estás listo para que comience?, yo le pedí que no me hicieran nada pero dijo que no había otra opción, me salieron unas lagrimas, -¡sin llorar porque pierdes tu atractivo!, la otra chica dijo: ¡me llamo Leslie,!, seré la encargada de tu corte obligatorio, no había ningún escape, escuché un zumbido, la chica que me llevó se alejó, dijo que regresaría en un momento, Leslie empujó mi cabeza al frente com una mano, :¡tienes el cabello más bonito que he visto!, subió la maquina desde mi cuello hasta la coronilla lentamente, se deslizó una gran cantidad hacia la capa blanca, -¡pero pronto ya no te pertenecerá!, la maquina volvió a subir y decidí no llorar, siguió pasando la maquina hasta dejar blanca la parte posterior, comencé a sentir que cortaba detrás de mi oreja izquierda, estaba temblando y ella no dejaba de reír, -¡es muy tierno verte sufrir por tu pelo!, pronto levantó mi patilla, la maquina se deslizó hasta la sien, ver tanto cabello caer me ponía de malas, tantos años sin que lo cortaran y en segundos caía sin parar, se pasó del lado derecho y comenzó a repetir el proceso, quería llorar pero seguí aguantando, mi cabello no le duraba nada a la maquina, escuché que se abrió la puerta, en ese momento la maquina fue pasada a la altura de mi oreja derecha en la parte superior, llegó hasta el lado izquierdo de mi cabeza, sentí como cayó mucho cabello, Leslie volvió a pasarla y aunque no la veía sabía que lo estaba disfrutando, -¡pobrecito!, ya casi terminas con esa bonita melena, la chica se acercó y se paró frente a mi, -¡así pareces un hombre!, me agrada que ya no lloraste, no podía decir nada, Leslie puso la maquina en la parte derecha de mi frente y la deslizó a la izquierda tirando todo el flequillo sobre mi cara, la chica se acercó, me levantó la cara y dijo: ¡mi nombre es Yulidia!, espero que te lo graves porque seré yo quien te traiga a recibir tus cortes mientras estés aquí, Leslie pasó la maquina desde mi frente hasta la mitad de mi cabeza, con una mano tiró lo que faltaba por irse a la capa, Yulidia fue a mover un interruptor, sentí aire frío en mi cabeza, Leslie siguió dando pasadas hasta que ya no podía cortar más, pasó la maquina por toda mi cabeza, luego fue por crema de afeitar, me la puso en el contorno y comenzó a afeitarme, yo no podía decir nada aún, tenía la garganta seca y Yuli se acercó, -¡te vez muy bien!, creo que hasta me gustas más que cuando te conocí, Leslie terminó y limpió los restos de la crema, quitó la capa, Yuli dijo que esperara un poco, le ayudó a Leslie para juntar mi cabello, lo pusieron en una bolsa y dijo: ¿me lo regalas?, sonriendo le dije que si, me liberaron del asiento, Yuli me hizo tocar mi cabeza, no podía creerlo, mi peor pesadilla se acababa d cumplir, me acarició la cabeza y me giró para verme en el espejo, estaba completamente rapado, dijo que le gustaba, -¡te vez más rudo!, Leslie acarició mi cabeza, -¡aquí te espero cada dos semanas!, si fallas te afeito todo, Yuli dijo que no sería necesario, que sabía que me portaría bien y luego me dijo: ¡bienvenido al anexo, tu madre no sabía que hacer, nos contactó para ayudarte, aquí estarás hasta que entiendas que lo que hacías está mal, sígueme, iremos a tu habitación y te entregaré tu ropa, la seguí pensando en que ahora solo quedaba hacerle caso a esa rubia tan linda…
