la adrenalina al palo by Java

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No hay adrenalina mas poderosa cuando sos chico, que tu viejo te diga, "ponete la campera que nos vamos a la peluqueria", o "vamos, subi al auto que te voy a llevar a cortar el pelo". Esas eran las frases que al oírlas me hacían poner nervioso, con ganas de llorar, con rabia, en fin, una mezcla de sensaciones todas feas, porque en el fondo sabia que me iban a pelar como un soldado.
Y así, íbamos a una peluqueria, por lo general a una cerca de casa, donde atendían dos hombres de unos 40 años.
Recuerdo una tarde de verano, era sábado, todo parecía tranquilo, yo jugando a la pelota en el patio y en de repente escucho a mi viejo que le dice a mi mamá, me llevo a Javi a la peluqueria, voy a cortarle el pelo". Obvio empecé con mis cuestionamientos de que porque, si no lo tenia largo (si lo tenia, el flequillo me tapaba los ojos) pero poco importaba. Subi al auto y allá fuimos. Yo me puse mi gorra con vicera, tenia puesto una remera azul y shorts blanco de futbol, zapatillas con medias, aunque hiciera calor las medias se usaban igual.
Llegamos, y como era de esperarse un sábado había gente. Todos hombres, era lógicamente una peluqueria de hombres. Despues de esperar una hora y media, uno de los peluqueros lo mira a mi viejo y le pregunta, "Se corta el pibe?" y mi viejo responde, si si, hoy se corta el solo.
Me sente en esos sillones de cuerina roja, ya totalmente entregado, y lógicamente me pusieron un asiento para que queda mas alto, y ahí el peluquero me cubrió con esa capa a rayas azul y blanco que las odiaba.
Peluquero: Como se lo cortamos?
Mi viejo: Bien cortito, lo mas rapadito posible.
Yo me sentía morir, el problema no era el corte de pelo en si, sino tener que enfrentar a mis amigos en el barrio, o a mis compañeros de colegio. El bullying existía y a nadie le importaba en esa época
El peluquero comenzó a raparme, y como era de esperarse me afeito la nuca y los lados. Creo que un recluta tenia mas pelo que yo. Lo importante para mi viejo es que quedara bien rapadito. Y lo mas trágico era que los hombres que esperaban su turno se deleitaban viendo como me pelaban! Como odiaba eso por dios!!
Por lo general esos cortes de verano eran dos días antes de navidad, ósea, era el pelado de las fiestas navideñas y se repetían a mediados de febrero.
Al terminar, me entalcaban la nuca, me cepillaban la cabeza completamente rapada, me pasaban la mano por la nuca a contrapelo. Les juro que sentía la vergüenza del mundo tener espectadores, bajaba del sillon rojo como un tomate y veia la sonrisa del peluquero y de mi viejo.
Asi me gusta decía mi viejo, bien cortito como le gusta a papá!!! El peluquero respondia, tráelo mas seguido y lo mantenemos rapadito. Obvio que eso no iba a pasar, porque mi viejo con el laburo no podía venir cada 20 dias, y mi vieja dejaba que mi papá me llevara porque con ella hacia mucho kilombo jaja! Mi viejo me llevaba cada mes y medio pero me hacia pelar como para que me dure ese tiempo, un mes o un poco mas.
En fin, el punto en cuestión es que cuando se es chico, y en tu cabeza mandan los mayores, hagas lo que hagas, cuestiones lo que cuestiones, y desde luego, mas de una vez cobre un sopapo por escandaloso y terminaba mas pelado que de costumbre jajaa. Asi ocurrió hasta los 14 años, después ya iba solo, pero lo cortaba cortito igual.
Para terminar la historia, se pueden imaginar las cargadas en el colegio y con los pibes del barrio, pero por lo general, a casi todos los pelaban como a mi tarde o temprano, así que se devolvía la gentileza del churrasquito en la nuca jaja!

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