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una apuesta imperdible by FCM Historias
Miranda era mi amiga desde la secundaria, era de test blanca, cabello ondulado y algo corto, alta y de unos ojos verdes que tenían efecto sobre cualquiera, tenía gusto por hacerse cosas en el cabello pero no lograba convencerme de nada, no entendía cual era su obsesión por querer cortar mi cabello pero esperaba que nunca lo consiguiera.
Un día en que estábamos en un bar ella se volvió loca, había un partido en la pantalla, -¿apostamos a que gana el equipo que va perdiendo?, -te diría que no pero tu obsesión y el alcohol te están jugando una mala pasada que no pienso desaprovechar, el partido iba 2 a 1, pedimos una cerveza más, cuando la trajeron metieron un gol, 3 a 1, su cara era un poema, -no sé que hice, pero por favor no seas cruel conmigo, solo quería cortar tu cabello,, -no te preocupes, solo te pasarán la maquina por toda tu cabecita pero solo será eso, le dije mientras pasaba mi mano por su cabello, fui al baño y quedaban 15 minutos, cuando volví aún seguían igual, pasaron unos minutos, ya solo quedaban 5, de pronto marcó gol su equipo, ella se emocionó, -si empatan me salvo eh, -claro no te preocupes, justo en el último minuto empataron, -¡que suerte tengo!, después de mi estupidez pensaba que estaba frita, dijo mientras se levantaba, dieron tres minutos de compensación, acababan de traerme otra cerveza cuando escuché que había gol, quedé petrificado cuando vi que era del equipo contrario, en ese momento recibí un tirón Miranda se empinó la cerveza, -¡vamos a buscar un lugar para que pagues cariño!, dejó dinero de más sobre la mesa, le avisó a un mesero que ya había dejado el dinero, le dio las gracias y salimos del lugar, -mira la hora que es, no vamos a encontrar ningún lugar abierto, vamos mañana mejor, -tú sabes que siempre quise esto no puedo esperar a mañana, tenía mi teléfono y no podía irme, caminamos unas calles, la vi sonreír, al avanzar un poco más había una peluquería, aún no estaba la cortina abajo, pensé en que lo último que quería era que un señor terminara cortando mi cabello, Miranda entró para preguntar algo, salió con una gran sonrisa, -vamos adentro, no tuve opción y la seguí- eché un vistazo al lugar, tenía sillones cafés, muebles negros, el piso blanco, un espejo grande y una silla de peluquería, aunque la capa del el cliente cubría el color de esta, quedé sorprendido cuando vi que una chica de buen cuerpo estaba realizando un corte,, Miranda tomó mi mano y fuimos a sentarnos en un sillón, estaba nervioso, observé el piso, había una gran cantidad de cabello, supe que no saldría bien parado de aquello,, pasaron unos minutos, -¡ya estás lista Ana!, no podía creerlo, con los nervios no me di cuenta de que era una chica la que recibió el corte, le retiró la capa, esta bajó y le pagó, mientras iban por su cambio revisó lo corto que era su cabello y sonrió, se despidieron, la encargada de mi masacre se acercó, -dénme un momento, quitaré el cabello y te atiendo, -claro, no hay problema, respondió Miranda, la chica se apresuró, a dejar limpio, fue a dejar la capa a otro lugar, -ya puedes pasar a la silla cariño, dijo mientras la dejaba lista para subirme, Miranda me arrastró y cuando menos lo esperaba amarraron mis manos a los reposabrazos, -no queremos que intentes nada, agaché la mirada, -gracias por cooperar, dijo mientras aprovechaba para colocarme la tira y rápidamente la capa, —te presento a Brenda, ella es una buena amiga, se encargará de que pagues la apuesta, se paró frente a mi, acarició mi cabello y pude verle los ojos cafés, era atractiva, -¿como se lo voy a cortar Miri?, -quiero mostrarte la foto, fue detrás para mirarla, luego hizo mi cabello a un lado para mirar mi cara, -le queda perfecto, intentaré eso pero si no me gusta puedo hacerle otra cosa?, -claro, yo solo quiero verlo así pero tú decides como quedará finalmente, -perfecto, dijo mintras buscaba algo y lo dejaba sobre el mueble frente al espejo, tomó algo mientras no podía mirar, regresó y giró la silla hacia el espejo, -¿alguna vez te cortaron con maquina guapo?, -no tuve oportunidad de responder, el zumbido que llenó el lugar impidió que reaccionara, sentí algo subiendo por mi nuca hasta llegar a la coronilla, cuando parecía que no había cortado nada comenzó a deslizar cabello sobre la capa, con la siguiente pasada quedé sorprendido, unas cuantas más bastaron para tenerme asustado, -necesito que revises si con esto está bien, Miranda pasó su mano por la zona, le hizo una seña y sentí un meltal subiendo por la misma zona, -tranquilo, apenas estoy comenzando, tenía ganas de llorar pero logre contenerme, dobló mi oreja izquierda, fue limpiando la zona, no se sentía tan mal pero ver caer tanto cabello no era agradable, -yo creo que te medía más de 15cm, -pues pronto no medirá nada, dijo Miranda disfrutando la masacre, Brenda continuócon la patilla, repitió el proceso en la oreja derecha, -debí cortarle primero el flequillo para que pudiera mirar lo que sucede, -es mejjor que lo descubra después, Brenda levantó mi patilla y sin esfuerzo llevó la maquina hasta mi sien, Miranda tomó un mechón entre sus dedos, -creo que me lo llevaré como recuerdo, -claro, cuando termine lo echamos en una bolsa, siguió despejando ese lado y procedió a repetir con el izquierdo, -¿este era el chico de quien hablabas siempre?, -si, pensé que nunca lograría traerlo contigo, pero hace un rato sucedió el milagro, hice una apuesta en la que yo sería quien estuviera en tu silla pero de últimos momentos el equipo al que aposté logró dar vuelta, tuve mucha suerte, -la verdad si, aunque igual me hubiera gustado tenerte aquí en mi silla, -no soy de cortes de los que das, -te verías bien con uno, así como la chica anterior, -que confianza la de ella eh, al inicio pensé que era un chico, -también él, hubieras visto la cara que puso cuando la llamé por su nombre, aunque fue todo un proceso, es la cuarta vez que viene conmigo y fuimos por partes para que perdiera el miedo, aunque desde el inicio ella quería eso, la maquina pasó cerca de mi ceja y pudo notarse el miedo, -no cortaré nada que no me pidan, así que no te preocupes, comenzó a repasar con la maquina por toda la parte cortada, mi flequillo cubría mis ojos así que no podía mirar el resultado hasta ese momento, Brenda caminó hacia su mueble, escuché un clic y nuevamente el zumbido, pasó sus dedos del frente hasta atrás, me preparé para lo peor, engañó con que pasaría la maquina por mi frente pero la colocó a la altura de mi oreja derecha sobre mi sien, la maquina fue de derecha a izquierda, aquello se sintió genial, cayó demasiado cabello, regresó al punto de partida, la movió un poco y la deslizó lentamente, fue dando pasadas hasta que solo quedó de la mitad hacia el frente, levantó mi flequillo entre sus dedos y colocó debajo la maquina, -¡adios pelo!, dijo mientras la maquina iba cortando todo a su paso, movió la mano a la derecha y repitió, pude notar que disfrutó cada pasada hasta que desapareció el flequillo, colocó su mano en mi nuca y dio pasadas hasta dejarlo todo parejo, Miranda estaba sonriendo, -así quedaría como en la foto, dijo mientras iba por algo al mueble, comenzó a unir las partes, -voy a terminarlo antes de que pueda darte mi opinión, aunque dudo convencerte porque se ve que te gusta mucho, unió laterales y parte superior, fue por un bote y aplicó crema de afeitar en el contorno, con una navaja afeitó el contorno y limpió los restos de la crema, obligó a que me mirara en el espejo, -si quieres mi opinión, yo aprovecharía la oportunidad para quitarlo todo, en el futuro si quieres puedes dejarle este estilo, pero al menos podrías verlo de una vez rapado, Miranda pasó su mano por mi cabeza, algo dentro de mi deseaba que aceptara la propuesta, sin que lo esperara Miranda fue por la maquina, la encendió y cerré los ojos, esperó a que los abriera para torturarme con el zumbido, sin piedad pasó la maquina desde el centro de mi frente hasta atrás, aquello se sintió increíble, Brenda se alejó permitiendo que Miranda se encargara de la parte superior, nada podía quitarle la sonrisa de la cara, después de cada pasada utilizaba la mano para hacerme saber que ya no quedaba cabello en la zona, continuó hasta quitarlo todo, llamó a Brenda quien tomó la maquina y la pasó varias veces para asegurarse de que no quedara nada sin cortar, -¿afeitadora o navaja?, -navaja por favor, Brenda fue por una toalla caliente, la dejó unos minutos en mi cabeza y preparó las cosas para terminar conmigo, tuve una erección en cuanto dio la primera pasada en la parte posterior, siguió hasta dejar limpia mi cabeza, aunque cambió de parecer, dio una segunda pasada en sentido contrario, limpió los restos de la crema y fue por una toalla que se sintió fría, luego tomó la secadora para secar mi cabeza, -¡ya estás listo!, lo mejor de todo es que tu cabeza no brilla, no necesitas crema para evitarlo, aún así la aplicaré para que no se irrite la piel, en cuanto terminó pude bajarme de la silla, Miranda acarició mi cabeza, -se ve bien tu novio, -¡aún no lo es, pero después de este corte aunque no lo sea te lo seguiré trayendo, Brenda no quiso cobrar, estaba contenta con haberme quitado todo el cabello y nos despedimos, aquel día terminé durmiendo en casa de Miranda.
